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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 12/08/2025 04:31
Informe - Club de running “Yo siempre emprendí y fui una persona que estaba muy aislada y le costaba realmente conectar con otros que tuvieran buenos hábitos”, explicó Ignacio Soria, organizador de Cima, un club de running que cada quince días reúne a cientos de jóvenes en Buenos Aires los domingos. El auge de los clubes de running como espacios para conocer gente con intereses y valores similares es una tendencia en crecimiento, sobre todo entre personas solteras que buscan alternativas a las formas tradicionales o virtuales de socialización. El origen del club de running y su propósito social Lejos de centrarse en el rendimiento atlético, estos espacios priorizan la oportunidad de conocer gente nueva, compartiendo hábitos saludables y valores similares. “La realidad era que me faltaba a mí la parte sana para poder conocer gente”, reconoció Ignacio, quien encontró en el running un vehículo para generar vínculos fuera de los circuitos nocturnos. “Hoy en día estamos metiendo eventos de hasta 600 personas”, señaló el organizador y destacó el alcance que han logrado estas propuestas. “El punto del entrenamiento es más que nada una excusa para que después la gente genere nuevas relaciones”, explicó Soria. Así, los clubes de running transforman la actividad física en una experiencia social, donde la prioridad es encontrar personas afines, ampliar redes de contacto y fomentar amistades y vínculos genuinos en un entorno sano. “La idea es que acá se lleven contactos y amistades nuevas”, afirmó Ignacio Soria fundador de Cima La dinámica de los encuentros y la importancia de socializar La estructura de los clubes de running está pensada para que sus miembros interactúen desde el primer momento. Una de las reglas básicas es no usar auriculares durante la jornada. “Queremos que conecten con las otras personas”, sostuvo Soria al describir el ambiente de estos grupos. El foco está puesto en la integración: las actividades de running siempre se combinan con dinámicas que facilitan romper el hielo. Un profesor guía propuestas recreativas inspiradas en juegos de colegio, promoviendo que nadie se quede aislado y todos terminen el día con nuevos conocidos. “La parte del running es a un ritmo súper suave y lo hacemos con muchos juegos”, explicó el organizador. Además, para fomentar nuevos contactos, desde el comienzo se invita a quienes llegan en grupo a que se separen y se mezclen con otros participantes. Aproximadamente el 30 o 35 por ciento de las personas asisten solas, pero lo habitual es que, al finalizar la jornada, formen parte de un grupo con el que continúan conversando y compartiendo. En estos eventos, la actividad física funciona como excusa para socializar y conocer personas El perfil de los participantes y la diferencia con otros espacios sociales Quienes asisten a los clubes de running generalmente tienen entre 20 y 35 años y comparten un interés claro: rodearse de personas con hábitos saludables. “Es gente que está emprendiendo o que tiene objetivos grandes, que está a punto de terminar una carrera, está buscando un trabajo más o tiene aspiraciones en general”, detalló Ignacio. A diferencia de otros entornos sociales, como bares o boliches, aquí prevalece la búsqueda de relaciones auténticas y afinidad en los estilos de vida. La distinción respecto a experiencias como las aplicaciones de citas es marcada. “Son mucho mejor para mí que Tinder porque acá directamente encontrás gente que está en la misma onda que vos”, afirmó el organizador. De hecho, el clima que se vive en estas jornadas lleva a que los detalles personales cobren importancia. Es común que los asistentes cuiden su apariencia y dediquen especial atención al vestuario deportivo, replicando la lógica de un evento social, pero sin la necesidad de excesos. “Es como un boliche, pero sano”, resumió Soria entre risas. El ambiente de los clubes de running resulta atractivo para quienes buscan evitar el desgaste de las salidas nocturnas. Salir a correr en grupo es visto como una alternativa que permite socializar con personas que priorizan el bienestar y el desarrollo personal por encima de la fiesta ocasional. De esta manera, consolidan una identidad propia: la de un espacio enfocado en el intercambio social, la vida activa y la creación de nuevas amistades fuera de los ámbitos tradicionales. Los encuentros incluyen juegos, running a ritmo suave y actividades de bienestar como masajes y asesorías nutricionales Actividades, ubicación y costo de participación Los clubes de running se distinguen por ofrecer mucho más que una simple rutina de carrera. Sus encuentros combinan deporte con propuestas recreativas y de bienestar, pensadas para que cada participante viva una experiencia integral. Según explicó Ignacio, la parte deportiva suele consistir en recorridos de 5 kilómetros a ritmo suave, con paradas intermedias dedicadas a juegos de socialización. “Nuestro ritmo de corrida no es de maratón, no es de competencia. La idea es que vayas hablando e interactuando con gente”, aseguró el organizador y remarcó que el objetivo no es el rendimiento físico sino el intercambio personal. En cada evento, se suman entre 10 y 15 colaboradores que animan la jornada con música, motivación y propuestas lúdicas, convirtiendo el recorrido en una verdadera “fiesta en movimiento”. Además de correr, las actividades incluyen zonas de masajes, espacios para consultas con nutricionistas, clases de calistenia, boxeo, e incluso propuestas de entretenimiento como el pull de caño o el tradicional baño de hielo (“iceberg”), todo supervisado por profesionales. Si bien muchos de los encuentros tienen lugar en Palermo, también hay itinerarios en zonas como Caballito y Vicente López, siempre priorizando espacios verdes y entornos agradables. En cuanto al costo, el valor de la entrada varía entre 20 mil y 25 mil pesos e incluye café, snacks saludables y acceso a todas las actividades y servicios ofrecidos durante el evento, que suele extenderse desde las 10:30 hasta las 15:00 o 16:00. El 30 por ciento de los participantes asiste solo y logra integrarse a nuevos grupos durante las jornadas de running en Buenos Aires Impacto de la virtualidad y el valor de los encuentros cara a cara Tras la pandemia, la necesidad de recuperar la presencialidad se hizo palpable entre quienes buscan conectarse con los demás. Los clubes de running surgieron como una respuesta a este deseo de dejar atrás la virtualidad y apostar por el contacto real. A diferencia de las interacciones mediadas por pantallas, estos espacios facilitan el salir de casa, romper la rutina y conocer personas en situaciones informales y agradables. Para muchos, el club es una excusa ideal para “salir un rato de su casa”, compartir actividades y dejar de lado la dependencia del celular y la computadora. La propuesta demuestra que el running grupal se ha consolidado como un espacio accesible para quienes buscan sumar bienestar físico, vínculos genuinos y experiencias que trascienden las redes sociales.
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