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  • A tres años del intento de magnicidio contra Cristina Kirchner: La violencia política y la larga sombra de la proscripción - PLAZA DE MAYO

    CABA » Plazademayo

    Fecha: 01/09/2025 18:50

    Este 1 de septiembre se cumplieron tres años de uno de los hechos más desgarradores y simbólicos de la historia política reciente de Argentina: el intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner, vicepresidenta de la Nación. En la noche del 2022, cuando la exmandataria saludaba a los militantes y simpatizantes que se acercaban a su domicilio en el barrio porteño de Recoleta, un hombre identificado como Fernando André Sabag Montiel la apuntó a la cabeza con una pistola de uso civil. Sin embargo, el disparo no salió, aunque el hecho dejó una marca profunda en el país. Sabag Montiel no estuvo solo. Su novia, Brenda Uliarte, se encontraba en las inmediaciones, acompañándolo en lo que parecía ser un acto premeditado. El destino de esa noche estaba marcado por la suerte, pero también por las circunstancias políticas que rodeaban a la vicepresidenta y su figura dentro de la sociedad argentina. «Me Quieren Presa o Muerta»: La Frase que Perdura Tres años después, la frase de Cristina Fernández de Kirchner «me quieren presa o muerta» se ha hecho carne. La exmandataria la pronunció poco después de recibir una sentencia en su contra en el juicio por el caso «Vialidad», en diciembre de 2022, cuando el Tribunal Oral Federal 2 la condenó a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Aquel fallo fue dictado solo tres meses después de que se intentara asesinarla, lo que evidenció la vinculación entre el atentado y la persecución política a la que se veía sometida. Un contexto que, hasta hoy, sigue siendo un tema clave de la discusión pública: el ataque a Cristina no se juzga en su totalidad. La agresión fue una expresión extrema de los sectores de ultra derecha que, desde la pandemia, habían ido tomando fuerza en el país con discursos cada vez más radicalizados y violentos. Con ellos, también se fortaleció un clima de odio que se manifiesta en ataques directos a figuras políticas y en la deslegitimación de los pilares democráticos de la República. La Ultra Derecha, Javier Milei y el Ascenso de la Violencia El atentado contra Cristina Kirchner también visibilizó una de las caras más oscuras de la política argentina: el ascenso de la violencia verbal y política que había sido alimentada por ciertos sectores de la derecha. El odio hacia la exmandataria, y hacia el kirchnerismo en general, no solo se había traducido en campañas de desinformación, sino en acciones físicas que tocaban límites peligrosos. Lo más grave, sin embargo, es lo que no se está juzgando. El clima de violencia que desembocó en el atentado fue el mismo que contribuyó a la campaña de deslegitimación institucional y personal que Cristina sufrió en el período previo, incluyendo los duros discursos de figuras políticas que hoy ocupan lugares clave en la arena política, como Javier Milei, presidente electo en 2023. Su ascenso político estuvo marcado por una retórica cargada de descalificaciones, insultos y promesas de «pasar a la acción» para eliminar lo que ellos consideran «la casta política». La llegada de Milei al poder no hizo sino consolidar ese sentimiento de rechazo visceral hacia la figura de Cristina, que fue acompañado por la violencia simbólica y la constante degradación de los valores democráticos. El Caso Milman y la Impunidad Uno de los capítulos más oscuros en la investigación sobre el atentado es la aparición del nombre del legislador de Juntos por el Cambio, Gerardo Milman, en el expediente judicial. En septiembre de 2022, un asesor del Frente de Todos, Jorge Abello, declaró ante la jueza María Eugenia Capuchetti que había escuchado al diputado referirse al atentado antes de que ocurriera. Según Abello, Milman habría dicho: “Cuando la maten, yo estoy camino a la costa”, en una conversación en el bar Casablanca el 30 de agosto de 2022. Sin embargo, las dos asesoras que acompañaban al legislador en esa ocasión negaron haber oído tal frase. La investigación sobre estas declaraciones generó un intenso debate sobre la complicidad de algunos sectores de la política en el atentado, y sobre la posibilidad de que figuras de alto rango estuvieran al tanto de lo que se estaba gestando. Tres Años Después: El País que No Se Olvida A tres años del intento de magnicidio, la reflexión sobre lo ocurrido sigue siendo amarga. El país aún no ha logrado entender por completo las raíces de esa violencia política, ni tampoco las consecuencias que este tipo de ataques tiene sobre la democracia. El hecho de que no haya un juicio completo sobre los actores políticos que podrían haber incitado, facilitado o tenido conocimiento previo del atentado es una herida abierta que sigue sangrando. El atentado contra Cristina Kirchner es un recordatorio de lo que está en juego. La impunidad de los sectores más radicalizados y violentos, la persecución política y la violencia simbólica contra las figuras democráticas son amenazas que siguen latentes en Argentina. Y, mientras tanto, el país sigue buscando justicia, que hoy se presenta como un derecho no cumplido. El 1 de septiembre no es solo un día de recuerdo, sino también de lucha: por la justicia, por la memoria, y por la protección de los valores democráticos que parecen cada vez más frágiles. En esa lucha, la figura de Cristina Fernández de Kirchner sigue siendo un símbolo de resistencia, mientras el país continúa con la tarea de cerrar las heridas que aún no cicatrizan.

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