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Parana » Informe Digital
Fecha: 14/08/2025 03:00
Hasta la fecha, el 73% de la región pampeana ha recibido entre 50 y 300 milímetros más de lluvia que la media histórica. Estas reservas de agua, reforzadas por las inusuales precipitaciones de julio pasado, han dejado el suelo en condiciones óptimas para el trigo sembrado y abren la posibilidad de un excelente comienzo para la implantación del maíz en la campaña 2025/26. Así lo reseñó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en su informe especial mensual de la Guía Estratégica para el Agro, donde se detalló que, “en lo que va de 2025, las lluvias ya superan ampliamente los valores medios históricos en el 73% de la región pampeana”. El nordeste bonaerense fue el sector más favorecido, con acumulados que sobrepasan en más de 300 mm la media. Chacabuco, por ejemplo, registró 1040 mm; 9 de Julio, 1030 milímetros; Baradero, 950 mm; y Saladillo, 930 mm. Sin embargo, el centro oeste bonaerense experimentó importantes anegamientos, según Ricardo Pristupluk. El informe destacó que es inusual que el régimen de lluvias beneficie simultáneamente a toda la región pampeana. “Es difícil que a toda la región pampeana le vaya bien en materia de lluvias, y eso es precisamente lo que está ocurriendo”, enfatizó la entidad. Asimismo, recordó que una situación similar se vivió durante la campaña récord de trigo 2021/22, que resultó en 23 millones de toneladas. Julio confirmó las previsiones de un invierno con lluvias superiores a lo normal y bien distribuidas. Según la BCR, este patrón “aumenta las probabilidades de anticipar un escenario de alta producción” para el trigo. Con relación a la superficie, la siembra de trigo 2025/2026 finalizó en 6,9 millones de hectáreas, equivalente a la cifra de la campaña récord 2021/22. En lo que respecta al maíz, el cierre de la cosecha 2024/25 reportó una producción de 48,5 millones de toneladas, con un rendimiento promedio nacional de 69,2 qq/ha. Para la campaña 2025/26, las intenciones de siembra son evidentes: en el centro del país se proyecta un aumento interanual del 15 al 20%, impulsado por menores márgenes de la soja, oportunidades de rotación y reservas de humedad excepcionales para las siembras tempranas. En el sudeste bonaerense, la superficie destinada al maíz se mantendría estable. En contraste, en el nordeste y el norte del país, la cautela es mayor. En Santiago del Estero, algunos productores planifican sembrar maíz temprano, lo cual genera inquietudes por el riesgo de aumentar la presión de inóculo de chicharrita. En Chaco, si bien se espera un aumento del área, “estará muy lejos de recuperar los valores históricos previos al gran brote de chicharrita”. La plaga ya muestra una población altísima, con más de 300 insectos registrados en trampas instaladas en Gancedo, Pinedo y Sachayoj, lo que se considera crítico. Este insecto transmite el spiroplasma y provoca el achaparramiento del maíz. La BCR indicó que este volumen de presencia “es suficiente para garantizar que la plaga esté presente desde el inicio del ciclo del cultivo, incrementando el riesgo de pérdidas severas”. Se observó que las chicharritas están utilizando el trigo como hospedante durante el invierno, lo que potencia el riesgo de reinfección temprana en los lotes de maíz. A las amenazas sanitarias se une la cuestión económica: los costos de producción, junto a los altos fletes, limitan el margen del cereal en comparación con alternativas como el algodón y el girasol, que en esta campaña ofrecen mejores resultados en esa región. “En Chaco, la combinación de la plaga y los costos lleva a que muchos productores consideren más atractivo invertir en oleaginosas o cultivos industriales, al menos hasta que se reduzca el riesgo sanitario”, enfatizaron los técnicos.
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