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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 01/09/2025 08:32
El experto de Harvard David Sinclair recomienda retrasar el desayuno para activar genes de longevidad (Imagen ilustrativa infobae) En los últimos años, los métodos para prolongar la vida y retrasar el envejecimiento han dejado de reducirse únicamente a la genética o a sofisticados tratamientos médicos. La tendencia global se inclina ahora hacia pequeños cambios en la rutina diaria que pueden tener un impacto significativo en la salud y la longevidad. Entre estas prácticas, el control del horario del desayuno y el ayuno intermitente se han convertido en temas de conversación recurrente entre quienes buscan optimizar su bienestar y vivir más tiempo con calidad. Retrasar el desayuno podría estar vinculado a una vida más larga y saludable David Sinclair, profesor de genética e investigador en la Universidad de Harvard, reconocido internacionalmente por sus estudios sobre envejecimiento y longevidad, ha planteado que ajustar el horario de la primera comida del día, dentro de un esquema de ayuno intermitente, puede activar mecanismos biológicos relacionados con la juventud y el bienestar. En una entrevista con GQ, Sinclair explicó que retrasar el desayuno de forma estratégica desafía la creencia tradicional de que este debe realizarse tempranamente para preservar la salud. Esta propuesta, respaldada por investigaciones recientes y opiniones de otros expertos, sugiere que la flexibilidad en el horario de las comidas podría aportar beneficios adicionales. El ayuno intermitente y la flexibilidad en el horario del desayuno ganan adeptos entre quienes buscan una vida más larga (freepik) El desayuno ha sido considerado esencial para reponer energía tras el ayuno nocturno, aunque su horario y composición generan debate. Especialistas en nutrición y longevidad reconocen su influencia en el metabolismo y el suministro inicial de energía, pero no existe consenso científico respecto al mejor momento para ingerirlo ni sobre la cantidad óptima de comidas diarias. Según GQ, la tendencia se orienta a una mayor flexibilidad, permitiendo que el desayuno se adapte a las preferencias y necesidades personales. Regla del desayuno y ayuno intermitente La denominada “regla del desayuno” que propone Sinclair consiste en extender el periodo de ayuno nocturno varias horas después de despertar. A GQ detalló que inicia su día tras ocho horas de sueño en un entorno fresco, favoreciendo el descanso pleno y prolongando el ayuno. El ayuno diario desde los veinte años puede optimizar la activación genética de longevidad (Freepik) Al despertar, evita el azúcar y consume resveratrol, un compuesto antioxidante. Este método busca optimizar la activación de los genes de longevidad dentro de un esquema de ayuno intermitente. Sinclair explicó: “Creo que tres comidas al día, más refrigerios, es demasiado. Pone al cuerpo en un estado de abundancia, lo que desactiva nuestros genes de longevidad. Por eso, conviene tener un período de ayuno diario desde los veinte años. Pero si eres más joven, no queremos desnutrición ni inanición, ese no es el objetivo. Lo que buscas es ingerir tus nutrientes y calorías en un período determinado. El que intento mantener son de 16 a 18 horas sin comer una comida copiosa. Eso es básicamente almorzar muy tarde o cenar mucho”. La denominada “regla del desayuno” que propone Sinclair consiste en extender el periodo de ayuno nocturno varias horas después de despertar (Freepik) El esquema implica comenzar el ayuno después de la última comida nocturna, sumar las horas de sueño y prolongarlo varias horas en la mañana, permitiendo que la primera comida se tome más tarde. Este patrón de ayuno intermitente, de 16 a 18 horas, gana adeptos entre quienes buscan mejorar su salud metabólica y frenar el envejecimiento biológico. Opiniones de otros expertos El método de Sinclair cuenta con el respaldo de otros especialistas. Rupy Aujla, médico británico especializado en medicina general y conocido divulgador en temas de alimentación y estilo de vida saludable, recomienda la alimentación restringida por tiempo, que implica mantener al menos doce horas de ayuno entre la última y la primera comida del día. Según Aujla, este hábito puede favorecer el equilibrio metabólico y la salud general. Por su parte, Mark Hyman, conocido por su trabajo en longevidad y haber sido director de Cleveland Clinic, resalta la importancia de hidratarse al despertar, ya que el cuerpo pierde líquidos durante la noche. Solo tras reponer líquidos, sugiere, debería realizarse la primera comida. La propuesta de Sinclair se basa en evidencia científica y promueve alternativas personalizadas para la longevidad (Imagen ilustrativa Infobae) El debate sobre la cantidad y frecuencia de las comidas se mantiene. Sinclair considera innecesario consumir tres comidas principales y varios refrigerios al día, aunque reconoce que algunos expertos proponen más de tres comidas pequeñas, según el estilo de vida, nivel de actividad y necesidades calóricas individuales. El objetivo, destacan los especialistas consultados por GQ, es garantizar una adecuada ingesta de nutrientes dentro de la ventana de alimentación, evitando tanto el exceso como el déficit. La propuesta de Sinclair ofrece una alternativa respaldada por la evidencia científica, sin presentarse como una solución única. Hay estrategias variadas que pueden ser beneficiosas; cada persona puede identificar la opción más conveniente según sus necesidades y metas.
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