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» Sin limites
Fecha: 13/08/2025 15:36
La celebración de hoy San Buenaventura, Obispo y Doctor de la Iglesia San Buenaventura, obispo y Doctor de la Iglesia, dirigió con sabiduría, la Orden de los Hermanos Menores de San Francisco: Es Patrono de Teólogos Católicos 1° lectura: Éxodo 2,1-15. Había un hombre de la tribu de Leví que había tomado por esposa a una mujer de Leví. Ella concibió y dio a luz un hijo y, viendo lo hermoso que era, lo mantuvo escondido durante tres meses. Cuando ya no pudo ocultarlo más, le consiguió un cesto de papiro; lo recubrió de betún y brea, lo metió dentro y lo depositó entre los juncos, a la orilla del río. Su hermana se quedó a cierta distancia para ver qué le ocurría. La hija del faraón bajó a bañarse al río, y las muchachas que la acompañaban paseaban por la orilla. Entre los juncos vio el cesto y envió a su criada a buscarlo. La abrió, miró y vio a un niño llorando. «Es el hijo de uno de los hebreos», dijo. Entonces la hermana del niño dijo a la hija de Faraón: «¿Quieres que vaya a buscarte una nodriza entre las hebreas para que te amamante al niño?» «Sí, ve», le respondió la hija de Faraón, y la muchacha fue a buscar a la madre del niño. La hija del faraón le dijo: «Llévate a este niño y dale de mamar para mí. Yo me encargaré de pagarte». La mujer tomó al niño y lo amamantó. Cuando el niño creció, se lo llevó a la hija del faraón, que lo trató como a un hijo; le puso Moisés porque, dijo: «yo lo saqué del agua». Moisés, que ya era un hombre, salió en aquel tiempo a visitar a sus compatriotas, y vio la dura vida que llevaban; y vio que un egipcio golpeaba a un hebreo, uno de sus compatriotas. Miró a su alrededor y no vio a nadie, así que mató al egipcio y lo escondió en la arena. Al día siguiente volvió y vio a dos hebreos peleando. Le dijo al que tenía la culpa: «¿Qué pretendes pegando a tu compatriota?» «¿Y quién te ha nombrado a ti, replicó el hombre, príncipe y juez sobre nosotros? ¿Pretendes matarme como mataste al egipcio? Moisés se asustó. «Es evidente que este asunto ha salido a la luz», pensó. Cuando el faraón se enteró del asunto habría matado a Moisés, pero Moisés huyó del faraón y se dirigió a la tierra de Madián. Salmos 69(68): Humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón. (R) Me he hundido en el fango del abismo y no hay punto de apoyo. He entrado en las aguas del abismo y las olas me abruman. /R. Esta es mi oración para ti, mi plegaria por tu favor. En tu gran amor, respóndeme, oh Dios, con tu ayuda que nunca falla. /R. En cuanto a mí, en mi pobreza y dolor que tu ayuda, oh Dios, me levante. Alabaré el nombre de Dios con un cántico; lo glorificaré con acción de gracias. /R. Los pobres, cuando lo vean, se alegrarán y revivirán los corazones que buscan a Dios; porque el Señor escucha al necesitado y no desprecia a sus siervos encadenados. /R. Evangelio: Mateo 11,20-24. En aquellos días, Jesús comenzó a recriminar a aquellas ciudades donde había realizado más milagros, porque no se habían convertido. «¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros realizados entre ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y cubriéndose con ceniza. Yo les aseguro que, en el día del Juicio, Tiro y Sidón serán tratadas menos rigurosamente que ustedes. Y tú, Cafarnaún, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno. Porque si los milagros realizados en ti se hubieran hecho en Sodoma, esa ciudad aún existiría. Yo les aseguro que, en el día del Juicio, la tierra de Sodoma será tratada menos rigurosamente que tú». Palabra del Señor.
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