22/08/2025 12:40
22/08/2025 12:39
22/08/2025 12:39
22/08/2025 12:39
22/08/2025 12:39
22/08/2025 12:39
22/08/2025 12:38
22/08/2025 12:37
22/08/2025 12:37
22/08/2025 12:37
Parana » Entreriosya
Fecha: 22/08/2025 09:11
En un partido reñido, River, que no le encontró nunca la vuelta al partido, empató 1-1 ante Libertad en los 90 minutos. Luego ganó 3-1 por penales en el Estadio Monumental para avanzar a los cuartos de final de la Libertadores, donde enfrentará a Palmeiras. El equipo de Gallardo sufrió durante los 90 minutos pero rompió su mala racha en la tanda de penales y se metió entre los ocho mejores de América. Franco Armani fue figura por lo hecho en el partido y por haber atajado el último remate de la tanda. Fue un partido complejo para River, que sufrió un defecto acostumbrado: la inconsistencia. No tuvo continuidad en el juego ni en el dominio y por eso tampoco pudo sostener la ventaja en el marcador. De todos modos, con el resultado puesto, mostró el corazón necesario en la Libertadores. En el primer tiempo salió a imponer condiciones, pero nunca terminó de arrinconar a Libertad. Sus mejores momentos fueron de la mano de Juan Fernando Quintero, que en el segundo tiempo salió reemplazado por la urgencia de la expulsión de Giuliano Galoppo. Una vez más, Sebastián Driussi fue el hombre clave del ataque. Con él, el equipo se siente más cerca del gol que cuando no está. A los 28, apareció para aprovechar un rebote y marcar el primero. Pero River no pudo sostener la ventaja. Se desinfló con el correr de los minutos. Era fundamental llegar al descanso con el 1-0, pero cerca del final Robert Rojas marcó el empate tras un córner. Ese es otro de los rasgos de la falta de regularidad del equipo de Gallardo: la incapacidad para manejar los partidos desde el marcador a su favor. Segunda mitad El segundo tiempo tomó forma de típico partido de Libertadores. Desordenado, sin mucho tiempo para pensar y demasiado cortado. La expulsión de Galoppo a los siete minutos terminó de condicionar al local. A partir de ese momento, y más aún con la salida de Quintero y el ingreso de Matías Galarza, solo le quedó el temperamento como motor del ataque. En últimos minutos, el visitante hizo pesar la superioridad numérica y estuvo a punto de quedarse con la serie ante un River agotado y sin respuestas futbolísticas. Libertad era un rival limitado, más sacrificado que criterioso, pero la ausencia de ideas y decisión complican contra cualquier adversario. River no pudo ganarle porque no tiene funcionamiento regular. En definitiva, River no jugó bien y mostró los errores de siempre, pero aguantó al final el empate y luego tuvo lo necesario para ganar la tanda de penales. Ahora, contra Palmeiras necesitará mucho más. Con información de ESPN Podes comentar y leer comentarios sobre esta noticia mas abajo
Ver noticia original