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Parana » Radio La Voz
Fecha: 11/08/2025 12:19
En el texto difundido al terminar la Semana Social celebrada en Mar del Plata, la Iglesia Católica denunció una “sociedad herida y dividida”. Ratificó la opción por los pobres y criticó la cultura del descarte y la globalización de la indiferencia. El mensaje final de la Semana Social organizado por la Iglesia Católica ofrece un muy duro diagnóstico sobre la coyuntura social y política del país. “Nuestra patria se encuentra afectada por profundas polarizaciones que nos separan y por la priorización de intereses sectoriales sobre el bien común, lo que ha generado una sociedad herida y dividida”, dice el texto difundido al finalizar el encuentro de Mar del Plata atravesado por el “legado del Papa Francisco”, su “opción por los pobres, el Cuidado de la Casa Común, su llamado a la fraternidad social y su compromiso por la paz” que “nos interpelan a seguir construyendo una sociedad más justa”. El pronunciamiento, fruto de un intercambio del que participaron durante tres días diferentes actores de la sociedad civil, de la ciencia y de la política junto a representantes eclesiásticos, expresa el mismo sentido crítico sobre la situación social que se viene reflejando en los últimos meses de manera sistemática en manifestaciones de la iglesia, a través de sus autoridades, de algunos obispos y de los organismos representativos del episcopado en diferentes áreas temáticas. En esa línea la jerarquía católica advirtió sobre problemas que derivan de la pérdida de puestos de trabajo, la pobreza en los sectores populares, las decisiones que afectan al sistema de salud, a los jubilados, a las personas con discapacidad y en situación de calle, entre otros. También criticó la represión violenta contra las manifestaciones en reclamo de derechos. Ahora la Pastoral Social subraya que “el legado de Francisco nos interpela ante la cultura del descarte y la globalización de la indiferencia, que ignoran a los más vulnerables”. Y subraya que “es una exigencia ética y evangélica fundamental la opción preferencial por los más pobres, destinatarios privilegiados del Evangelio y la Justicia Social” porque “la inequidad y la falta de desarrollo humano integral no construye la paz”. La Pastoral Social de la Iglesia Católica insiste en la “necesidad de una economía con rostro humano” y afirma que “la política no debe someterse a la economía, ni esta a la tecnocracia”. Y en clara divergencia con lo que viene sosteniendo el presidente Javier Milei y su equipo económico asevera que “el mercado, por sí solo, no garantiza el desarrollo humano integral y la inclusión social”. Argumentando que “es imperioso que política y economía dialoguen al servicio de la vida”. Afrontando de manera directa uno de los debates centrales en la vida política y social del país, la Iglesia Católica a través de la Pastoral Social, insiste en que es necesario “promover una economía que favorezca la diversidad productiva y la creatividad para generar nuevos puestos de trabajo”. Porque la falta de trabajo, sigue diciendo el documento, “hiere profundamente la dignidad de las personas y puede conducir al desaliento, al aislamiento y a la pérdida de sentido” dado que “el trabajo sin derechos no es una bendición, es explotación”. Frente eso propone “la articulación de los diversos actores sociales: Estado, empresas, sindicatos, economías regionales, cooperativas, emprendedores y movimientos sociales”. El documento que lleva la firma de la Conferencia Episcopal Argentina -el máximo organismo representativo de la Iglesia Católica- señala que “es indispensable fortalecer la reflexión y el ‘pensamiento crítico’ para discernir los signos de los tiempos” porque “una valiente revolución cultural es necesaria”. El pronunciamiento agrega además que “la ciencia y tecnología, como la Inteligencia Artificial, no son neutrales; su avance sin un horizonte humano, sin un criterio ético superior y sin regulaciones lleva a la degradación ambiental”. En ese sentido -dice la Pastoral Social- “la Iglesia, sin pretender tener una palabra definitiva en cuestiones científicas, alienta el debate honesto”. Y sostiene que “la dignidad y el bien común deben ser el centro de la Justicia Social tecnológica y ambiental que reduzca daños y profundice beneficios para la integración de todos”. En tiempos electorales -pero sin hacer referencia directa a los mismos- el episcopado reafirma “la urgencia de un nuevo diálogo buscando la unidad como superación creativa y la construcción de un proyecto para una Argentina justa, fraterna y solidaria que cuide nuestra Casa Común donde todos seamos recibidos”. Con ese propósito la Pastoral Social pide que “la sabiduría del diálogo, la misericordia que acoge y la alegría de la esperanza nos impulsen a involucrarnos y organizarnos como sociedad para tejer vínculos que hagan posible una Patria con verdadera Amistad Social y orientada al bien común”. El documento termina señalando que “como enseña el Papa Francisco, la esperanza es audaz y sabe mirar más allá de la comodidad personal para abrirse a grandes ideales que dignifican la vida”.
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