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» Clarin
Fecha: 19/08/2025 12:56
Cuando era joven, Agustín Saez se imaginaba que conocería muchos países del mundo. Distintas situaciones vinculadas al ámbito estudiantil le facilitaron la concreción de ese sueño, hasta que, antes de sus 30 años, llegó a conocer 100 Estados, no sin pasar situaciones difíciles en algunos de ellos. A la par de esto, creó su propia compañía de tecnología, con la que le presta servicios al famoso conglomerado Louis Vuitton. Desde Italia, donde ocasionalmente está de vacaciones, le contó su historia a Clarín. El despertar del sueño, gracias al estudio Agustín Saez nació en la ciudad de Mendoza, Argentina, allá por 1994. A los siete años, se fue a vivir a San Luis debido a que su padre se tuvo que mudar por trabajo a dicha provincia. De nuevo en la ciudad del vino, a los 12, Agustín comenzó a soñar con conocer distintos países mundo. Agustín Saez en Colombia. Desde joven, el mendocino soñaba con recorrer el mundo. Foto: cortesía Agustín Saez Sin embargo, confiesa que las verdaderas ganas de viajar se le despertaron tras ir a Brasil por viaje de egresados de la secundaria. Después de esa experiencia, dice, se dio cuenta lo interesante que puede resultar visitar lugares y observar culturas extranjeras. "Cuando tenia 18 años me miré al espejo y dije que quería conocer un país por año hasta mis 80. Después esa cifra se aumentó, casi sin quererlo, hasta 100", detalló Agustín Saez en diálogo con Clarín. Sin embargo, antes de emprender su proyecto y por mandato familiar, Agustín tenía que seguir una carrera universitaria. Por tanto, en 2013, ingresó a la Universidad de Cuyo para cursar Administración de empresas, sin imaginar que esto lo acercaría a su plan. Mientras estudiaba allí, como parte de un intercambio organizado por la facultad, recibió en su casa a un alumno de Francia que estudiaba la misma licenciatura. El mendocino le convidó empanadas, asado y Fernet, y entre charla y charla se entusiasmó con la idea de viajar al país galo para profundizar el aprendizaje del idioma francés, que manejaba parcialmente. Por tanto, comenzó las tratativas para aplicar él a un intercambio, hasta que finalmente lo logró. "La Universidad me otorgó la posibilidad de estudiar en una institución en Borgoña, donde hice seis meses de mi carrera", especificó Agustín. Pero el argentino iba por más. Después de terminar su estadía en Francia, con tan solo 19 años, aprovechó que estaba en Europa para conocer 35 países. Agustín Saez en Francia, donde realizó su intercambio estudiantil. Foto: cortesía Agustín Saez Fue entonces cuando se volvió viral en las redes sociales por explicar como moverse por el continente con el presupuesto aproximado de 10 dólares diarios, ahorrando dinero al trasladarse a dedo y al quedarse a dormir en casas particulares. Así, Agustín viajó desde París hasta Moscú, y desde allí a Estambul, pasando a pie por la frontera entre Rusia y Ucrania. De Mendoza a Louis Vuitton: el recorrido por los 100 países Tras volver a Argentina, en 2016, Agustín Saez se inscribió en UNCUYO INNOVA, un concurso organizado por su universidad, que premia a las ideas innovadoras plausibles de ser implementadas en el ámbito facultativo. Para participar, Agustín diseñó un proyecto destinado a conectar a estudiantes de la universidad con extranjeros en una doble dirección: los locales enseñarían el funcionamiento de la institución a los visitantes, y estos últimos transmitirían a los primeros la forma en que les gustaría ser tratados. Nuevamente, el mundo de la academia le daría un empujón a su sueño, ya que obtuvo el primer puesto de la competencia y, con ello, logró una visibilidad inesperada por la que fue reconocido por una empresa de tecnología de París, que le ofreció hacer una pasantía. Ya recibido, el mendocino aceptó la propuesta sin dudarlo. Con sus jóvenes 21 años, dejó Mendoza para instalarse en la ciudad de las luces. Al terminar la experiencia, la compañía que lo había tomado como pasante le ofertó un contrato a tiempo completo, y fue entonces que Agustín tomó la decisión de su vida: irse a vivir a la capital francesa. Así entonces, trabajó como empleado efectivo por varios meses, durante los que se especializó en programas de software. A la par de ello, en cada vacación o fin de semana largo, continuó con la visita de países. Empezó el recorrido por los Estados más cercanos a París y después siguió por los de Asia, mientras que a los de América los conoció en los mismos viajes en los que regresaba a nuestro país para visitar a su familia. "Agarraba como punto de partida París y desde allí hacia como un compás para ver hasta donde podía llegar en tren y en micro, y después empecé a volar en low cost y a cambiar millas para viajar a los Estados de Asia. América fue salteado, recorría los países cuando volvía a Argentina", recordó el viajero a Clarín. Así, casi sin darse cuenta y con apenas 30 años, Agustín ya conocía decenas de países, por lo que se propuso llegar a la cifra de 100 para darle un final redondo a su odisea. Cuando le faltaba solo un Estado para alcanzar ese objetivo, eligió que el próximo destino fuera Tayikistán, nación ubicada en el centro de Asia, que le interesaba pues conocía a los países vecinos y le habían encantado. Finalmente, arribó a Tayikistán el 1 de agosto de 2025, y así se convirtió en el primer mendocino de la historia en conocer 100 Estados, además de ingresar en la reducida lista de argentinos que han logrado alcanzar esa cantidad de naciones. Ese país asiático, además de ser clave para su odisea, fue el que más le gustó de entre todos los que visitó. "Es muy pequeño, pero su naturaleza con montañas es hermosa y, además, allí vive la gente mas honesta que he conocido", especificó al ser consultado por los motivos de su fascinación con Tayikistán. Tras esto, Agustín regresó a París, donde ya no trabaja para una empresa, sino que fundó su propia consultora de servicios de software. Con ella, desde hace varios años, tiene como clientes fijos a compañías de Louis Vuitton, el enorme grupo empresarial de moda. Haití y Pakistán, dos experiencias para el olvido Al ser consultado por malas experiencias que haya sufrido durante su odisea, Agustín Saez recordó enseguida su reciente estadía en el Valle de Hunza, una atractiva zona montañosa del norte de Pakistán. Contó que viajó allí en el mes de julio de 2025, pero que cuando quiso salir para regresar a Europa, el asunto se le dificultó. Resulta que en el lugar sucedía una procesión en homenaje a un líder fallecido, y habían cortado la señal para los celulares y también prohibido la salida del país. Ante esto, Agustín, que debía tomar el vuelo de regreso en ese momento, no sabía que hacer. Imposibilitado de comunicarse con alguien, se acercó en persona hasta el aeropuerto. Allí, entabló conversación con una autoridad, pero esta pensó que era espía y lo quiso retener. Finalmente, el mendocino jugó la carta mágica: dijo que era de Argentina, del país de Messi, y así convenció al guardia para que lo dejara salir. Agustín Saez en Pakistán, país en el que sufrió un inconveniente inesperado. Foto: cortesía Agustín Saez La situación ocurrida en Pakistán le recordó lo vivido en Haití, donde su vida realmente corrió peligro. En 2022, desde República Dominicana, Agustín se subió al micro de la única empresa que realizaba viajes a Haití, específicamente a la comuna Cabo Haitiano. Antes de partir, la compañía le informó que no tenía asegurada la llegada al país, ni tampoco la vuelta, debido a que el último colectivo con destino a ese lugar había sido asaltado. Es que el mendocino viajó en medio de la crisis política del Estado centroamericano: hacía unos meses habían asesinado al presidente Jovenel Moïse y las bandas criminales azotaban las ciudades. A pesar de que pudo llegar a Cabo Haitiano, se encontró con un lugar totalmente devastado e inseguro. Por ello, decidió contratar a una persona que hablaba español para que, en una moto, lo llevara a recorrer distintos sitios. Pero mientras se encontraba en el hotel donde se quedaba, recibió un llamado del guía, quien le dijo que, en la mañana siguiente, lo pasaría a buscar y él debería salir corriendo, ya que unos pandilleros le estaban siguiendo el rastro y lo iban a estar esperando para matarlo. Agustín siguió la recomendación y, al otro día temprano, salió al trote del hospedaje. Al mirar al costado, efectivamente había varias personas, con palos y machetes, aguardando para asesinarlo. El mendocino recuerda que alcanzó a subirse a la moto sin que lo atraparan, y que el guía aceleró tan rápido que lograron dejar atrás a los criminales. No obstante, la pesadilla no terminó allí, ya que se enteró que otros maleantes estaban en la ruta esperando el micro que lo sacaría del país, para asaltar a quienes viajaran en él. Por tanto, Agustín debió regresar al hotel hasta que, al próximo día, finalmente logró huir de Haití. "Fue una secuencia bizarra, parecía de Hollywood. Estaba acostumbrado a Europa, donde todo era más fácil. Me sentía como en un videojuego, todas las personas me miraban", resumió respecto a su experiencia en el país de Centroamérica. Agustín Saez planea conocer más países. Foto: cortesía Agustín Saez Actualmente, Agustín Saez sólo tiene 30 años, por lo que le espera mucho por hacer. Desea conocer algunos países más, en especial de Oceanía, y volver a algunos en los que estuvo y le gustaron mucho. Asimismo, planea recorrer en profundidad Argentina, país cuyos paisajes, cultura y habitantes revalorizó luego de conocer el mundo.
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