21/08/2025 15:32
21/08/2025 15:32
21/08/2025 15:32
21/08/2025 15:32
21/08/2025 15:32
21/08/2025 15:31
21/08/2025 15:31
21/08/2025 15:30
21/08/2025 15:30
21/08/2025 15:30
» Diario Cordoba
Fecha: 21/08/2025 12:47
España vive en 2025 un preocupante repunte de ahogamientos, el más alto de la última década. Solo en julio perdieron la vida 92 personas, y la cifra anual ya supera los 300 fallecidos, según datos de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS). El grupo más afectado es el de personas mayores: 94 víctimas de los 300 fallecidos tenían entre 65 y 74 años, y 42 superaban los 75. Este dato evidencia la fragilidad de un colectivo cada vez más numeroso debido al envejecimiento de la población. Las personas mayores, los más afectados en los ahogamientos: la playa aporta beneficios... pero con riesgos El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM) insiste en que la playa ofrece múltiples beneficios para la salud de los mayores —mejora la movilidad, alivia dolencias musculares y articulares, favorece la circulación y fortalece el sistema inmune—, pero también advierte de los riesgos del verano: desde ahogamientos hasta golpes de calor, caídas, quemaduras solares y complicaciones médicas agravadas por el calor. Los principales puntos de riesgo se centran en el equilibrio, la orientación, la medicación hipotensora o sedante, los golpes de calor... / El Periódico Principales riesgos (y recomendaciones) para las personas mayores en la playa Los fisioterapeutas madrileños han elaborado un decálogo con recomendaciones para reducir accidentes como los ahogamientos y garantizar una estancia segura en la costa: Problemas de equilibrio. La arena, el oleaje y el hecho de caminar descalzos pueden dificultar la movilidad. Se aconseja bañarse acompañado, en zonas seguras, con bandera verde y evitando aguas profundas o con poca visibilidad. La arena, el oleaje y el hecho de caminar descalzos pueden dificultar la movilidad. Se aconseja bañarse acompañado, en zonas seguras, con bandera verde y evitando aguas profundas o con poca visibilidad. Menor percepción del riesgo. Algunos mayores no son conscientes de los peligros por sentirse en buen estado físico. Es esencial la supervisión de familiares o acompañantes. Algunos mayores no son conscientes de los peligros por sentirse en buen estado físico. Es esencial la supervisión de familiares o acompañantes. Desorientación. Las playas amplias y concurridas pueden confundir a personas con deterioro cognitivo o problemas sensoriales. Lo ideal es que siempre estén acompañados y tengan identificados los puntos de socorro. Las playas amplias y concurridas pueden confundir a personas con deterioro cognitivo o problemas sensoriales. Lo ideal es que siempre estén acompañados y tengan identificados los puntos de socorro. Sensibilidad al frío. La entrada al agua debe hacerse de forma gradual para evitar cambios bruscos de temperatura corporal. La entrada al agua debe hacerse de forma gradual para evitar cambios bruscos de temperatura corporal. Medicamentos. Fármacos con efecto sedante o hipotensor aumentan la probabilidad de hipotermia en aguas frías; en estos casos, el baño debe ser supervisado. Fármacos con efecto sedante o hipotensor aumentan la probabilidad de hipotermia en aguas frías; en estos casos, el baño debe ser supervisado. Problemas cardíacos o neurológicos. Patologías como cardiopatías, Parkinson, epilepsia o trastornos cognitivos incrementan el riesgo de accidente en el agua. Patologías como cardiopatías, Parkinson, epilepsia o trastornos cognitivos incrementan el riesgo de accidente en el agua. Hidratación insuficiente. Muchas personas mayores no sienten sed con la misma intensidad. Es fundamental beber agua con frecuencia para evitar deshidratación. Muchas personas mayores no sienten sed con la misma intensidad. Es fundamental beber agua con frecuencia para evitar deshidratación. Golpes de calor. Para prevenirlos, los especialistas recomiendan ropa ligera, gorra o sombrero, gafas de sol homologadas, evitar las horas de más calor y usar protección solar. Para prevenirlos, los especialistas recomiendan ropa ligera, gorra o sombrero, gafas de sol homologadas, evitar las horas de más calor y usar protección solar. Alimentación adecuada. Las comidas ligeras, con frutas frescas y ricas en agua, son preferibles a platos grasos o pesados durante una jornada de playa. Las comidas ligeras, con frutas frescas y ricas en agua, son preferibles a platos grasos o pesados durante una jornada de playa. Problemas habituales en verano. Infecciones como otitis, conjuntivitis o hongos son más comunes en esta época y requieren atención en personas con salud más frágil. Y con todas estas recomendaciones nuestros mayores podrán disfrutar de la playa y sus altas temperaturas con algo más de seguridad (siempre que haya cuidado y se tengan en cuenta, claro).
Ver noticia original