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Parana » AnalisisDigital
Fecha: 24/08/2025 10:00
En el programa de televisión “Memoria Frágil” que se emite todos los sábados a las 20:30 por Canal 9 Litoral, y también disponible en YouTube (http://www.youtube.com / @memoriafragiltv16), se abordó la vida del músico y poeta Jorge Méndez, músico, poeta y un referente del folklore nacional. Los testimonios de Ernesto Méndez, Santiago Miguel Rinaldi, Elpidio “Pato” Sosa, Daniel Tirso Fiorotto, Dardy Escobué y Hernán Rondán Grasso permiten valorar su legado cultural. Hay voces que no se apagan, aunque el silencio las envuelva. La de Jorge Méndez, cantor y poeta nacido en Paraná en 1942, sigue latiendo en cada rasguido, en cada estrofa que recuerda la raíz de esta tierra. Su vida es una canción escrita con paciencia de río, con hondura de monte, con la obstinada esperanza de quienes creen que el canto puede ser resistencia y también caricia. Antes de cumplir veinte años, Méndez ya había sembrado su nombre en el cancionero popular con esa “Canción del jornalero”, himno de dignidad que cruzó Cosquín en 1965 como un relámpago y lo instaló para siempre entre los grandes. Desde entonces, su voz y su guitarra se enlazaron con la historia del folklore argentino en los años de mayor esplendor. No fue un destello pasajero, sino un fogón persistente: una llama que iluminó con la misma fuerza la memoria del pueblo y el horizonte de los soñadores. Su poesía se nutrió de lecturas, de silencios, de conversaciones con los clásicos de la lengua castellana y con los poetas de su Entre Ríos natal. Allí donde otros escribían “letras” para canciones, Méndez levantó verdaderos poemas. Sonetos que, al vestirse de música, adquirieron la textura de chamarritas y vidalas, volviendo a probar que la lírica podía bailar con el pueblo sin perder su rigor literario. Obras como “Canción de Puerto Sánchez”, “Puentecito de la Picada”, “El viejo Aguará” o “Palabras al Principito” son parte del ADN musical de la región. Algunas de ellas traspasaron fronteras y lenguas: Puerto Sánchez fue traducida al inglés, al alemán y al guaraní -entre otros tantos idiomas-, como si el Paraná hubiera extendido sus brazos líquidos hacia otros continentes. Méndez nunca se perteneció del todo: lo suyo siempre fue del pueblo, como esa canción dedicada a Fernanda Aguirre, que todavía duele, o la que acompañó las luchas ambientales en Gualeguaychú, recordando que la poesía también sabe ser trinchera. Hoy, lejos de los escenarios y los micrófonos, el artista vive en Oro Verde, rodeado de libros que son también sus compañeros de viaje. Sus días se deslizan serenos, como un arpegio calmo: disfruta de la familia, de los amigos que lo visitan de tanto en tanto, y de ese sosiego ganado tras haber entregado una vida al canto y la palabra. Méndez rehúye los homenajes y rara vez concede entrevistas. Prefiere la quietud después de haber atravesado tormentas, incluso aquella de salud que lo marcó con un ACV. Pero, su legado está vivo: basta con que alguien entone “Canción del jornalero” para que resurja su voz de joven rebelde; o que un niño recite sus versos al Principito para que aparezca su ternura. La vida de Jorge Méndez es una milonga sin despedida. Sus canciones, como puentes de madera sobre la picada, permiten a las nuevas generaciones cruzar hacia un territorio donde lo popular y lo poético se funden sin contradicción. En cada rasguido de guitarra late su convicción de que cantar es también sembrar, y que el canto, como el río, no se detiene. Jorge Méndez, ese cantor de la poesía y el compromiso Jorge Méndez es y será de los grandes cantautores entrerrianos de la historia de esta provincia. Nacido en Paraná el 10 de Agosto de 1942, su primera inclinación artística fue hacia la poesía y luego siguió con el canto y la guitarra. Todavía no tenía 20 años y ya había escrito esa maravillosa Canción del jornalero, con la que en 1965 deslumbró al país, cuando logró el premio Revelación en el Festival de Cosquín. De allí en más concretó una trayectoria brillante, coherente y siempre comprometida con su pueblo en poesía, canciones y palabras. Ernesto Méndez “Mi viejo es el padre que me tocó en la vida y para mí es el parámetro de la normalidad, digamos. He convivido con él gran parte de mi vida. Y, entonces, la imagen que tengo de él como padre, precisamente, es la de un hombre muy vinculado a la música, a los libros, a la poesía y a la literatura, fundamentalmente. Entonces, todo lo que pudo haber sucedido después con la repercusión pública de sus canciones, de su actividad artística y demás, es como una situación colateral, digamos, ¿no? Pero, en el día a día, yo creo que es una de las herencias que más agradezco. El hecho de poder haber vivenciado -como te decía recién-, esta asiduidad, esta naturalidad… esto de lo cotidiano… el convivir cotidianamente con expresiones del arte, de la música, de la literatura, de la filosofía. Él siempre ha sido un gran lector. En su casa hay una habitación, en mi casa siempre hubo una habitación que se llamó ´La Biblioteca´, que precisamente es una habitación donde había una biblioteca, donde había un escritorio y era lugar de trabajo”. Santiago Miguel Rinaldi “Hace mucho que lo conocí a Jorge… en los ´40 y pico, casi ´50, cuando me inicié en Paraná. Y bueno… lo he presentado en muchas ocasiones. He tenido oportunidad de charlas. En los últimos años me pidió que publicara en mi página opiniones, reflexiones sobre distintos temas de la actualidad, inclusive algunas circunstancias y testimonios recordatorios de hechos de su gran carrera artística y musical. Lo he visitado en la casa y le debo visitas en los últimos tiempos; más aún todavía por su situación de vida y de salud. Lo que me ha hecho o me permitió conocer más en profundidad su creatividad poética, su estilo creativo que ha demostrado en su obra, y lo demuestra y quedará por los tiempos, es su sensibilidad por los temas sociales, mezclado con otras cuestiones como por ejemplo reflejar la simpleza de los gurises de la costa de Puerto Sánchez. O, por ejemplo, cuando él se enamora de la maestra en ´La Picada´, y entonces él caminaba por La Picada e iba al encuentro con la ilusión de todo enamorado. Son temas que canta el país y que he tenido la oportunidad de ver testimonios en otros idiomas (filmados y de audio) como ´Canción a Puerto Sánchez´, o ´Puentecito de La Picada´, se cantan en otros idiomas, en varios idiomas”. Elpidio “Pato” Sosa “Yo a Jorge Méndez lo veo por primera vez cuando yo iba a cuarto grado, o sea, que lo vi en el año ´62 en un acto de la Escuela Magnasco. Ahí lo veo por primera vez a Jorge Méndez. Con el tiempo charlamos con él y le cuento cuál era la canción con la que se presentaba. La canción que se presentaba era de Linares Cardoso y decía: ´Para cantar Entre Ríos, provincia de mi esperanza, hay que ser como el chiviro, tener dulzura y pujanza, hay que vibrar de emoción como la verde gramilla del aire acariciador de mi hermosa Patria chica´. Con ese tema se presentaba en los festivales. No se había ido a Cosquín todavía. En el año 1965, él va a Cosquín y es revelación justamente con este inolvidable tema El jornalero´ y que algún gobierno por ahí lo prohibió un tiempito; una estupidez más grande que una casa”. Daniel Tirso Fiorotto “A Jorge Méndez lo conocí de muy jovencito, personalmente, cuando vine a estudiar a Paraná, porque la primera entrevista que hice en mi vida como periodista fue a Jorge Méndez. Y la hice con dos amigos: Osvaldo Bodeán, que hoy sigue siendo periodista en Concordia, y Eduardo Pividori. Los tres estudiábamos juntos, con Daniel Enz. Incluso vivíamos con Osvaldo y Daniel… y el único que tenía experiencia en hacer entrevistas era Daniel; nosotros no. De manera que en una materia tuvimos que hacer una entrevista para practicar y elegimos a Jorge Méndez. De manera que fuimos a hablar con un cantor, con un compositor que conocíamos sus canciones, y resulta que claro, ahí nos encontramos con un hombre que nos hablaba de literatura, de grandes obras, y después con el tiempo fui sabiendo que era de muy jovencito era un lector. Y no leía solo, sino que leía, se reunía con amigos, uno de ellos todavía da fe de esto, que es Pedro Aguer. Se reunían a hacer lecturas de los grandes escritores del mundo, ¿no? Y de manera que, claro, nos sorprendió, en fin… nosotros jovencitos, con libros, obras, composiciones, música… Porque él siempre no sólo quiso ser poeta, incluso hay una poesía que lo dice, ¿no?: ´Si en este afán de poesía pudiera ser un poeta´, o una cosa así… ahora no me la acuerdo. Además, quiso siempre ser más ducho en la guitarra de lo que era, el piano y demás, y siguió estudiando. No sé hasta el día de hoy que está un poquito mayor, pero hasta hace poco seguía estudiando”. El apogeo del folklore argentino de los años ´60 lo llevó a entusiasmarse con los ritmos y rasguidos de su país que lo llevarían más tarde a crear canciones de raíz nativa, abandonando los incipientes estudios de guitarra para dedicarse fervorosamente a la composición poética- musical, hasta los días actuales. Dardy Escobué “Y Jorge Méndez fue uno de los impulsores con la canción para todos. Después, uno, como yo, fuimos agregándole algo, pero a Puerto Sánchez lo conocen todos por la canción que recorre todo el mundo. En todos lados, fue reconocido… y lo conozco acá cuando él venía domingo por medio caminando, silbando; cuando había barro acá y nos poníamos a charlar y me contaba. Él fue uno de los propulsores que hoy estemos en Puerto Sánchez lindo; que lo conozca el mundo. (…) Vamos a hacer un chiste, como yo le decía a él: -Jorge, en la canción algo está mal, algo está mal. -Pero Dardy -me decía-. Mirá -dice- recorrió el mundo en todos lados”. Sí, pero algo está mal.. Y bueno, me dice: - ¿En qué está mal? -Cuando vos decís que los gurises de la costa que lindos que son. Capaz que los viste de noche. ¡Ah!, me dice, ¡me estás jodiendo! ¡Sí! le digo. Esas anécdotas teníamos con él. Charlábamos y tomábamos mate y todo… Un amigo… un amigo”. Hernán Rondán Grasso “A Jorge Méndez lo conocí en el año 1981; estaba en pleno auge todas sus obras o las que se conocían, el caso ´El jornalero´, ´Puerto Sánchez´ y otros tantos. Lo conocí en el Colegio Don Bosco, en una peña. Y en esa peña estaba de directora, la señora de don Pepe Pirro, Teresita de Pirro. Y en esa peña, don Jorge Méndez me prestó su guitarra. Yo recién estaba haciendo las primeras armas en guitarra, digamos, incursionando en la música. Y fue, la verdad, que con el tiempo uno valora mucho esos gestos… ¿no? Don Jorge me prestó su guitarra y a partir de ahí como que empezamos a tener... yo tenía muy buena llegada con él, con Pepe Pirro”. Ernesto Méndez “Yo creo que en casa se vivía con total normalidad. Me está pasando hoy en día también como padre con mis hijos, el hecho de que haya alguien que haga música en la casa, redunda en que los hijos también en algún momento hacen música, digamos. El hacer música en casa siempre fue como una cosa muy natural… muy natural. Y una cosa que también digo muy a menudo, es que somos de una generación donde no había tanto espacio para dispersarse. Entonces, en mi caso personal, el contacto con la música fue natural, como quien salía con los amigos a jugar a la pelota o iban a la escuela; es decir, la vivencia musical se colaba entre los juegos de la infancia con gran naturalidad. Y bueno, eso, claramente, fomentado en un hogar donde se hacía música y donde hay una cosa más importante también: había una concepción de un valor; esta idea que en el arte y en la erudición en general hay un valor. Es decir, yo me crié pensando que los superhéroes no eran ni los deportistas, ni los magnates, ni los personajes de la farándula. ¿no? Eran los intelectuales. A dónde había que apuntar, a quién había que pretender parecerse, quiénes eran los modelos de vida, la gente a emular. ¿Quiénes eran?: los compositores, los poetas, los filósofos”. Elpidio “Pato” Sosa “Como Revelación de Cosquín, graba -no sé si su primero o uno de sus primeros trabajos de grabación-, y a partir de ahí, empieza… Ya lo conocen a nivel nacional, y le empiezan a cantar los grandes cantores, los grandes cantores le empiezan a cantar. imagínese que ´Canción a Puerto Sánchez´ se la canta Gerardo López que se había separado de Los Fronterizos; el ´Negro´ Gerardo López. Hay otra canción que se llama ´Desde la Loma´ que él me había regalado la partitura y tiene la particularidad de que tiene dos estrofas y el estribillo nada más. Entonces, cuando viene Gerardo López le dice: ´Yo no puedo grabar esto sino tiene cuatro estrofas y un estribillo´. Entonces, él le hace las otras dos estrofas que le faltan y Gerardo López se lo graba. Como Gerardo López, después canta en dúo con Víctor Velázquez, otro de los juglares nuestros, otro de los grandes juglares nuestros; ¡Víctor Velázquez!”. Jorge Méndez siempre fue un ávido lector de la literatura castellana y regional. Se preocupó por escribir poesías donde generalmente se escriben “letras” en el cancionero folklórico y dentro de la composición poética, el soneto fue la estructura preferida en su diaria tarea de lector-autor, musicalizando los propios y los de grandes poetas de Entre Ríos. Santiago Miguel Rinaldi “El comienzo… Hay que recordar que el comienzo trascendente de Jorge Méndez se produce hace exactamente 60 años, a mediados de la década del ´60, cuando va a concursar a Cosquín, aquel joven de Paraná. Y su creación triunfadora, la expresión del laburante que padece la falta de dinero y de trabajo muchas veces, del trabajador alternativo, del changarín, y que no le alcanza en algunas oportunidades para darle de comer a los hijos… dolorosísimo, que perduran los tiempos y seguirá así, lamentablemente, esa realidad. Estoy hablando de ´El Jornalero´, esa fue la creación que le permitió triunfar y estar junto a Jorge Cafrune y a tantos grandes que después trascendieron. Y esa trascendencia y esa fama, yo creo que Jorge nunca la buscó… nunca la buscó. Es más, no le interesó. Renegó del gran escenario. A él siempre le gustó la simpleza, la justicia social cantada, reflejada. Como cuando murió monseñor (Vicente Faustino) Zazpe, el obispo de Santa Fe, y le creó un tema a él. O cuando mataron a ese docente en el Sur en protestas que había en una ruta, también le hizo una canción. O cuando participaba de las marchas en reclamo por la aparición de Fernanda (Aguirre) con vida y que le hizo un tema a Fernanda también. Él fue mezclando todo eso. Por ejemplo, también las cosas históricas y simples, como reflejar en una poesía breve: ´Yo soy de Paraná desde el origen de la capilla de La Bajada´, que ese fue el origen de nuestra ciudad, no el 25 de junio”. Daniel Tirso Fiorotto “De manera que él, con Jorge, fue un poco un asombro encontrar a ese hombre en su casa y nos contó también algunas anécdotas de las dificultades del artista. Un artista en un país colonial como el nuestro, en donde se valora más lo de afuera. Entonces, a Jorge, tal vez cualquiera lo llamaba por teléfono, le decía, ¿podrías venir a mi escuelita? Y Jorge iba, ¿no? O un grupo de jubilados o un grupo de trabajadores. Vos te recordarás que, en las grandes marchas, en las grandes movidas, los trabajadores acá en Paraná, solían invitar a Jorge Méndez para que cantara su canción, ¿no es cierto? ´Jornalero que rumbeamos sin destino´ … Entonces, bueno, levantaba ovaciones porque las canciones de Jorge Méndez son entradoras. Él es un poeta y le pone melodía a su canción, macanudo… Pero, la composición en sí no es poesía ni es música: es eso… es una composición…. Es las dos cosas… tiene vida propia. Bueno, como dice un periodista deportivo, dice, ‘con dos papas te hace un pollo a la crema’, ¿no? Y Jorge es así. Porque el artista -como es el caso de Jorge- puede ver más allá de lo que es un hombre común. Entonces, él va a la periferia y ve el centro. Es una condición extraordinaria del artista. Y él vio en Puerto Sánchez el centro. Como lo supo ver también Miguel ´Polo´ Martínez, ¿no es cierto? O lo supo ver Linares Cardozo. Justo ¡qué casualidad! en Puerto Sánchez, ¿no? Bueno, evidentemente, es el centro de Paraná, ¿no? El centro entre lo que sería la lomada, la barranca y el río es Puerto Sánchez”. Hernán Rondán Grasso “Yo digo siempre que es uno de los mojones, bastiones importantísimos en la cultura de Entre Ríos, como lo han sido otros tantos… es también don Jorge Méndez. ¿Y qué me pasa? Me he sentido y me siento muy identificado con sus temas, con sus letras. Por ejemplo, de hecho, yo le grabé ´Guitarra para el camino´, que alguna vez contó la historia, que la guitarra le ha abierto puertas, y que hay lugares donde no hay quien las abra. Hay lugares que va con la guitarra y él tiene todas las oportunidades que ha tenido. Lo ha salvado de algunas situaciones la guitarra. En aquellos años ’70… jodidos, la guitarra fue quien le salvó el cruce por una ruta. Y bueno, después, qué más decir, que Puerto Sánchez, en una oportunidad, cantando con un grupo de gente en El Palmar de Colón, venía en guardaparque y era el hijo de Jorge, Guillermo. Y me dice: ´Ese es de mi papá, ese tema´. Entonces, bueno, ahí empezamos a charlar y fíjate vos las canciones, a veces la trascendencia que tienen, que uno por ahí no imagina cuando la cantas en el lugar que la cantas, qué puede suceder. Y don Jorge ha sido, creo, para muchos, también esa lucecita, ese camino a seguir”. Ernesto Méndez “Yo lo vivo con naturalidad y en algún momento también con un poco de sorpresa, porque creo que con muchas de las canciones de él han pasado ese fenómeno que creo que es el mayor reconocimiento que puede tener un autor, que es como decía (Atahualpa) Yupanqui: que la gente se olvide del autor, se recuerde las canciones y se olvide del autor. Y creo que muchas de sus canciones están tan arraigadas en el paisaje y en el inconsciente colectivo, que prácticamente ya se cantan a veces hasta sin pensar en el autor, digamos. Y esos fenómenos, son fenómenos que no se pueden imponer tampoco. Hoy tenemos también, cotidianamente, vemos artistas que surgen de la noche a la mañana y venden millones de discos. Pero, resulta ser que, al año, ya nadie se acuerda de quién son ni cuál fue el tema que ganaron ´X´ premio, ni nada por el estilo, ¿no? Pero, sin embargo, tenemos un cancionero, y no sólo con mi padre, un cancionero enorme, de músicas que han logrado precisamente esto: de arraigarse en la cultura nacional de una manera en la cual no necesitan… sucede como casi de una manera casi misteriosa. Porque no necesitan ni de los medios de comunicación, ni de grandes aparatos de difusión, sino que están como latentes en el corazón de la gente. Eso es un fenómeno increíble. Y vos viajas por el país y vas a Salta y vas a una peña y dicen: ´Vamos a tocar una canción de Entre Ríos y tocan Puerto Sánchez´. Y vos decís: ¿Cómo es esto acá? ¿Qué pasó?”. Elpidio “Pato” Sosa “Después, hay un tema que se llama ´La cruz de los alambrados´, que él recorriendo el paraje Las Piedras, ve una cruz en el alambrado con un ramito de flores artificiales. Pregunta que quién había muerto, porque generalmente cuando alguien muere, se le pone una cruz. Todavía se usa un poco en el campo. Le dicen que es un pescador, que con una tormenta sale al río y no vuelve nunca más. Entonces, el viene y escribe esa canción. Otra anécdota que tengo es el de ´Puentecito de la Picada´. La escribe a su primera esposa, a la madre de sus hijos. Era maestra de la escuela de La Picada. Y él iba a buscarla, y cuando iba a buscarla, escribió ´Puentecito de La Picada´. El puentecito viejo, el que dinamitaron allá por el ’62-’63. Después, pusieron un puente Bailey que estuvo no sé cuántos años hasta que hicieron el puente nuevo. Y el escribió esa canción para su primera esposa… Porque él estuvo muy enfermo de la cadera. Lo operaron de la cadera y estuvo sin caminar no sé cuantos meses en su casa de calle Gutiérrez. En esa época, él empezó a hacer unas artesanías, unos trencitos. Los hacía con los encendedores ´Carucita´ (encendedores largos y viejos). El los hacía con los encendedores y a la rueda las hacía con los brochecitos de alfileres de la ropa”. Jorge Méndez fue instalado su poesía, sus canciones, no solo en el país, sino también en el mundo. Eso le sucedió con la “Canción del jornalero”, pero también con “Canción de Puerto Sánchez”, “Puentecito de la Picada”, “El viejo Aguará” o “Palabras al Principito”. Puerto Sánchez fue traducida al inglés, al alemán y al guaraní. Todas obras que dejaron de ser de él y pasaron a ser del pueblo entrerriano, como sucediera también con la canción a la desaparecida Fernanda Aguirre o aquella por la lucha ambiental de Gualeguaychú. Elpidio “Pato” Sosa “Así que teníamos ese contacto fluido con él, que, aunque yo no lo hablara o no me hablara, yo sabía que él me estaba escuchando siempre. Por eso, siempre tenía alguien que me pedía, porque ´Canción a Puerto Sánchez´ es una canción que se canta en todo el país, es increíble, ¿no? Yo he viajado y ´Canción a Puerto Sánchez´ no la cantan solamente los de acá; la cantan de todos lados. Es un placer cantar ´Canción a Puerto Sánchez´. Otra anécdota que te quiero contar… él escribe ´Segador de la vida´, que dice: ´Ay segador de la vida, no apagues del todo mi voz, búscame un verso disperso y alguna canción´ … Daniel Toro, después de la enfermedad que tuvo en su garganta que perdió prácticamente la voz, vuelve y vuelve a cantar. Él siempre decía que cantaba con el oficio nada más, porque ya no tenía voz. Entonces, canta esta canción y dice: ´Esta canción se la robé a Jorge Méndez porque prácticamente me la escribió para mí. Es como si me la hubiera escrito para mí´. Ese es Daniel Toro… y alguna vez me comentó que Daniel Toro vino y le dijo: ´Jorge, me gustaría que me escribas una canción que lleve por título ‘Alguien me robó septiembre”. Cómo voy a escribir una canción, cuando me da solamente el título. Le digo: ´Jorge, a vos te sobra eso le dije yo, así que podés escribir. Así que le escribió una canción cuando Daniel Toro le sugiere precisamente ese título: ´Alguien me robó septiembre´” (…) La gente lo ama. Jorge Méndez es un tipo que sube a un escenario, aunque no lo inviten a los festivales, él va a los festivales y cuando alguien está cantando una canción de él, él sube a cantarla con ese cantor”. Dardy Escobué “Él siempre fue muy derecho y cuando decían algo que no le gustaba, no tenía problemas en decirlo. Él me decía que iba a recorrer todas las músicas y adonde él iba, le pedían que cante Puerto Sánchez. Y le preguntaban -me contaba- que le preguntaban cómo lo hizo y cómo era. Porque mucha gente que vino después de la canción, y se creía que era algo espectacular Puerto Sánchez. Y no… eran casitas de paja; ahora se fue arreglando. Pero, en esa época no había asfalto. Y la gente por ahí venía y se creía que era todo un paisaje bárbaro. Es un paisaje hermoso; vos venís y mirás el río. Tiene que ser uno de los mejores lugares que hay en Paraná… él lo diagramó hace 30 años” (…) Porque fue uno de los impulsores de muchas canciones muy buenas de la costa y los campos. Me parece que le faltaría un homenaje más, ahora que está en vida (…) Para mí, Puerto Sánchez es mi vida. Es mi vida. Yo no nací acá en Puerto Sánchez. Yo vine a los 7 años acá. Hoy hace 65 años que vivo acá. Vivía en La Escalera, allá donde vivían los Sánchez verdaderos, y por eso le pusieron Puerto Sánchez, que vivía Julio Sánchez, el viejo. Allá en la costa, que era como acá. Estaban las canoas, no había nadie. Estaban los ranchitos más arriba; bien en La Escalera, allá abajo. Todo se fue acomodando, pero también la canción ayudó mucho también a que lo conozcan a Puerto Sánchez (…) Ya lo cantaba, y el vino un día; que venía los domingos 10 de la mañana; venía silbando y nos poníamos a charlar y sabíamos tomar un mate con él. Muy bien, y un día me dijo: ´te voy a traer un regalo´. Y me trajo la canción en un cuadro de él y ahí lo tengo”. Daniel Tirso Fiorotto “Entonces, cuando pinta la belleza bucólica, lo bucólico del paisaje, uno va a decir: ‘pero este no es un artista comprometido’. Y cuando pinta una canción como ´El Jornalero´, va a decir, ‘pero, esto es un panfleto’. Siempre hay alguien que va a macanear sobre el artista. Yo creo que Jorge Méndez es un artista popular completo, ¿no es cierto? … que ha sabido expresar, un trovador que ha sabido expresar cosas. Y en su poesía también, en sus lecturas y en sus exposiciones, porque ha habido momentos cruciales de la vida política entrerriana en donde él se ha expresado públicamente, se ha comprometido y siempre con una línea, llamémosle, ´comunitaria´. Está más al lado del trabajador, y donde vos conversabas con Jorge y siempre en algún tema… no voy a decir una puteada porque no era de putear, pero sí una expresión crítica hacia el poder de turno. Y con mucha razón porque ya hemos visto nosotros que hemos venido con una decadencia hasta el día de hoy. Entonces, Jorge, con sus obras poéticas, con sus canciones, ha llegado al mundo y ha presentado a Entre Ríos al mundo. A mí me han preguntado qué es Puerto Sánchez. Y tengo que explicarles que es un barrio. No hay allí un gran puerto, ¿no? Pero, para el mundo… el mundo ha comprendido, capaz que más que nosotros, dónde está el centro ahí, ¿no es cierto? de la vida comunitaria, orillera (…) Jorge tiene ese carisma de contar algo y cantar, hacer una introducción, un contexto. Entonces, es el cantor entrerriano, ¿no es cierto? La gente de barrio, la gente de pueblo lo sabe a eso, ¿no? El cantor entrerriano, con algunas composiciones suyas, hasta el punto de que cuánto hace que fue revelación en Cosquín y eso es para pocos. Después, por esto que te decía antes, valorado a medias, ¿no es cierto?, porque como él se presta todos los días a algo, llega el momento del gran festival y ya Jorge es ´muy ordinario´, entre comillas, muy común. Entonces, lo llaman a otro, le pagan al de afuera y al de acá lo dejan en casa. De manera que cuando tuvo un problema de salud tuvo que salir a vender la guitarra, cosa que yo conozco. Es la vida del artista, con sus condiciones incluso para la artesanía y también para la artesanía en la composición en la poesía”. Ernesto Méndez “Esas canciones, como ´Puerto Sánchez´, ´Puentecito La Picada´, ´Canción del Jornalero´, son canciones que él compuso incluso antes de que yo naciera, en los primeros años de la década del ‘60. O sea, que son canciones que ya son sexagenarias. Y muchas de ellas -o todas-, no fueron compuestas con un fin profesional, o comercial, de decir, voy a componer una canción para hacer un disco, voy a componer una canción para hacer tal cosa... Componía canciones como una necesidad expresiva. Es decir, por ejemplo, ´Puentecito de La Picada´, fue una canción de amor que mi papá compuso hacia mi mamá, pero sin idea de que eso después se iba a transformar en lo que se transformó. ¿A dónde voy con todo esto? Que en esa época hay una cantidad enorme, enorme de canciones, que también -vuelvo a hablar de estas cuestiones de lo misterioso- uno nunca sabe exactamente cuáles son las que van a lograr anidar, digamos, en el corazón de la gente. Y así como este puñado que te nombré, son como muy importantes en el cancionero regional y nacional, hay algunas otras también que, a mi juicio, merecerían estar en ese lugar y por esos misterios de la vida no han llegado a tener ese espacio. Yo acabo de grabar un disco, precisamente al comienzo de este año, con canciones que compuse con el poeta Juan Manuel Alfaro y que, en el medio de eso, porque pensaba que temáticamente hacía sentido que formara parte de ese material, hay una sola canción que está como por fuera, digamos, de ese lineamiento. Que es precisamente una canción de mi padre que se llama ´Monte y delta´. Y que es una canción que yo creo que es un intento de rescatarla un poco del olvido, porque él la grabó hace muchísimos años. No ha tenido mayor difusión y es una canción de esta misma época, de los primeros años de la década del ’60”. Hernán Rondán Grasso “Jorge tiene variantes en su temática musical. Por ejemplo, El jornalero es muy de su tiempo de protesta y actualmente también siguen en vigencia todos esos temas. Pero también es muy paisajístico. De hecho, tenemos y nos toca muy de cerca aquí en Paraná… ¿Cuántos han venido a conocer Puerto Sánchez? O en el puentecito de La Picada… Cuántos han hecho videos en el puentecito de La Picada, sabiendo que a lo mejor que en su tiempo cuando venía y la traía a su señora que daba clase ahí en la Escuela Almafuerte, iba al puentecito de La Picada. Justamente, ahí nace ese rasguido doble maravilloso que muchos han grabado y tenemos la oportunidad de tener un repertorio. Pero, Puerto Sánchez, yo creo que fue el emblemático y fue el que más ha llegado a tantos números artísticos de renombre a nivel nacional. De hecho, no hace muchos años vino Soledad y cantaron juntos en el escenario de ´La Fiesta del Mate´. Y bueno, genera eso -como te decía recién- uno se siente identificado y quizás en muchos temas que él ha tenido como poeta, como compositor, ha tenido la oportunidad de poder plasmarlo y uno se siente identificado y trata de transmitir lo que Jorge ha hecho a través de la pluma”. Hace ya varios años que Jorge Méndez vive en su humilde casa de la localidad de Oro Verde, a escasos kilómetros de Paraná. Alejado de escenarios y fiestas, el cantautor sigue escribiendo poesía y dedica buena parte de su vida a la lectura, rodeado de sus dos inmensas bibliotecas. Y de vez en cuando se da tiempo para recibir algunos pocos amigos que llegan a visitarlo. Daniel Tirso Fiorotto “A Jorge Méndez lo reconoce el pueblo, no tanto la institución. Tampoco hay que esperar mucho, ¿no? Porque podrían haber acompañado más para que claramente fuera lo que era acá. Ahora ya no canta en los escenarios, ¿no es cierto? Pero, el cantor entrerriano que podía ser en su juventud, tanto los Jorge Méndez como los Zurdos Martínez cantaban… Era el gran momento de la canción del Noroeste, de Salta. Así que, con influencia del tango, influencia de Salta, de la zamba, poco a poco fueron organizándose con los ritmos del litoral, con gran influencia también de Ramón Ayala. Porque Ramón Ayala, si bien murió hace poco, es como si hubiera sido de siempre, ¿no? Ramón Ayala ha tenido gran influencia en nosotros. De manera que, sin dudas, esa línea de reconocimiento del pueblo en su paisaje de Ramón Ayala, ha influido en todos los entrerrianos (…) Y Jorge tenía esa capacidad de ver unas décimas al instante, era casi un payador, ¿no? De manera que por ahí se encontraba con un amigo y ya escribía unos versos, o lo iban a visitar y le dejaban unos versos y él le devolvía otros versos; una décima, porque en la palabra misma común de todos nosotros encontraba, ¿no es cierto? la rima y la métrica necesarias para esa canción de mañana. Y, verdaderamente, sin ser él un pescador, le cantó al río, ¿no? Sin ser él ¿no es cierto? a lo mejor un jornalero, le cantó al jornalero; y supo ver en los grandes movimientos revolucionarios del mundo, lo que él consideraba un camino, ¿no?”. Ernesto Méndez “La otra cosa que me parece interesante, hablando de estas cosas, de los aportes y de la experiencia de vida y demás, es que hay como un plus, o un valor agregado, de que en mi casa no sólo es la presencia de él, como te decía, con su audición, con sus libros, con sus músicas, con sus partituras, sino también con sus vínculos. Entonces, mi casa, la casa de mi infancia, es una casa que yo recuerdo, y cuando lo pienso ahora, digo, qué importante, ¿no? Es una casa donde pasaban habitualmente nombres de la música argentina que uno los ve en el bronce de arriba… Qué sé yo… visitantes asiduos como Daniel Toro, César Isella, Zamba Quipildor, y no quiero ser injusto de olvidarme de uno… Bueno, un amigo entrañable y de quedarse largas temporadas en casa: don Víctor Velázquez. Yo tuve el honor de aprender su milonga ´La Primavera´, precisamente, de mano del propio Víctor, que a veces pasaba por Paraná y hacía sus largas temporadas quedándose en mi casa. Así que, ¿a qué viene todo esto? Al privilegio de haber vivido en un ambiente que uno lo percibió siempre de una manera natural, y que, sin embargo, a la vuelta de la vida uno se da cuenta de los grandes privilegios que uno ha tenido”. Elpidio “Pato” Sosa “La provincia ni la Municipalidad nunca le dio un reconocimiento como le corresponde a muchos de los artistas que tenemos en Entre Ríos. Y menos a Jorge Méndez. Lamentablemente, tengo que decirlo con mucho dolor y no es por partidismo, porque pasaron gobiernos de todos los colores. Pero, nadie se ocupa de los artistas nuestros. Nosotros hacíamos el homenaje a Linares en la placita Pancho Ramírez, que fue donde se lo recuerda en el fallecimiento de él -en febrero- y no va nadie de ningún gobierno. El último intendente que fue, fue (Julio) Solanas. Y después aparecía con alguna palmita algún funcionario. Ninguno de los artistas nuestros tiene el reconocimiento que se merece. Jorge Méndez, por supuesto, es uno de ellos (…) Nosotros hicimos en el teatro municipal un ciclo que se llamó ´La noche de los nuestros´. Lamentablemente, cambian las políticas culturales y no se hizo más. A ´La noche de los nuestros´ iba a cantar gente que nunca había cantado en el teatro. Pero, además de eso, iba gente al teatro que nunca había ido. Los familiares de ellos… el abuelo, el tío, el nieto o el sobrino iban al teatro. Y él ya era habitué, pero detrás de bambalinas. Él ni siquiera quería que lo nombremos. El venía, se ponía a un costadito, miraba. Por ahí se iba afuera y cuando uno se descuidaba, desaparecía. Él era así. Pero, siempre estuvo con nosotros… Siempre”. Daniel Tirso Fiorotto “Él tenía una particular militancia por sus convicciones respecto de la familia sirio-libanesa o siria, ¿no? Entonces, cuando hicimos varias reuniones que había, como tantas veces, problemas en Siria, con exiliados, él colaboró muchísimo en esas reuniones de autoconvocados para ver de qué manera podíamos ayudar a tanta gente que terminó marchándose de su propia Patria. De manera que siempre tenía un agradecimiento a sus orígenes, ¿no? … de gente que ha venido inmigrante y en su agradecimiento al pueblo que lo cobijó. De manera que siempre nosotros recordamos a Jorge Méndez como un miembro de la comunidad sirio-libanesa, etcétera. Con tantos judíos que han venido acá y que han formado familias entre árabes y judíos. Hoy, cuando todo es guerra ahí, Entre Ríos, con los Jorge Méndez, muestra el mundo de la unidad, de la paz, de los vínculos familiares, del talento, floreciendo en Entre Ríos. Así que Entre Ríos le puede dar hoy a los israelíes y a los palestinos, el camino y la luz que ellos no encuentran. Y eso lo hemos visto con los Jorge Méndez, por ejemplo”. Jorge Méndez ya casi no acepta reportajes. Quiere vivir sus últimos años con tranquilidad, en paz y sin mayores compromisos de tiempo. Aquel episodio del ACV del que se fue recuperando poco a poco dejaron huella también. Disfruta de sus cosas, de sus hijos y su familia. Y no espera mayores reconocimientos ni homenajes. De esos que se merece por siempre. Dardy Escobué “¿Qué le diría? Y… tantas cosas lindas. Decirle: ´ ¡Gracias por todo, gracias por todo! ´. Porque fue uno de los impulsores que lo conozcan a Puerto Sánchez y a nosotros principalmente. Después, nosotros fuimos haciendo algo más para que lo conozcan todos a Puerto Sánchez. Yo con los comedores, otra gente con comedores. Hoy, hay toda gente de trabajo; todos hacen su moneda por derecha… bien. Se puede andar a la madrugada y que no le van a robar. Gracias a él una parte, que vino muchas veces”. Ernesto Méndez “Creo que de lo que renegaba era muchas veces del espíritu festivalero, ¿no? Y acá voy a entrar en un tema muy polémico. ¿A qué me refiero con el espíritu festivalero? A ese espíritu que suele arengar con las palmas, que suele apuntar siempre a la euforia colectiva, que suele apuntar a la efervescencia del público, ¿no? Hoy, hay muchos escenarios donde el éxito del artista está medido un poco por la reacción del público. Mientras el público más grita, más enfervorice, más aplauda, más se pare arriba de la butaca, pareciera que el artista es más reconocido. Mirá… tocaste un punto que me da para decir una cosa súper interesante. Durante muchos años toqué con él, lo acompañaba con la guitarra en los festivales. Y muchas veces nos ha pasado -y voy a decir el pecado y no el pecador- muchas veces nos ha pasado tener que subir a tocar después de uno de esos grupos que son varios músicos, fuertes, percusión, saxo, batería, ¿no? que dejan el público súper eufórico en el ´top´. Yo después me tengo que subir a tocar con la guitarrita. O sea, las únicas armas que tenemos para bajar al público de ese estado y de ese nivel, es la guitarra y la palabra… Y él tenía un poder que era subir al escenario y sin tocar la guitarra, recitar un poema y automáticamente el clima del escenario, el clima de las plateas del festival donde estuviéramos tocando, cambiaba automáticamente. Se ganaba el público en el bolsillo, con sólo recitar tres versos. Para mí, eso era una maravilla porque comprueba -y esto también lo decía el querido Zurdo Martínez-, parafraseando a Yupanqui, que decía algo así como que ´al público no hay que darle lo que pide, sino lo que se merece´. La prueba es que, a veces, es un facilismo pensar que el público quiere siempre la música fácil, la palma inmediata, la emoción superficial. Si uno tiene las herramientas y sabe cómo usarlas, siempre hay espacio para la palabra profunda, la palabra respectiva, la palabra que apela a otra profundidad”. Daniel Tirso Fiorotto “Si yo pudiera decirle a Jorge Méndez algo, le diría: ´ ¡Gracias porque nos has pintado ante el mundo! ´. Has colaborado con otros artistas; el artista no es solo, ¿no? Ahí están varios y varias… en la literatura, en la música, en la poesía, en las novelas. Y en lo que se refiere al canto, no solo ha escrito la poesía y le ha puesto melodía, sino que lo ha cantado con un carisma especial. Y le diría gracias por atendernos con tanta generosidad cuando éramos unos estudiantes de 18-19 años y fuimos a su casa y aprendimos a escribir, que después lo publicamos en una revista que teníamos en la facultad que se llamaba ´Inicios´… aprendimos a escribir nuestra primera entrevista con un poeta. ¡Así que gracias!”. Hernán Rondán Grasso “Yo creo que falta mucho reconocimiento, porque son personas que han dado y siguen dando a través de los temas, de su poesía, ese sentimiento puro por la provincia. Muchos, muchos poetas merecen todo el reconocimiento en vida. Dicen que los homenajes se hacen después de ido ya uno, ¿no? Pero, se tienen que hacer los reconocimientos. Y gente como él, que han hecho mucho, que han hecho conocer la provincia, que han hecho conocer a Paraná, que han hecho conocer a nuestros ríos… creo que merecen siempre un reconocimiento. Siempre. Nunca es poco (…) Con don Jorge alguna vez, de hecho, estuvimos en La Picada en una oportunidad y cantamos. Estábamos ´Los Entre Ríos y Cantores´, y cantamos ahí justamente ´El puentecito de La Picada, que siempre remarco esto: una cosa es cantar un tema en un lugar ´X´, pero en el lugar citado, donde está, donde se hizo la canción, en el lugar emblemático, cantar ese tema ahí, es emocionante… te transporta a lo mejor hasta más fino e hilas fino el cantar el tema que pertenece a ese lugar”. Puentecito de la picada (Rasguido doble) Letra y Música: Jorge Méndez “Para decirte cuánto te quiero salí con destino a La Picada y en el camino tu linda cara pintaba el sol. Olor a hierbas por las mañanas, yo de chambergo y de alpargatas, viendo el paisaje de La Picada pensaba en vos. Crucé por aquel puente sin saber nada que alegremente alguien allí me aguardaba y sonrientemente se transformaba como bella flor. El agua murmuraba bajo el puentecito, el cielo se bañaba en el arroyito y toda la floresta se vestía de fiesta como vos y yo. Yo soy del lado de La Bajada, ranchito pobre, poquita plata pero qué importa si en La Picada tengo mi amor. Olor a hierbas por las mañanas, yo de chambergo y de alpargatas, viendo el paisaje de La Picada pensaba en vos”. Memoria Frágil: Jorge Méndez, ese cantor de la poesía y el compromiso
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