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» Nova Entre Rios
Fecha: 23/08/2025 05:20
El Financial Times informó que el nuevo gobierno sirio, liderado por el presidente Ahmed al-Sharaa, lanzó una amplia campaña para desmantelar el imperio de la Fenetilina heredado del régimen de Bashar al-Assad. Esta droga es conocida también como Captagon, Biocapton y Fitton. En los últimos años, Siria se convirtió en uno de los mayores centros de producción y exportación de drogas del mundo, con un valor comercial anual que supera los cinco mil millones de dólares. Según el periódico, la producción y el contrabando de Captagon se redujeron hasta en un 80% desde la caída del régimen de Assad en diciembre pasado. Sin embargo, aún quedan desafíos importantes debido a la resistencia de las redes criminales y al vacío de seguridad en algunas zonas. El diario señaló que el Captagon era ampliamente utilizado entre los soldados del régimen anterior, añadiéndolo a alimentos y bebidas para mejorar la resistencia y combatir el hambre. El régimen también aprovechó la infraestructura farmacéutica y los puertos marítimos para exportar el producto. Arrestos a pesar de la actividad de las milicias. Maher al-Assad, hermano del presidente derrocado y comandante de la División 4, jugó un papel central en este comercio, brindando protección a contrabandistas y convirtiendo instalaciones como el aeropuerto militar en centros de producción. El informe confirmó que las nuevas fuerzas sirias llevaron a cabo importantes operativos en los últimos meses contra laboratorios y almacenes en barrios privados vinculados al antiguo régimen, y arrestaron a figuras prominentes en el tráfico de drogas, incluido Wasim al-Assad, primo de Bashar al-Assad, en junio pasado. Guerra a largo plazo. A pesar de estos ataques, algunas zonas permanecen fuera del control del gobierno, en particular en Sweida, Deir ez-Zor y Hasakah. En estas zonas se desarrolla la actividad de milicias vinculadas a Irán y Hezbollah, que siguen contrabandeando drogas utilizando drones y otros métodos innovadores. El periódico concluyó su informe enfatizando que la guerra contra las drogas en Siria no durará poco, dada la creciente demanda regional por un lado, y los constantes desafíos de corrupción y complicidad entre algunos factores de seguridad por el otro, lo que hace que la lucha sea larga y compleja.
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