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Parana » AIM Digital
Fecha: 23/08/2025 08:42
El Acuerdo de París marcó una nueva era en la respuesta colectiva de los gobiernos al cambio climático concertada para involucrar a los sectores de la economía, la sociedad y todos los niveles de gobierno en la consecución de objetivos climáticos multilaterales. Por Norberto Ovando (*). Especial para AIM. En unos meses se cumplirán diez años del tratado internacional denominado “Acuerdo de París” (adoptado por 196 Partes en la COP21 en París, el 12 de diciembre de 2015 que entró en vigor el 4 de noviembre de 2016) jurídicamente vinculante. El Acuerdo transformó la política del cambio climático alejando un sistema de objetivos de arriba hacia abajo e introduciendo un marco más flexible basado en planes nacionales, compromisos voluntarios y objetivos compartidos. Este enfoque abrió un espacio para que ciudades, regiones, empresas, inversores y la sociedad civil contribuyeran de forma más directa. También revitalizó la cooperación internacional, contribuyó a ampliar la base de la acción climática global y limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius. Desde entonces, la acción climática se ha expandido drásticamente. Las empresas han establecido objetivos de cero emisiones netas y las ciudades han puesto en marcha programas locales de adaptación y resiliencia. Las comunidades indígenas han restaurado ecosistemas dañados y las instituciones financieras han comenzado a transferir capital. En todos los sectores y regiones, el número de iniciativas ha aumentado para apoyar la formulación de políticas nacionales. Sin embargo, la experiencia de la última década ha demostrado que, si bien el marco ha ampliado la participación y ha generado avances significativos, no ha resuelto la necesidad de una mayor coordinación, una ejecución más clara y un apoyo más consistente para impulsar aún más la acción en todo el mundo. Muchas iniciativas siguen operando de forma aislada, con mecanismos limitados para comprender el progreso colectivo o conectar esfuerzos entre sectores. Para abordar este problema, los Campeones de Alto Nivel sobre el Clima y la Asociación de Marrakech han lanzado un programa de trabajo que se centra en alinear la acción climática ya en marcha en todos los sistemas de los que todos dependemos. Este programa constituye la columna vertebral operativa del recién lanzado… “Agenda de acción brasileña de la COP30”, que pone los esfuerzos existentes en un foco más nítido en torno a 30 objetivos compartidos alineados con el inventario Mundial. Los objetivos de la Agenda de Acción de la COP30 se agrupan en seis ejes principales: -transición energética, industrial y de transporte; -gestión de bosques, océanos y biodiversidad; -transformación de los sistemas agrícolas y alimentarios; -desarrollo de la resiliencia de las ciudades, la infraestructura y el agua; -fomento del desarrollo humano y social; y -un enfoque transversal en facilitadores como las finanzas, la tecnología y el desarrollo de capacidades. Los objetivos abarcan desde triplicar la capacidad de energía renovable y detener la deforestación hasta lograr el acceso universal a una cocina limpia y garantizar sistemas de agua seguros, sostenibles y equitativos. El esfuerzo está estrechamente vinculado a los procesos de planificación nacional en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc) y el Acuerdo de París. Al alinear las iniciativas voluntarias con las Nationally Determined Contributions (NDCs) - Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) y los Planes Nacionales de Adaptación (PNA), el programa de trabajo busca conectar la ambición global con la implementación local, garantizando que la acción climática no solo sea más audaz, sino también mejor coordinada entre los niveles de gobierno y sectores de la sociedad. El programa de trabajo está diseñado, además, para apoyar la implementación donde más importa, amplificando enfoques efectivos y ayudando a los actores del ecosistema climático a comprender cómo su trabajo se conecta con los sistemas que impulsan la vida cotidiana. Cada objetivo cuenta con el apoyo de Grupos de Activación, conformados por iniciativas que ya trabajan en ese espacio. Estos grupos son responsables de identificar barreras, coordinar esfuerzos de implementación, compartir soluciones prácticas e informar sobre los avances. Los avances se vienen compartiendo a lo largo del año y se revisarán en noviembre 2025 durante la COP30 que se realizará en la ciudad de Belém, Brasil como parte de un esfuerzo más amplio para definir un enfoque más coherente, responsable y duradero para la acción climática. Conclusión Combatir el hambre y promover la seguridad alimentaria, por ejemplo, es un factor clave de resiliencia y un objetivo a largo plazo según al Artículo 2.1 (b) del Acuerdo de París. La naturaleza multifacética del desafío climático exige soluciones innovadoras que se adapten a las circunstancias regionales, nacionales y locales para beneficiar a más comunidades y países. Se debe impulsar la acción climática global mediante la coordinación de los esfuerzos de las empresas, la sociedad civil y todos los niveles de gobierno. Debemos todos, gobiernos, empresas, inversores, ONGs, académicos y ciudadanos intensificar nuestra respuesta global al cambio climático. Fuente: ONU/Cmnucc/Aapn * Presidente / Asociación Amigos de los Parques Nacionales (Aapn) Experto Comisiones Mundial de Áreas Protegidas (Wcpa) y, Educación y Comunicación (CEC) Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (Iunc)
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