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» Diario Cordoba
Fecha: 28/08/2025 14:21
España confirmó las peores sospechas ante Georgia en un partido en el que los de Scariolo demostraron falta de personalidad, fragilidad en la pintura y un lastimoso porcentaje en el tiro exterior en su inicio de defensa de la corona del Eurobasket. Pésimas sensaciones en el probablemente peor partido de la era Scariolo para caer ante un rival menor con el que nunca se había perdido. Restan cinco partidos por jugarse y nada está perdido, pero la imagen que deja España no invita al optimismo. No encontró Scariolo ni un referente con Aldama acumulando dos de diez en triples y los bases dejando muchas dudas (De Larrea con un doloroso -15 en valoración y Saint-Supéry anotando dos puntos y dando cuatro asistencias). Al descanso ya se advertía que en la segunda parte solo se podía ir a mejor (y no era cierto). No por el resultado (37-35), que solo dejaba a España dos abajo, pero sí por el juego. Pocas de las jugadas que Scariolo señaló en la pizarra cristalizaron porque el juego de España fue un despropósito durante toda la primera parte. Siendo benévolos se puede achacar a los nervios del debut. Un triple alocado de Aldama, un par de movimientos de carácter de Willy, el carisma de Brizuela para sacar adelante jugadas condenadas de inicio que no iban a ningún lado. Valga como dato que España solo se puso una vez por delante, y fue puntualmente, a falta de poco más de un minuto para el descanso. Georgia había llevado el partido donde le interesaba ante una España precipitada que perdía balones y regalaba lanzamientos de los que sacaban petróleo los interiores georgianos. Jugó Shengelia, más determinante en el primer tiempo que cualquier de sus futuros compañeros. Kamar Baldwin no andaba cómodo, pero sumaba en cada ataque ya fuera generando puntos o asistencias. Un partido lastimoso Salió más conectada Georgia con un parcial de (5-0) castigando un lastimoso 5 de 19 en triples (26%). Los ‘lelos’ dominaban las zonas con 26 rebotes por 18 de España y Shengelia llegaba a la decena en un cuarto de hora de juego. Pidió más intensidad Scariolo y eso se transformó en rebotes y velocidad que llevaron el partido a un (44-44). Pero le siguió otro parcial georgiano que puso el marcador (53-44) que volvía a poner el partido cuesta arriba a España en el tercer cuarto. “Estamos jugando sin querer defender y botando mucho la pelota”, diagnosticó Scariolo en un tiempo muerto. Poco más que añadir. A España le faltó hambre, pero, sobre todo, baloncesto. No leyó lo que tenía delante en ataque y tampoco lo que tenía delante en defensa. El tiro exterior era deficiente y la pintura española frágil para los interiores georgianos. Los de Scariolo cerraban el tercer con un anímico (57-49) anotando 15 puntos en este periodo y acumulnado un porcentaje en tiros libres del 50% (6 de 12). No salía nada. Aldama, con 12 puntos, y Willy, rebañando ocho en la pintura, eran los únicos que tiraban del carro. Un triple de Shengelia fue contestado por cinco puntos de Juancho y otra canasta de López-Aristegui que acercaban el marcador (61-56). Pero la inconsistencia de España volvía a dejar distanciarse a Georgia (70-60) con menos de cinco minutos por jugar y un dominio claro en la pintura de los georgianos (11 rebotes abajo) y unos porcentajes de tiro pésimos de tres (7 de 32) y de tiros libres (46%). Scariolo trataba de resucitar al equipo con tiempos muertos que no operaban ningún efecto en sus jugadores. Llegó a colocarse 16 arriba Georgia, pero España rebañó hasta el (83-69) final que resumía Willy a la conclusión: "Ya sabemos lo que no tenemos que hacer. Cuando juegas como equipo sabemos lo que pasa y cuando no, ya hemos visto lo que pasa". El sábado toca Bosnia, partido crucial tras esta derrota. Suscríbete para seguir leyendo
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