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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 01/09/2025 18:40
Las cinco señales de abuso en la pareja que los psicólogos consideran inaceptables bajo cualquier circunstancia (Imagen Ilustrativa Infobae) Las relaciones de pareja pueden ser refugio o convertirse en fuente de sufrimiento silencioso. Muchos signos de alarma surgen camuflados en gestos diarios, palabras sutiles o actitudes normalizadas que deterioran la autoestima y la libertad personal. Detectar estas señales a tiempo es crucial para proteger el bienestar emocional y evitar un ciclo de violencia invisible. En ese sentido, el abuso adopta formas progresivas, como el control extremo, la manipulación emocional o la humillación pública. Aunque algunos comportamientos pueden pasar inadvertidos al principio, los especialistas advierten que ciertos patrones en la pareja son motivo suficiente para replantear el vínculo. Estos no son simples desacuerdos: afectan profundamente la salud mental y no deben tolerarse bajo ninguna circunstancia. Identificar tales conductas resulta esencial para mantener la integridad emocional. Si bien toda relación enfrenta desafíos, existen señales de alerta que pueden transformar la convivencia en una fuente constante de estrés y ansiedad y, en muchos casos, escalan a situaciones cada vez más dañinas. Especialistas y organismos internacionales subrayan la importancia de reconocer a tiempo patrones dañinos en las relaciones íntimas para resguardar la autoestima y la salud emocional. – (Imagen Ilustrativa Infobae) La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la violencia de pareja íntima como cualquier comportamiento que cause daño físico, sexual o psicológico, incluyendo el abuso emocional y las conductas de control. Este tipo de dinámicas, advierte el máximo ente sanitario internacional, están estrechamente ligadas a problemas de salud mental como depresión, ansiedad y trastorno por estrés postraumático. En la misma línea, un informe de The Lancet Psychiatry señala que la violencia en la pareja es una de las formas más comunes de violencia a nivel global y un factor decisivo en la carga mundial de trastornos mentales. Una revisión sistemática en atención primaria, publicada en Family Practice, confirma que las mujeres que sufren este tipo de abuso tienen hasta cuatro veces más riesgo de desarrollar depresión, el doble de probabilidades de padecer ansiedad y una mayor frecuencia de síntomas físicos relacionados con el estrés. Por su parte, la psicóloga clínica y experta en terapia de pareja y relaciones, Marni Feuerman afirmó en GQ: “Si alguien no quiere tener una conversación abierta y trabajar en su comportamiento, llegarás a un callejón sin salida. Sin disposición al diálogo y al cambio, la pareja se estanca en dinámicas negativas”. 1. Mentiras, gaslighting y stonewalling Mentiras, gaslighting y stonewalling destruyen la confianza y perpetúan ciclos de manipulación y violencia emocional (Imagen Ilustrativa Infobae) El primer grupo de conductas que puede ser motivo de ruptura incluye mentiras, manipulación, gaslighting y stonewalling. El gaslighting describe la acción de hacer que la otra persona dude de sus propios sentimientos y percepciones, lo cual erosiona la confianza y conduce a cuestionar la realidad. El stonewalling, por su parte, consiste en aislarse durante discusiones, aplicar la ley del hielo y evadir todo intento de resolver los conflictos. Los engaños, presentes en ambos patrones, destruyen la confianza y perpetúan un ciclo de manipulación y violencia emocional que agota emocionalmente. 2. Control, love bombing y manipulación El control excesivo, el love bombing y la manipulación componen el segundo grupo de señales críticas. El primero aparece cuando uno de los miembros busca decidir sobre la conducta, la apariencia o las relaciones sociales de su pareja, limitando su libertad. Las faltas de respeto, burlas y humillaciones dañan la base del respeto y pueden causar sufrimiento emocional profundo (Imagen Ilustrativa Infobae) El love bombing se refiere a colmar de regalos, halagos o atención de forma desmedida como parte de una estrategia para manipular. Estas formas de abuso suelen iniciarse de forma sutil y aumentar en intensidad, generando desigualdad y poder en la relación. La manipulación suele reforzarse con culpa o mediante la retirada del afecto, para luego recompensar solo cuando la pareja cede ante la presión. 3. Faltas de respeto, burlas y humillaciones Las faltas de respeto, burlas y situaciones humillantes forman el tercer comportamiento identificado por los especialistas. El respeto es la base de cualquier vínculo sano, incluso en el desacuerdo. Cuando se recurre a la burla, la humillación o el desprecio, el objetivo deja de ser resolver el conflicto para causar daño. 4. Infidelidad La infidelidad va más allá de la traición sexual e implica cualquier acto que rompa los acuerdos y la confianza dentro de la pareja. Aunque algunas relaciones superan este episodio, cuando el comportamiento se repite o la otra parte no desea cambiar, los expertos consideran que la relación se vuelve insostenible. 5. Abuso emocional, físico, verbal o económico El abuso emocional, físico, verbal o económico representa una amenaza grave para la integridad y la salud mental de la víctima (Imagen Ilustrativa Infobae) Cualquier tipo de comportamiento abusivo representa una amenaza seria para la integridad de quien lo sufre. Estos patrones suelen presentarse con disimulo, pero con el tiempo se intensifican y pueden causar daños irreparables. La tolerancia a cualquier forma de abuso únicamente perpetúa el sufrimiento y la inseguridad. Permitir la existencia de estos comportamientos puede acarrear graves consecuencias, entre ellas la pérdida de autoestima, el aislamiento social y el deterioro de la salud mental. La detección temprana y la prevención son esenciales para evitar que estos patrones se consoliden y provoquen mayores daños. El abuso en una relación muchas veces permanece invisible; adopta formas sutiles como el control extremo, la humillación pública o la creación de inseguridad e aislamiento. Reconocer estas señales y actuar anticipadamente es esencial para resguardar el bienestar emocional y fomentar vínculos fundados en el respeto y la igualdad.
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