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» Misionesopina
Fecha: 11/08/2025 12:43
Por Martín Lozina* Posadas se encuentra en una disyuntiva crucial para su desarrollo urbano y comercial. Durante décadas, el centro de la ciudad ha sido el epicentro de la actividad económica, concentrando la mayor parte de los servicios, comercios y oficinas. Si bien esta centralización tuvo su razón de ser en el pasado, hoy nos enfrentamos a la necesidad imperante de repensar nuestro modelo de crecimiento. La distribución de la ciudad no es solo una moda urbanística; es una estrategia inteligente para mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos, descongestionar el tráfico y, fundamentalmente, dinamizar la economía local. El desafío actual radica en cómo logramos esa desconcentración sin desdibujar la identidad de nuestra ciudad. La respuesta, a mi entender, reside en el fomento de los espacios comerciales en los barrios, convirtiéndolos en verdaderos "nuevos centros" que ofrezcan una alternativa atractiva y eficiente al núcleo urbano tradicional. Imaginemos por un momento una Posadas donde cada barrio importante cuente con un polo comercial vibrante, capaz de satisfacer la mayoría de las necesidades diarias de sus habitantes. Panaderías, supermercados de cercanía, farmacias, ferreterías, librerías, cafeterías e incluso pequeños restaurantes o servicios profesionales, todo al alcance de la mano, sin necesidad de recurrir al centro. Esto no solo reduciría significativamente el tiempo de traslado y el uso del automóvil, sino que también generaría un sentido de pertenencia y comunidad más fuerte en cada área. Para hacer realidad esta visión, debemos generar una planificación urbana estratégica con foco en la densidad mixta. Es fundamental fomentar la construcción de edificios de uso mixto (residencial y comercial) en zonas estratégicas de los barrios, permitiendo que los emprendimientos comerciales se ubiquen en las plantas bajas, lo que generaría una oferta variada y cercana para los vecinos. Por otro lado, se necesitan incentivos fiscales y crediticios para emprendedores barriales. La municipalidad y la provincia deberían ofrecer exenciones impositivas, tarifas reducidas de servicios y líneas de crédito blandas para aquellos comerciantes que decidan establecerse en los barrios, lo que incentivaría la inversión y la creación de nuevos puestos de trabajo en estas zonas. Otro punto a tener en cuenta, es el desarrollo de infraestructura y servicios públicos en los barrios es imperativo para que estos nuevos centros comerciales sean atractivos; esto incluye calles en buen estado, iluminación LED, espacios verdes cuidados, mayor seguridad y acceso a transporte público eficiente que conecte estas nuevas centralidades entre sí y con el resto de la ciudad. Se debe cambiar nuestros hábitos y trabajar fuertemente en el horario corrido en la administración pública, pero especialmente en comercios. Esta iniciativa mejorará la calidad de vida de los trabajadores, optimizará el uso del tiempo y reducirá costos de transporte, además de dinamizar el consumo y la vida urbana. La promoción y visibilidad de los comercios barriales es clave. La Cámara de Comercio de Posadas, en conjunto con el municipio, deberá lanzar campañas de concientización y promoción para destacar los beneficios de comprar en el barrio, lo que podría incluir mapas interactivos de comercios barriales, programas de fidelización y eventos culturales que dinamicen estas zonas. La creación de polos gastronómicos y de ocio en zonas estratégicas de la ciudad. Cada barrio podría desarrollar su propia identidad a través de pequeños polos gastronómicos o de ocio, lo que generaría atractivos adicionales y convertiría a los barrios en destinos por sí mismos, fomentando el turismo interno y la vida social fuera del centro. Finalmente, es fundamental que los vecinos de cada barrio sean parte activa de este proceso, y a través de foros, reuniones y encuestas, se pueden identificar las necesidades específicas de cada zona y las propuestas de los propios habitantes para el desarrollo comercial de su entorno. La distribución de las zonas comerciales no implica el abandono de nuestro centro histórico, que seguirá siendo un punto de referencia cultural y turístico. Por el contrario, lo liberaría de la excesiva presión, permitiéndole potenciar su valor patrimonial y de servicios específicos. Una Posadas desconcentrada, es una Posadas más eficiente, más equitativa y con una mayor calidad de vida para todos sus habitantes. Es hora de apostar por el futuro, invirtiendo en nuestros barrios y construyendo una ciudad más sostenible y amigable para el disfrute de todos. El camino hacia una Posadas más próspera y equilibrada comienza en cada esquina, en cada barrio, en cada nuevo centro que logremos consolidar.
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