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  • Por la suba de tasas, el Gobierno frenó la colocación de bonos por USD 1.000 millones al mes para sumar reservas

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 12/08/2025 04:38

    Un cambio en la estrategia del Gobierno para sumar reservas (Crédito: AP) La Secretaría de Finanzas dejó de ofrecer, desde hace dos meses, bonos en pesos con suscripción en dólares dentro del menú de sus licitaciones. La decisión busca evitar que el reciente aumento en las tasas de interés para mantener a raya el dólar termine convalidándose en títulos a largo plazo. Este instrumento había sido celebrado tanto por el ministro de Economía Luis Caputo como por el Fondo Monetario Internacional (FMI) como el regreso de la Argentina a los mercados internacionales de crédito, además de formar parte de la estrategia oficial para sumar hasta USD 1.000 millones mensuales a las reservas desde mayo. Solo hubo dos emisiones del Bonte 2030. En la primera, a finales de mayo, se adjudicaron USD 1.000 millones y, en junio, otros USD 500 millones. Según supo Infobae de fuentes oficiales, el equipo económico frenó esas emisiones para no convalidar las tasas elevadas actuales en títulos a cinco años. El contexto de exceso de liquidez, generado por el desarme fallido de las Letras Fiscales de Liquidez (Lefis), derivó en un alza de tasas que, según consideran en el Gobierno, podría agravarse con la cercanía de las elecciones, dificultando el uso de este tipo de bonos. El contexto de exceso de liquidez, generado por el desarme de las Letras Fiscales de Liquidez (Lefis), derivó en un alza de tasas A fines de mayo, el secretario de Finanzas Pablo Quirno anunció que la última licitación de ese mes incluiría un bono del Tesoro en pesos a tasa fija, disponible solo para fondos internacionales que aporten dólares, con vencimiento en mayo de 2030, conocido como Bonte 2030. El debut de este instrumento colocó USD 1.000 millones a una tasa anual del 29,5%, con una cláusula de recompra (put) ejecutable en mayo de 2027, que obliga al Tesoro a activar un rescate automático a solicitud del inversor. El Ministerio de Economía detalló el 9 de junio los “lineamientos de financiamiento del Tesoro” para lo que resta del año. En el comunicado se autorizó la suscripción de títulos con vencimiento superior a un año y la posibilidad de utilizar dólares, hasta USD 1.000 millones mensuales, tanto para inversores residentes como no residentes. Al mismo tiempo, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) eliminó el plazo mínimo para no residentes que inviertan, ya sea en el Mercado Libre de Cambios o en títulos públicos con vencimientos superiores a seis meses. El 13 de junio, Finanzas informó que adjudicó Bonte 2030 por USD 500 millones a una tasa nominal anual del 28,46%. Desde su colocación, algunos analistas advirtieron que esos bonos ofrecían un premio de tasa superior respecto a las Lecaps en un contexto de caída de la inflación, además de destacar el beneficio de la opción de recompra otorgada al inversor. El Gobierno de Javier Milei dio prioridad en ese momento a incrementar el ingreso de dólares para cubrir próximos vencimientos de deuda soberana y retomar el acceso al financiamiento internacional tras siete años de ausencia. En la revisión más reciente del programa con la Argentina por USD 20.000 millones, el FMI calificó la colocación de USD 1.500 millones en Bonte como un regreso más rápido de lo esperado a los mercados internacionales de crédito. No obstante, subrayó que estos títulos están emitidos bajo legislación local y no bajo jurisdicción de Nueva York, que suele ser la preferida en emisiones internacionales. Según el informe técnico del FMI, “la primera emisión, dirigida a no residentes, consistió en un bono de USD 1.000 millones a cinco años (con opción de venta europea ejercible a los dos años) a una tasa anual efectiva en pesos del 31,7%. La segunda colocación reabrió el mismo bono por USD 500 millones, para residentes y no residentes, a una tasa anual del 28,5%. Estos bonos se negocian actualmente en el mercado secundario con prima”. A fines de julio, vencían $11,8 billones de pesos y Finanzas logró tomar $9 billones, generando una inyección de liquidez de $2,8 billones. La consultora Romano Group advirtió sobre el costo de ese financiamiento: “Esos $9 billones se obtuvieron casi en su totalidad a tasa fija, con una tasa nominal anual promedio ponderada del 47,9%, muy superior a las tasas previas”. La consultora Econviews ironizó sobre el lema libertario de Todo Marcha Acorde al Plan (TMAP). En uno de sus informes, señaló: “TMAP: tasas más altas en pesos. Para contener al dólar, el Tesoro viene pagando tasas cercanas al 50% anual, veinte puntos encima de la inflación estimada. Las tasas reales -ex post- crecieron desde el acuerdo con el FMI. Una tasa real 10 puntos encima de la inflación, sobre bonos y letras en pesos que equivalen a 10% del PBI, aumenta el endeudamiento en un punto por año. Si la tasa se mantiene en 20 puntos reales, el impacto es el doble. Incluso con la economía creciendo al 5%, no alcanza para neutralizar el efecto de tasas tan altas. La dinámica todavía no es preocupante, pero es difícil de sostener por mucho tiempo”, advirtieron. El Gobierno no cumplió con la meta de reservas que había pactado con el FMI y hubo cambio de metas Finanzas anunció este lunes el menú de títulos con los que afrontará la licitación del miércoles, en la que vencen unos $15 billones. Los Bonte no formaron parte del listado. El Gobierno ahora tiene otras estrategias para sumar reservas, en el marco de un riesgo país que se mantiene por encima de los 700 puntos básicos y volatilidad de tasas. Una tiene que ver con la compra en bloques del Tesoro, por la que lleva USD 1.500 millones, y los cuerdos del BCRA con bancos internacionales, por el que sumaron USD 2.000 millones. Otras fuentes de divisas tiene que ver con la privatización, venta de activos o concesiones, así como el apoyo de otros organismos multilaterales de crédito. El Gobierno no cumplió con la meta de reservas que había pactado con el FMI en el acuerdo original. Las reservas netas debían alcanzar los USD 2.150 millones negativos el 13 de junio pero fueron USD 5.650 negativos, según datos de Invecq; es decir, faltaron USD 3.500 millones. Dada la enorme discrepancia, se relajó fuertemente el objetivo de reservas: estaba estipulado que cierre el año con USD 3.150 millones y ahora con USD -3.350; bajó USD 6.500 millones. “En este punto cabe hacer una aclaración adicional. El acuerdo incluye ajustadores (las metas pueden subir/bajar, dependiendo algunos factores). Uno de ellos era que si el Tesoro o BCRA colocaba deuda neta en dólares, los primeros US$1.500 M “no contaban”. Por ello, de los US$2.000 M que el Banco Central obtuvo vía repo en junio, solo se consideraban US$500 M. Este ajustador se eliminó“, concluyó Invecq. El Fondo, de todos modos, insistió en que el BCRA debería tener un papel más activo y previsible en la compra de reservas.

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