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Parana » El Once Digital
Fecha: 27/08/2025 13:30
Familia cambió sus vacaciones de verano por seguir a Patronato en todos los partidos de visitante Por amor a Patronato, una familia entera cambió su viaje de vacaciones por la ruta de visitante. Claudio Lencina, socio vitalicio y fervoroso hincha del Rojinegro, decidió junto a su esposa y su pequeño hijo de tres años recorrer el país cada quince días para acompañar al equipo de sus amores, sin importar distancias ni sacrificios. “Este año cambiamos las vacaciones de la familia por ir a ver a Patronato cada 15 días a los partidos de visitante”, contó Lencina, con la emoción propia de quien no concibe la vida sin los colores rojo y negro. Familia cambió sus vacaciones de verano por seguir a Patronato en todos los partidos de visitante La decisión se tomó en enero, cuando, como cada año, la familia planificaba su descanso. Pero esta vez, el viaje fue distinto: “La idea surgió después de haber ido por primera vez a ver a Patronato. Se lo propuse a mi esposa y ella aceptó, junto con mi hijo”, recordó. La pasión por el club de sus amores El recorrido comenzó con el primer partido de visitante frente a Los Andes, de Buenos Aires donde Patronato ganó 3 a 1. Ese triunfo fue la chispa que encendió una travesía inolvidable. “Ahí sentimos que este sueño podía cumplirse”, relató. Desde entonces, cada viaje fue vivido como una fiesta familiar. Claudio no solo es hincha: es socio vitalicio y también colabora con publicidad en la cancha. Explicó que cada vez que el club juega fuera de casa “preguntamos si nos pueden acreditar como protocolo y gracias a Dios hemos accedido a casi todos los partidos”. milia cambió sus vacaciones de verano por seguir a Patronato en todos los partidos de visitante El amor por Patronato tiene raíces familiares profundas: “Mi papá me transmitió la pasión y ahora yo quiero que Mauro, mi hijo de tres años, lo viva de la misma manera”, expresó con orgullo. Un abrazo que lo dijo todo La historia de Claudio tomó relevancia cuando circuló una foto que lo mostró fundido en un abrazo con Alan Bonansea, delantero rojinegro. Ocurrió en el partido contra Atlanta, donde su hijo no pudo ingresar debido a las restricciones para menores visitantes. “El abrazo fue con el goleador y de ahí nació una linda amistad”, dijo con una sonrisa. Ese instante fue mucho más que una postal. Fue la confirmación de que los kilómetros recorridos, los gastos y las ausencias valieron la pena. “Vivimos con mucha pasión y queremos ir a todos los partidos con mi familia”, aseguró Claudio. Una familia detrás de los colores La esposa de Claudio también compartió la emoción en redes sociales, junto a la imagen del abrazo con el goleador. Allí escribió: “Cuando dijimos que no nos íbamos a ir de vacaciones para ir a los partidos de Patronato pensé: ¿será que vale la pena? Después nos dijeron que los niños no podían ingresar y se nos vino el mundo abajo. Me preguntó: ¿no te enojas si voy solo? Y cómo decirle que no, si su vida son estos colores. Hoy me mandan esta foto, abrazando a su ídolo, y digo: sí, vale cada viaje, cada kilómetro. Ese abrazo es lo mejor que le puede pasar. Los que no siguen esta pasión no lo van a entender nunca. Te amamos Clau, Mau y yo siempre vamos a acompañarte con la fe intacta por estos colores”. Claudio y un abrazo con Alan Bonansea Pasión que trasciende La vida de Claudio y su familia hoy gira alrededor de Patronato. Cada partido es una nueva aventura, cada ruta una historia que se suma al álbum rojinegro. En su casa, la pasión no entiende de vacaciones ni de excusas: entiende de amor, de herencia y de un compromiso inquebrantable con los colores que los identifican. “Patronato no es solo un club, es parte de nuestra vida”, resumió Lencina, convencido de que ningún destino turístico podría compararse con la felicidad de estar en la tribuna alentando al equipo de sus amores.
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