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Paraná » 9digital
Fecha: 28/08/2025 12:57
La empresa Energía de Entre Ríos S.A. (Enersa) comenzó a abordar de manera diferente la problemática de las conexiones clandestinas de luz. La decisión empresarial busca “revertir la herencia de largos años de inacción y abandono que han consolidado la cultura de la clandestinidad del servicio eléctrico en algunos sectores de la sociedad”. El presidente de Enersa, Uriel Brupbacher, afirmó: “Estamos ordenando la Empresa puertas adentro y, al mismo tiempo, regularizando la relación con nuestros usuarios. La transparencia también tiene que ver con la equidad: que todos los entrerrianos estén bajo las mismas reglas y que quienes cumplen no se vean perjudicados por quienes no lo hacen. Esta es nuestra política de gestión, y con este programa buscamos un servicio más justo, seguro y sostenible para todos”. El trabajo comenzó en los barrios Chacra 99, Paraná XX y El Morro de la capital provincial, donde se detectaron irregularidades que, en promedio, datan de 15 años de antigüedad. En el barrio Chacra 99, luego de tres semanas de gestiones, Enersa informó que logró regularizar al 100% de los usuarios que habían estado “colgados” de la luz durante 8 años, a pesar de ser un barrio de ingresos medios. En el Barrio El Morro encontró un 65% de conexiones clandestinas con un promedio de 20 años de antigüedad. En ambos casos el costo de la regularización fue nulo, destacó la empresa, dado que el abordaje se llevó a cabo con los recursos humanos de la empresa y los usuarios abonaron los costos que les correspondían. En el barrio Paraná XX, con 500 viviendas construidas por el IAPV, se constató 40% de conexiones clandestinas, las cuales tenían una antigüedad promedio de 18 años. Enersa valoró que el trabajo fue económico dado que los barrios ya contaban con todas las instalaciones necesarias para regularizar el servicio. Enersa estima que las pérdidas de energía por conexiones clandestinas en suministros residenciales superan el 10%. Se informó que el programa recién está empezando por Paraná y luego se extenderá a toda la provincia. Finalmente se remarcó que las conexiones clandestinas, además de suponer inequidad con los usuarios que cumplen con el servicio, implican “un serio riesgo eléctrico que es preciso combatir para evitar incendios, cortocircuitos o electrocuciones que no solo atentan contra la continuidad del servicio eléctrico sino también contra la propia vida de quienes las realizan y de terceros”.
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