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  • Luis Suárez se manda otra cagada y le escupe la cara a un técnico mientras Busquets agredía a un rival.

    Concordia » Hora Digital

    Fecha: 01/09/2025 23:03

    Luis Suárez es reconocido en el mundo del fútbol por sus logros deportivos, pero también por morderle la oreja a Giorgio Chiellini en el Mundial de Brasil de 2014. Un hecho que se ha repetido dos ocasiones más. Ahora, el jugador uruguayo ha vuelto a protagonizar una polémica durante el partido de la final de la Leagues Cup de Estados Unidos, en el que también ha estado implicado su compañero de equipo Sergio Busquets. Un duelo que acabó perdiendo el Inter de Miami ante los Seattle Sounders por 3-0. La situación se volvió caótica cuando el árbitro señaló el final del encuentro con el marcador señalando 3-0 para Seattle. Las cámaras captaron con claridad el momento en el que Suárez, delantero uruguayo del Inter de Miami, escupió directamente a un integrante del staff técnico del Seattle Sounders, gesto que recuperó viejos fantasmas del pasado del jugador, sancionado en anteriores ocasiones por conductas similares. El conflicto se agravó con la participación de Busquets, ex centrocampista del FC Barcelona, quien intercambió golpes y lanzó un puñetazo al joven jugador Obed Vargas durante una tangana multitudinaria. La escena, difundida ampliamente en redes sociales y distintos medios, reflejó la tensión acumulada después de una final que el Inter de Miami no pudo disputar con firmeza. “A nadie nos gusta que al final del partido haya este tipo de acciones, cuando hay una reacción, puede ser que haya una provocación, pero no sé qué es lo que pasó”, expresó Javier Mascherano en la rueda de prensa posterior. Sus declaraciones eludieron la responsabilidad directa e insistieron en la falta de detalles sobre los hechos específicos protagonizados por los dos veteranos, ídolos históricos del fútbol europeo. Los incidentes eclipsaron el desarrollo deportivo del encuentro, uno de los principales eventos del año para el fútbol estadounidense. Con la derrota, el Inter de Miami se queda sin el título y acumula su segunda decepción decisiva de la temporada, después de la eliminación en la Copa de Campeones de la Concacaf ante Vancouver Whitecaps en abril. A pesar de la presencia goleadora de figuras como Lionel Messi y la expectativa generada por la llegada del argentino Rodrigo de Paul, el equipo arrastra una racha de resultados irregulares y sufre una dependencia excesiva de su estrella principal. La posición en la MLS refleja esas dificultades: el Inter de Miami ocupa la décima casilla en la Conferencia Este con un déficit de once puntos respecto al líder y cuatro partidos menos, situación que pone en entredicho sus aspiraciones a los playoffs y al título del Supporters Shield. Fallos defensivos, desconexión entre líneas y falta de respuesta ante rivales de peso han repetido los problemas evidenciados en la final ante Seattle. El proceso disciplinario abierto por la Major League Soccer (MLS) investiga a ambos jugadores. El reglamento contempla sanciones de entre uno y seis partidos, según la gravedad de las conductas, y penalizaciones específicas para actos que vulneren los principios de deportividad y respeto. La reacción del entorno futbolístico estadounidense fue inmediata. En canales de televisión y redes sociales, especialistas y aficionados exigieron sanciones ejemplares por lo sucedido en el Lumen Field, subrayando los riesgos que generan este tipo de episodios en la imagen de la competición. La mansión de Messi y Antonella con vistas al Mediterráneo El Inter de Miami, que suma varias incorporaciones internacionales en 2025, enfrenta presiones crecientes tanto en lo deportivo como en la gestión de crisis extradeportivas. La incapacidad para conquistar un título este año reaviva cuestionamientos sobre la dirección del club y sobre el impacto real de reunir a figuras consagradas del fútbol internacional en una plantilla con desequilibrios tácticos. Toda la atención se centra en las decisiones disciplinarias de la MLS, que debe pronunciarse en los próximos días y sentar precedente para futuras situaciones de indisciplina colectiva. Mientras tanto, la imagen de la final de la Leagues Cup continúa marcada por el enfrentamiento de Luis Suárez y Sergio Busquets, cuyo futuro inmediato depende ahora del dictamen de las autoridades del fútbol norteamericano.

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