10/08/2025 17:42
10/08/2025 17:40
10/08/2025 17:40
10/08/2025 17:39
10/08/2025 17:39
10/08/2025 17:39
10/08/2025 17:38
10/08/2025 17:38
10/08/2025 17:37
10/08/2025 17:37
» Facundoquirogafm
Fecha: 09/08/2025 18:40
La medida, oficializada por la resolución exenta N°5952, responde a cambios que introdujo el gobierno de Javier Milei en las reglas sanitarias. El conflicto se desató luego de que, en junio, el Ministerio de Transformación y Desregulación del Estado —a cargo de Federico Sturzenegger— emitiera la Resolución 460/2025. Con ella, se habilitó el ingreso de carne con hueso, material reproductivo y otros productos de animales susceptibles a la fiebre aftosa desde zonas donde la enfermedad está controlada con vacunación, pero no erradicada. La flexibilización rompió un esquema que llevaba 22 años intacto. Para el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile, esta modificación cambia las condiciones sanitarias que habían sido evaluadas cuando, en 2008, se reconoció a varias regiones argentinas como libres de aftosa sin vacunación. Ante ese escenario, el gobierno de Gabriel Boric decidió retirar ese reconocimiento y frenar todas las importaciones ligadas a ese estatus. La Argentina está oficialmente libre de fiebre aftosa, según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), pero su territorio se divide en cuatro zonas: tres sin vacunación (Patagonia unificada, Patagonia Norte A y Valles de Calingasta) y una con vacunación (Centro Norte y Cordón Fronterizo). La nueva normativa permite que productos provenientes de zonas con vacunación ingresen a las áreas sin ella, lo que encendió las alarmas en el sur. En marzo, el Senasa ya había estirado por 90 días la flexibilización de la barrera sanitaria que impide la entrada de carne con hueso a la Patagonia desde zonas con vacunación. Hasta entonces, solo se permitían cortes como costilla, asado y esternón; quedaban afuera piezas con huesos largos, como el osobuco o el lomo con hueso. La reacción patagónica fue inmediata. El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, calificó la medida como "totalmente inconsulta, arbitraria y unitaria", advirtiendo que pone en riesgo el reconocimiento internacional de la Patagonia como zona libre de aftosa sin vacunación, un sello clave para exportar a mercados de alto valor. Desde Santa Cruz, el Consejo Agrario Provincial también rechazó la prórroga. Señalaron que la suspensión temporal "no otorga garantías" y reiteraron su compromiso de defender el estatus sanitario que distingue a la región. Las provincias advierten que incluso un riesgo sanitario mínimo podría traducirse en la pérdida de ese reconocimiento internacional, con un fuerte impacto económico para los productores. Con su decisión, Chile se convirtió en el primer socio comercial que reacciona de forma directa ante la desregulación argentina. Aunque el Senasa asegura que las probabilidades de contagio son "insignificantes", la señal que envía el vecino país puede repercutir en otros mercados que también exigen el estatus de "libre sin vacunación" para abrir sus puertas. En los hechos, el cambio sanitario de Argentina no solo abrió un frente interno con las provincias patagónicas, sino que ahora también le genera un problema comercial con uno de sus principales compradores de carne.
Ver noticia original