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  • El Padre Guilherme: "Cuando empecé como DJ, recibí críticas tanto dentro como fuera de la Iglesia"

    » Diario Cordoba

    Fecha: 09/08/2025 11:25

    Probablemente su actuación sea una de las más esperadas de esta edición del Medusa Festival. Peregrinos de distintos puntos de España, y de otros países, acuden a Cullera para disfrutar de su sesión. El Padre Guilherme, un sacerdote portugués de 50 años, debuta esta noche en el circuito de festivales de España. Y lo hace en el escenario principal de Arcadeland, donde pretende demostrar que la fe es capaz de traspasar cualquier frontera. ¿Qué supone actuar en un escenario como el Medusa? Actuar en Medusa implica un enorme respeto no solo por el público, sino también por todos los profesionales que dan vida a este festival. Para mí, la palabra que mejor describe mi presencia es, por tanto, respeto, tanto por los profesionales como por el público. ¿Qué va a poder ver el público esta noche? Durante la sesión, formarán parte de un viaje melódico y rítmico lleno de esperanza, alegría, irreverencia y también fe. ¿Tiene alguna sesión más programada en el país? Este año volveré, por segunda vez, a dos clubes de España. Creo que, en su momento, el trabajo estuvo bien hecho y que hubo una conexión muy especial con el público. Por lo tanto, después de Medusa, quizás lo más especial sería poder volver en 2026 y presentar mi primer álbum, que está a punto de terminar. Desde bien pequeño, y tras una enfermedad, tuvo claro que quería ser sacerdote. ¿Cómo surge la vocación de DJ? Mi vocación de DJ surgió de mi amor por la música electrónica, que conozco desde mi juventud. Durante mis vacaciones en el seminario, era tan normal para mí salir con mis amigos a divertirme como estar en la iglesia rezando. Después, como sacerdote, salir por la noche se volvió más ocasional, pero nunca dejé de seguir la escena de la música electrónica e, incluso, fui varias veces a Ibiza para escuchar a los DJ que seguía en YouTube y redes sociales. En un momento dado, el arzobispo de Braga me pidió que me hiciera cargo de otra parroquia. Esa parroquia estaba muy endeudada, además de carecer de instalaciones para la pastoral, el catecismo, el trabajo juvenil, los scouts, etc. En 2006, surgió la idea de abrir un espacio en la cima de la colina para recaudar fondos para pagar las deudas. Nació Ar de Rock Laúndos. Esta iniciativa solo se lleva a cabo durante el verano, durante las vacaciones, después de terminar las clases de catecismo. Todos somos voluntarios. Empezó con el karaoke y con la participación del coro juvenil de la parroquia. Yo tocaba algunos éxitos y canciones para animar la fiesta. Un año después, en 2007, compré mi primer controlador y, año tras año, empecé a aprender por mi cuenta. El gran punto de inflexión llegó en 2013, cuando me inscribí en PRODJ, una escuela para DJs y productores musicales en Oporto. Fue a partir de ahí que empecé a evolucionar como DJ. Gracias a esta dinámica, pudimos saldar nuestras deudas, restaurar las salas de catecismo y la iglesia principal. Ahora estamos terminando la construcción del Centro Pastoral y el edificio para los Scouts de la parroquia. Una de sus primeras actuaciones fue en las Jornadas Mundiales de la Juventud. ¿Cómo fue ese momento? En la JMJ 2023, la sensación fue especial. Los jóvenes estaban despertando y estaban muy lejos de mí. Yo estaba allí solo, en medio del escenario. Mi tarea era despertar a 1,5 millones de jóvenes. Me senté. Recé un poco. Pensé: «Estoy aquí, voy a divertirme, voy a bailar, voy a transmitir entusiasmo y que todo sea para la gloria de Dios». Mientras tanto, en las pantallas laterales, empecé a ver imágenes de jóvenes levantándose, saliendo de sus sacos de dormir, abrazándose, bailando... Son imágenes que nunca olvidaré. Pero la verdadera comprensión de lo que había sucedido llegó después, cuando me di cuenta de cuántas historias me habían etiquetado en redes sociales. De hecho, solo en las semanas siguientes me di cuenta del verdadero impacto de ese despertar dominical en el Parque Tejo (Lisboa). ¿Y por qué música electrónica? El techno nació de las numerosas transmisiones en vivo que hice durante la pandemia de Covid-19. Cuando empecé a experimentar con sonidos techno, empecé a recibir mensajes pidiéndome más. No me lo esperaba. Durante ese tiempo, había experimentado con techno melódico, que encaja a la perfección con el mensaje que quiero transmitir a los jóvenes. ¿Qué busca transmitir con sus sesiones? Ante todo, busco transmitir esperanza. Y, no menos importante, quiero crear comunión con la pista de baile. Todos somos diferentes, de diferentes religiones e, incluso, sin religión, pero estamos juntos, en paz. Es una hermosa imagen de tolerancia y respeto. Y si la música logra esto... ¿Por qué no lo hacemos nosotros en cada momento de nuestras vidas? Una de las sesiones. / Marta Santos ¿Es una forma de que los asistentes conecten con la fe? La fe siempre está presente: en la vida, en la ropa, en la música, en las letras, en las imágenes... Cada uno de nosotros tiene una misión en este mundo, como dijo el Papa Francisco, así que dondequiera que esté, siempre intento dar testimonio de mi fe. Soy sacerdote en todas partes. También es una manera de romper el estereotipo de que la música techno está relacionada con las drogas. Las drogas, por desgracia, están presentes en muchos lugares e, incluso, en puestos de gran responsabilidad social. Creo que debemos romper el estereotipo de que no hay valores en un festival. He dicho muchas veces que la música electrónica es fantástica para quienes se encuentran bien en todos los aspectos de la vida, incluida la salud mental. Los jóvenes de hoy se enfrentan a muchos desafíos. Vivimos en una sociedad de cansancio, como dice un filósofo contemporáneo. Tenemos que cuidarnos unos a otros. Y qué maravilloso sería si esto también ocurriera en los festivales, con profesionales de la salud preparados para identificar situaciones de mayor vulnerabilidad. ¿Quién sabe? ¡Quizás algún día estos festivales tengan un espacio dedicado a la salud mental! "Debemos romper el estereotipo de que no hay valores en un festival" Padre Guilherme — DJ ¿Cree que ser DJ podría significar que le tomen menos en serio como sacerdote? Al principio fue difícil, muy duro. Cuando aparecí como DJ Padre Guilherme, empecé a recibir críticas tanto dentro como fuera de la Iglesia. También recibí el apoyo de mucha gente. Con el tiempo, mi trabajo y la calidad del equipo que colabora conmigo empezaron a ser reconocidos y valorados. Hoy en día sigo recibiendo testimonios fantásticos que creo que contribuyen a cambiar algunas mentalidades. Cada vez más gente me felicita por ser sacerdote y DJ. Leyendo su biografía, he visto que también fue soldado. ¿Hay algo más que no sepamos? Sigo siendo capellán militar en el Ordinariato Militar y Teniente Coronel del Ejército Portugués. Estoy convencido de que existen valores militares muy importantes y útiles para moldear la personalidad de una persona. En Portugal, he colaborado con el Centro de Reclutamiento, donde he transmitido varios mensajes que animan la vida militar. Me gusta recordar que hay tormentas naturales, catástrofes y pandemias como la Covid-19, y en estas situaciones, es reconfortante. ¿Es muy diferente en cada faceta? Depende de la situación. Al celebrar los sacramentos, soy más introvertido. Intento meditar y rezar el misterio que celebro con la gente. En la catequesis, con los jóvenes, por ejemplo, ya me siento más extrovertido. Como suelo decir, no entro en una cabina de DJ para celebrar la Eucaristía, ni voy a la Eucaristía para ser DJ. Todo tiene su lugar. Suscríbete para seguir leyendo

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