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  • Se desintegra el mayor iceberg del planeta, del tamaño de Mallorca

    » Diario Cordoba

    Fecha: 03/09/2025 09:38

    El famoso iceberg A23a, considerado el más grande y uno de los más antiguos del planeta, cuya superficie inicial era similar a la isla de Mallorca, está llegando al final de sus días, después de casi 40 años de periplo por el mar tras desprenderse de la Antártida. Las imágenes por satélite confirman que esta gran masa de hielo se está fragmentando a gran velocidad, situada ya en aguas más cálidas al norte de la isla Georgia del Sur. Los científicos creen que su total desaparición podría producirse en unas pocas semanas, terminando así con un fenómeno que lleva captando la atención mundial por el gran tamaño de este iceberg. Este gigantesco témpano conserva aún 1.770 kilómetros cuadrados de superficie y, en su parte más ancha, alcanza los 60 kilómetros de longitud. Va perdiendo bloques de gran tamaño En las últimas semanas el A23a ha ido perdiendo grandes fragmentos de hielo, alguno de hasta 400 kilómetros cuadrados, que se van alejando del bloque principal. Pero otros trozos más pequeños, que pueden representar un peligro para la navegación, se han separado también de él y flotan ahora en aguas del Atlántico Sur. Trayectoria que siguió el iceberg hasta el año pasado / AFP Andrew Meijers, oceanógrafo físico del British Antarctic Survey (BAS), explicó a la agencia AFP que el iceberg “se está desintegrando de forma bastante acelerada” a medida que avanza hacia el norte, y advirtió: “Básicamente, está derritiéndose por debajo. El agua es demasiado cálida para que se mantenga. Se está derritiendo constantemente”. El experto prevé que este proceso continuará y que, en pocas semanas, A23a dejará de ser identificable como una estructura coherente. Se separó de la Antártida en 1986 La historia de este gran iceberg comenzó en el año 1986, cuando se desprendió de la plataforma de hielo Filchner, en la Antártida. Poco después, encalló en el mar de Weddell, donde permaneció inmóvil durante un largo periodo de más de 30 años. En 2020, sin embargo, logró liberarse y fue arrastrado por el llamado “callejón de los icebergs”, una ruta oceánica impulsada por la poderosa Corriente Circumpolar Antártica que transporta estos gigantes hacia el Atlántico Sur. Vista aérea del iceberg A23a cuando aún estaba cerca de la Antártida / NASA Pero en marzo de 2025, A23a encalló nuevamente, esta vez en aguas poco profundas cerca de la isla Georgia del Sur, a unos 90 kilómetros de la costa. Este episodio generó preocupación por el posible impacto en las colonias de pingüinos y focas de la región, aunque el iceberg se desplazó poco después y continuó su trayecto hacia el norte. Fue entonces cuando incrementó su velocidad y llegó a recorrer hasta 20 kilómetros diarios. El BAS señala que la desintegración del iceberg podría tener un efecto positivo al liberar nutrientes en el océano, lo que favorecería la productividad biológica y, en consecuencia, a los depredadores locales. El desprendimiento de grandes icebergs es parte del ciclo natural de las plataformas de hielo antárticas y de Groenlandia. No obstante, científicos del BAS advierten que la frecuencia de estos eventos ha aumentado en las últimas décadas, paralelamente a la pérdida de masa de las plataformas de hielo, lo cual es debido al cambio climático de origen humano.

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