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Concordia » El Heraldo
Fecha: 06/09/2025 13:25
Su objetivo central es revertir la crónica restricción externa de la economía argentina mediante beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios garantizados por 30 años para proyectos superiores a los USD 200 millones. A dos años de su implementación, el balance es mixto. Según el primer boletín del Observatorio del RIGI (FARN, CELS, CEPPAS y TNI), se presentaron 19 solicitudes de adhesión por un total de USD 30.700 millones. Solo 7 proyectos fueron aprobados (USD 13.067 millones), concentrados en minería (litio, cobre, oro) y en proyectos hidrocarburíferos vinculados a exportación, con fuerte protagonismo de YPF en dos de ellos: Vaca Muerta Oil Sur y Southern Energy. Ads Concentración sectorial y geográfica El 81% de las inversiones aprobadas se concentran en tres provincias: - San Juan (35%): cobre y oro. - Río Negro (30%): infraestructura hidrocarburífera y terminal portuaria en Punta Colorada. - Catamarca (16%): proyectos de litio y cobre. La mayor parte de las iniciativas reproducen el modelo de enclave extractivo: exportación de commodities con bajo valor agregado, alto impacto ambiental y bajo efecto multiplicador sobre el empleo. Incluso los propios datos oficiales muestran cifras modestas: 1.616 empleos directos y poco más de 8.000 indirectos en los siete proyectos aprobados. Incluso en el escenario más optimista, el total de empleos directos potenciales no superaría los 6.800 puestos, una cifra ínfima en comparación con las necesidades del mercado laboral argentino. El caso Entre Ríos y Concordia En noviembre de 2024, la Legislatura de Entre Ríos adhirió al RIGI y sancionó su propio Régimen de Incentivo a Nuevas Inversiones (RINI), con beneficios provinciales y plazos de estabilidad de hasta 15 años. Concordia fue más allá: en junio de 2025, el Concejo Deliberante aprobó su incorporación al RIGI y al RINI mediante ordenanza, eximiendo del 100% de tasas administrativas y derechos de construcción, y otorgando bonificaciones en la tasa comercial por 36 meses y en la tasa inmobiliaria. Ads Pese a estas medidas, no se han registrado proyectos concretos en Entre Ríos ni en Concordia bajo el paraguas del RIGI. La adhesión funciona como señal de “seguridad jurídica” más que como catalizador de inversiones reales. YPF: motor y dependencia Un dato clave es el protagonismo de YPF, que representa más del 2% del PBI y más de la mitad de la producción de hidrocarburos del país. Pese al discurso antiestatista, el gobierno depende de la petrolera nacional para dinamizar el RIGI: lidera o participa en tres de los siete proyectos aprobados, entre ellos Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) y Southern Energy, ambos estratégicos para la exportación de crudo y gas. Esto expone una contradicción de fondo: mientras se impulsa la iniciativa privada y la reducción del rol estatal, el éxito del régimen descansa en la empresa pública más emblemática del país. Ads Privilegios legales y riesgo de demandas arbitrales Otro aspecto central es el blindaje jurídico. El artículo 165º de la Ley Bases establece que cualquier norma que limite los beneficios del RIGI será “nula de nulidad absoluta e insanable”. Es decir, leyes ambientales provinciales, normas laborales o medidas fiscales podrían quedar anuladas frente a los privilegios de los inversores. Más grave aún, el régimen habilita la resolución de controversias en tribunales internacionales como el CIADI, donde la Argentina ya ostenta un récord de demandas perdidas. Empresas como Chevron, Barrick o Río Tinto, con historial de litigios contra Estados, ya participan de proyectos bajo el RIGI. Según Luciana Ghiotto (UNSAM/TNI), el riesgo de una “nueva ola de casos arbitrales” es inminente. Dificultades estructurales para atraer capital Los incentivos fiscales del RIGI no alcanzan para movilizar capital de largo plazo si no se resuelven problemas de base: * Infraestructura deficiente: falta de rutas, energía y logística que encarezcan el costo operativo. * Alta volatilidad macroeconómica: riesgo país > 900 pb y elevado costo en dólares doméstico que desalientan financiamiento. * Incertidumbre política y social: judicialización de conflictos, potencial de litigios en el CIADI, y resistencia de comunidades locales en zonas de proyectos. * Ausencia de encadenamientos productivos: el RIGI no exige integración industrial, por lo que las inversiones no generan desarrollo regional significativo. * Dependencia del capital público: el protagonismo de YPF revela que la inversión privada aún es insuficiente para sostener el esquema. Conclusión El RIGI es una herramienta ambiciosa en lo normativo, pero insuficiente desde el punto de vista económico. Los resultados de los primeros dos años muestran que otorgar estabilidad fiscal y desregulación no alcanza: se requiere infraestructura adecuada, previsibilidad macroeconómica, acceso competitivo al crédito y un plan de desarrollo industrial que potencie los encadenamientos productivos. Ads Argentina no compite en el vacío. Países como Brasil, Chile, Perú y Uruguay ofrecen marcos regulatorios más estables, menor riesgo país y acceso más barato al financiamiento externo. En sectores estratégicos como minería, energía renovable y agronegocios, varios de estos países cuentan con infraestructura desarrollada —puertos, carreteras, gasoductos y sistemas eléctricos confiables— y políticas de Estado de largo plazo que consolidan la confianza inversora. En contraste, Argentina arrastra un déficit estructural en infraestructura logística y energética, lo que encarece la producción y el transporte, reduce la competitividad y limita la viabilidad de proyectos a gran escala. Para Entre Ríos y Concordia, el desafío es doble: capitalizar la adhesión al régimen para atraer proyectos reales y, al mismo tiempo, definir una agenda de infraestructura, logística y capacitación de recursos humanos que haga posible la llegada de inversiones. Sin estas medidas, el riesgo es quedar como “expectadores” de un modelo de desarrollo concentrado en otras regiones. En suma, el RIGI funciona más como una señal de mercado que como una política integral de desarrollo productivo. Mientras no se resuelvan las restricciones estructurales, será difícil que se convierta en el motor de crecimiento que Argentina necesita.
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