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» Elterritorio
Fecha: 14/08/2025 00:05
Familiares y amigos de la familia de Evelyn (13) y Mariano (21) le dieron el último adiós en la mañana de este miércoles. El padre de los sobrevivientes aseguró que Paola -madre de las víctimas fatales y quien también fue atacada por su pareja- estaba bien y despierta, pero que fue trasladada a terapia intensiva por una desmejoría miércoles 13 de agosto de 2025 | 23:05hs. FOTO: Joaquín Galiano Una multitud se congregó en la mañana de este miércoles para despedir en el cementerio La Piedad los restos de Evelyn (13) y Mariano (21), los hermanos que presuntamente fueron asesinados con un machete por su propio padre, José Ferreyra -quien además atacó a su pareja y a su cuñado, antes de quitarse la vida-, el último fin de semana en su vivienda del barrio San Lorenzo de Posadas. Entre los seres queridos de las víctimas sólo pudieron expresar dolor e incertidumbre por el macabro hecho que conmueve a toda la comunidad misionera desde su descubrimiento, en la mañana del lunes. Algunos pocos se animaron a indicar posibles motivos de tal masacre, pero la mayoría aún no encuentran respuestas y sólo atinan a esperar que Paola Vieira (44), pareja del presunto asesino y madre de las víctimas fatales, y Hugo (50), hermano de la mujer que padece de discapacidad motora, puedan recuperarse de las lesiones sufridas en el cuello. "Paola está despierta, despertó el martes a la noche y hablamos un poco. Se enteró de esto y está muy mal, muy en shock, por eso se descompensó hoy" manifestó Florencio Vieira, padre de los sobrevivientes y abuelo de las víctimas fatales, en diálogo con El Territorio. En esa línea, indicó con voz quebrada que todavía se encuentran en shock por tan triste hecho: “Todavía seguimos mal, no sabemos qué decir”. Asimismo, mencionó que para él los motivos detrás de lo ocurrido podrían estar ligados en la negativa de parte de Ferreyra de separarse e irse de la casa: “Ella (Paola) se quería separar y él no, y bueno. Para mí es por eso que hizo esto”, resumió. Al mismo tiempo, confirmó que su hija -embarazada de 12 semanas- ya había iniciado los trámites de divorcio. Otras de las voces que expresaron su angustia fueron las de Pablo y Susana, un matrimonio amigo de la familia Ferreyra, quienes, aunque revelaron que conocían poco al capataz de construcción, el dolor pesa por igual y la necesidad de acompañar durante la inhumación los movilizó. “No podemos juzgar qué pasó ese día, no sabemos ni por qué lo hizo, es algo sobre lo que no tenemos respuestas”, dijo Susana. Mientras que Pablo describió que lo que pasó "es indescriptible. Es algo inusitado”. Además, el entrevistado contó que cuando se enteró por los medios lo que había pasado “quise esperar a los peritos, a ver qué decían. Hoy decidimos estar acá y acompañar a los hermanos de Ferreyra”. Por último, la pareja coincidió en que no hay motivos claros que expliquen el por qué tomó esa aberrante decisión: “Él amaba a su familia, a sus hijos, vivía por ellos, realmente no entendemos ni vamos a saber qué fue lo que pasó”. “Sólo esperamos que ella (Paola) esté bien. Ahora queda acompañar a la familia como se pueda”, concluyó Pablo. Estado de salud En tanto, la familia y el entorno más cercano permanecen expectantes por el estado de salud de Paola y Hugo, quienes lograron sobrevivir al ataque. En ese marco, según el último parte médico del Hospital Madariaga, ambos tuvieron evoluciones distintas. Paola, que había ingresado con politraumatismos y herida punzocortante, durante la jornada de ayer presentó desmejora, por lo que fue trasladada a la sala de terapia intensiva, con asistencia respiratoria mecánica producto de una descompensación. Su pronóstico es reservado. Mientras que Hugo, quien presenta discapacidad motora y sufrió un corte en el cuello que fue suturado, permanece internado en sala común bajo control multidisciplinario, con pronóstico reservado. Ambos reciben acompañamiento familiar permanente y continuarán bajo observación mientras se evalúa su evolución. No es asunto mejor que Paola cursa un embarazo de 12 semanas, lo que agrega complejidad al cuadro clínico.
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