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  • Revelan que inyectaron a 45 mil pacientes de todo el país con el fentanilo contaminado

    Valle María » Vallemarianoticias

    Fecha: 15/08/2025 04:00

    Luego del fracaso de la renovación de deuda, el equipo económico tiro por la borda el plan de “agregados monetarios” y profundizó la intervención. Ante el fracaso, Milei avisa que va a diseñar él la política monetaria. El equipo económico decidió subir los encajes obligatorios de los bancos por segunda vez en menos de un mes, en una jugada desesperada tras el fracaso de la licitación de deuda de este miércoles. La idea es inmovilizar más dinero de los ahorristas y obligar a los bancos a comprar con esa plata inmovilizada los bonos que no querían comprar, indicó La Política On Line. “Y la libertad?”, ironizó un operador financiero. Pero lo cierto es que la jugada desesperada, que avanza sobre el patrimonio de los bancos y sus ahorristas, parece la antesala de un reperfilamiento forzado de la deuda en pesos y así parecen haberlo tomado los mercados que hoy tuvieron bajas históricas de dos cifras. En el camino quedó el programa de “agregados monetarios” y las “tasas endógenas”, que festejaban como chicos Milei y el equipo económico apenas días atrás. Dolarización, agregados monetarios, punto Anker, son tantos los planes enunciados por MIlei y Caputo, que ya no queda caro de que hablan cuando hablan de economía. La licitación de este miércoles marcó un punto final para el actual esquema: el Tesoro tenía que renovar 15 billones de pesos y apenas logró que le acepten el 61%. Seis billones de pesos quedaron dando vueltas, listos para irse al dólar. Ante esta amarga realidad, el equipo económico subió los encajes de los bancos e improvisó una nueva licitación de deuda fuera de cronograma: el lunes 18 ofrecerán un bono TAMAR con vencimiento el 28 de noviembre de 2025, exclusivo para bancos con cartera propia. O sea, que la plata acorralada, la metan en uno de los bonos que no quisieron comprar cuando eran libres. En efecto. Para asegurarse de que los bancos no tengan otra opción que ir de cabeza a esos bonos, el Banco Central subió de un saque los encajes de 45% a 50% y permitió que ese 5% adicional se pueda integrar con papeles de la licitación. O sea: plata que iba a estar inmovilizada, ahora solo podrá “cumplir” si se pone en deuda del Tesoro. Economía subió los encajes obligatorios No conformes con esto, cambiaron las reglas de cálculo: hasta ahora los encajes se medían como promedio mensual, lo que daba margen para hacer “malabares” durante el mes. Desde ahora será cálculo diario: todos los días, el 50% inmovilizado. Y para blindar la medida, endurecieron las multas. Esto agravó la pelea de los bancos con el Banco Central que esta tarde estaba convocando a un zoom con banqueros para tratar de enfriar la calentura. Ante esto desastre, Milei avisó que elaborará ´l mismo el programa monetario y financiero para lo que queda del año, confirmando de paso lo que ya se comentaba en el mercado: el Presidente se enteraba de las medidas que elaboraban Caputo y Bausili, después de decididas. El mismo dejó claro que nunca entendió bien qué pasó con las Lefis y tanto en la entrevista que concedió a radio Mitre desde La Rural como en Neura explicó que “con el exceso de liquidez, las tasas se dispararon”. Literal. Caputo intentó justificar el volanzato con una “clase” de teoría monetaria: dijo que el BCRA monitorea el M2 transaccional solo como referencia, que la política monetaria es “simple y rules-based” y que la oferta total de pesos (BMA) está fija salvo que el dólar toque los extremos de la banda. Explicó también que si el Tesoro no renueva el 100% de la deuda, usa sus pesos en el BCRA para pagar, lo que aumenta la Base Monetaria, y que según cómo lo interprete el Central, eso se esteriliza o no. La respuesta en la city fue lapidaria: “Esto es un desastre. Cuando era macrista defendía la independencia del BCRA como dogma, y ahora explica él mismo la política monetaria del Central. En abril juraban que iban a controlar los agregados monetarios y ahora dicen que no. Con tantos volantazos, solo falta que el dólar toque el techo para que lancen la fase 4 mil, porque ya no se entiende nada”, afirmó un operador del mercado. Lo cierto es que el famoso “punto Anker” se fue de vacaciones, la teoría de los agregados monetarios volvió a su tumba, y el libre juego del mercado está en la cárcel.

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