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» Elterritorio
Fecha: 06/09/2025 10:45
Andrés Benítez Chapo y su familia lograron cumplir el sueño de llegar hasta Alaska en su fierro modelo 77. Anécdotas y recuerdos que durarán para siempre sábado 06 de septiembre de 2025 | 5:30hs. Una caravana de autos los acompañó desde la ruta hasta la plaza Colón de la localidad. Fotos: Esteban González Un viaje único, lleno de emociones, con distintas circunstancias atravesadas en el camino, pero con un final feliz. La aventura la inició Santiago Andrés Benítez Chapo junto a su esposa Liliana Quiñones, sus hijos Guillermina y Santiago, pero por tramos también incluyó a familiares de la pareja. El periplo iniciado en 2018 concluyó ayer por la noche en la ciudad de Jardín América, donde una caravana los recibió para celebrar lo conseguido. Pasados unos minutos de las 20 la pareja -los únicos que completaron la travesía durante todo el recorrido- llegó al pueblo, donde numerosos autos los esperaban al costado de la ruta 12 para darles la bienvenida. Desde allí empezó una caravana triunfal hasta el centro de la ciudad y finalizó en la plaza Colón, principal paseo público local. Tras 55 mil kilómetros recorridos entre Jardín y Alaska, ya en su tierra, el hombre reconoció que “las sensaciones son buenas porque es algo que te gusta hacerlo todos los días, entonces no es complicado. Viajamos por etapas, un mes al año, y volvíamos a trabajar”. Liliana y Santiago Andrés fueron recibidos ayer con mucha alegría. Reconoció que no se esperaba tan recibimiento y celebración y se mostró emocionado por el gesto. “Fue un viaje en familia, los chicos nos acompañaron en casi todas las etapas, ahora en esta última etapa ya no porque están estudiando”, acotó. El aventurero reconoció que el sueño ya está cumplido, no habrá otra vuelta que los lleve alrededor del mundo. “Siempre fue parte de la familia (el auto), como le digo a todo el mundo no es el mejor auto del mundo pero es nuestro auto”, reafirmó el hombre sobre su compañero de ruta que no lo dejó nunca tirado. La gran aventura El Chevy del año 1977 salió desde esa localidad misionera hacia el norte del continente en 2018. Una ilusión iba junto a las valijas que llevaban consigo Liliana y Santiago Andrés. Dos años después desafortunadamente quedaron varados por la pandemia de coronavirus en Estados Unidos y una vez que se normalizó la situación continuaron el camino, primero por Canadá y luego Alaska. Durante la travesía, obtuvieron patentes de diversos países, como ser Belice, Panamá, Perú, Colombia, Costa Rica, Honduras, El Salvador, Estados Unidos, Canadá y Alaska. Todas ellas las expuso el jardinense en el primer encuentro fierrero que se desarrolló en la ciudad de las diagonales en junio de este año. Es así que luego de llegar al extremo norte de América emprendieron el regreso hacia Argentina. Un recorrido largo pero fructífero por todas las experiencias vividas en la ida y por los desafíos que iban a encontrar en el regreso. A Panamá llegaron entre diciembre del último año y enero del 2025, allí quedó el chevy durante unos meses y a mediados del corriente año embarcaron el coche hasta Colombia. En terreno colombiano recibieron el auto y continuaron la travesía. Pasaron a Perú, continuaron por Brasil y en la tarde de ayer hicieron el último pase fronterizo, desde Foz de Iguazú a Puerto Iguazú. De allí volvieron a Jardín América, donde todo había iniciado. Consultado sobre si en el camino se unieron a otros vehículos que estaban viajando con el mismo objetivo que ellos, Santiago Andrés reconoció: “Nunca se hizo en caravana o en compañía de otro auto, es un proyecto totalmente familiar que empezó como un sueño porque a mí siempre me gustó viajar y se pudo concretar”. Del largo camino realizado, claro está que abundan las anécdotas, así como los paisajes deslumbrantes, los cambios de temperatura que quedan no sólo guardados en su memoria, sus cuerpos, sino también en el cuaderno de viaje escrito por la familia aventurera. “Se vive todos los días y se muere una sola vez. Mientras estamos vivos hay que cumplir los sueños. El que tiene un propósito, que lo haga. No hay que fijarse tanto en los impedimentos, en el trabajo, en la falta de plata, en las responsabilidades familiares. Siempre se puede. Se puede viajar de todas las maneras habidas y por haber: en una camioneta último modelo, en un auto viejo, en una moto, en bicicleta. El que tiene la idea, que sepa que sí se puede”, animó Santiago Andrés.
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