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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 15/08/2025 12:47
Los bonos se suman al sueldo mensual y deben ser detallados por separado en el recibo oficial (Adobe Stock) A fines de julio, después de más de seis meses sin actualizaciones salariales para las trabajadoras de casas particulares, la Comisión Nacional de Trabajo logró acordar una nueva recomposición para el sector. Se estableció un incremento del 6,5% más el pago de tres montos adicionales, cuyo valor depende de la cantidad de horas trabajadas semanalmente, y ninguno supera los 10.000 pesos. Con el aumento y el bono que corresponde a julio, agosto y septiembre, el salario mínimo del sector doméstico se ajusta a las cifras que actualmente maneja el mercado. El pago de las sumas extraordinarias debe realizarse junto con el salario del mes. En empleadas por hora, corresponde al periodo en curso; en mensualizadas, se abona a mes vencido. Estas sumas adicionales son no remunerativas, es decir, no se consideran para el cálculo del aguinaldo ni de conceptos como antigüedad o aportes previsionales. Quién paga los bonos de hasta $10.000 Los gremios, que estiman una pérdida salarial de alrededor del 20%, sugieren a empleadas y empleadores negociar directamente el valor de la hora —a partir de aproximadamente $6.500 o $7.000, según la región—. Este tipo de negociación individual se ajusta a la preferencia del gobierno de Javier Milei de que el mercado regule salarios según la oferta y la demanda. Los sindicatos también aconsejan a los empleadores pactar ajustes entre las partes —incluyendo la frase “a cuenta de futuros aumentos” en los recibos— y pagar el bono, incluso cuando los sueldos superen el mínimo. En la categoría de tareas generales, el mínimo oficial apenas supera los $3.000. En los primeros días de agosto, el Gobierno nacional oficializó el nuevo esquema de actualización salarial para el personal de casas particulares a través de la Resolución 1/2025 publicada en el Boletín Oficial. El esquema fija un aumento del 1% en agosto (tras un 3,5% sobre los sueldos mínimos de enero liquidado en julio) e incorpora el pago de sumas no remunerativas durante tres meses consecutivos: $9.500 para quienes trabajen más de 16 horas semanales; $6.000 para quienes trabajen entre 12 y 16 horas; y $4.000 para quienes cumplan menos de 12 horas. En julio estos montos fueron de $10.000, $7.000 y $4.000, respectivamente. En septiembre, los pagos serán iguales a los de agosto. Extras no remunerativos según cantidad de horas trabajadas Más de 16 horas semanales: Julio: $10.000 Agosto: $9.500 Septiembre: $9.500 Entre 12 y 16 horas semanales: Julio: $7.000 Agosto: $6.000 Septiembre: $6.000 Hasta 12 horas semanales: Julio: $4.000 Agosto: $4.000 Septiembre: $4.000 Salarios para agosto 2025 por categoría Sumando el 3,5% y el 1% de aumento, los salarios mínimos para el servicio doméstico con retiro son: Quinta categoría Hora: $3.022 con retiro / $3.261,38 sin retiro Mes: $370.833,03 con retiro / $412.362 sin retiro Cuarta categoría Hora: $3.261,38 con retiro / $3.646,75 sin retiro Mes: $412.362,41 con retiro / $459.534,25 sin retiro Tercera categoría Hora: $3.261,38 Mes: $412.362 sin retiro Segunda categoría Hora: $3.452,48 con retiro / $3.785,06 sin retiro Mes: $422.648,70 con retiro / $470.439,37 sin retiro Primera categoría Hora: $3.646,75 con retiro / $3.994,10 sin retiro Mes: $454.922,10 con retiro / $506.732,89 sin retiro El incremento de las paritarias modifica el mínimo a pagar por hora y por mes en todo el sector (Freepik) A lo largo de la última década, la legislación sobre trabajo doméstico en Argentina incorporó regulaciones progresivas para equiparar los derechos de las empleadas particulares con los de otros sectores. La Ley 26.844, sancionada en 2013, estableció el régimen especial para el personal de casas particulares, ampliando las condiciones mínimas laborales, las licencias obligatorias y la obligatoriedad de la registración ante la AFIP. La formalización de los vínculos laborales en el sector doméstico mostró desafíos persistentes. Distintos informes oficiales señalaron que, pese a los incentivos y facilidades para registrar empleos, una parte significativa de las trabajadoras continuó bajo relaciones informales o sin acceso completo a los beneficios de la seguridad social. Las campañas estatales buscaron reducir esa brecha instando a las familias empleadoras a regularizar la situación contractual. La estructura salarial del personal de casas particulares experimentó ajustes frecuentes debido a la inflación nacional. Cada revisión paritaria buscó resguardar el poder adquisitivo frente a la variación de precios y el costo de vida, aunque las actualizaciones no siempre alcanzaron el mismo ritmo inflacionario. Este contexto condicionó la negociación entre empleadores y trabajadoras, impulsando iniciativas de recomposición extra y pagos adicionales temporales.
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