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  • ¿Qué será de las exportaciones argentinas de carne vacuna?

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 09/08/2025 10:49

    Deberá correr más agua bajo el puente hasta que se considere definido el nuevo contexto para los despachos de carne vacuna desde la Argentina (Reuters) El proceso está en marcha. Donald Trump firmó la orden, el plazo de espera se cumplió, y la carne brasileña podría pasar al olvido en el mercado estadounidense, tras ser condenada a pagar una tarifa total de más del 76% (50% extra como arancel de castigo) para ingresar a este país cuando supere la cuota de 65 mil toneladas, una plaza donde estaba teniendo un éxito creciente. De hecho, mucho tuvo que ver este mercado con un nuevo récord exportador para Brasil en julio último: algo más de 310 mil toneladas. La gran duda es qué irá a hacer la Argentina con esta oportunidad que se le presenta, dado que la Casa Blanca ya publicó sus tarifas punitorias y las exportaciones de nuestro país pagarían un adicional del 10%; se supone que eso involucra a la carne vacuna fuera de la cuota oportunamente otorgada. Es cierto que cuando se superan las 20 mil toneladas con arancel diferencial, una tarifa total del 36.4% no es poca cosa. Pero también puede pensarse que un Estados Unidos necesitado podría verse obligado a ampliar esa cuota. Faltan definiciones por cierto. Para el analista Ignacio Iriarte, el panorama global del negocio de la carne era muy bueno hasta que Trump tomó las decisiones conocidas por todos. Las exportaciones argentinas habían empezado a recuperarse, lo que permitió que se sentaran nuevamente a la mesa de formación de precios, de la mano de una mejora en el tipo de cambio nominal, una pequeña quita en las retenciones, una suba del 20% en los precios internacionales y una elevada demanda fronteras afuera. Las hamburguesas estadounidenses van a extrañar la carne brasileña y habrá que pagarlas más caros(Min.Agr.Brasil) Para Iriarte el futuro de nuestras exportaciones es completamente incierto en medio de esta pelea de terceros. Primero hay decir que en esta guerra de tarifas la carne estadounidense se complicó en el mercado chino a instancias de los aranceles del republicano. Y detrás del conflicto con Brasil existen cuestiones que tienen que ver más con la geopolítica que con la carne vacuna: el juzgamiento de Bolsonaro, la creciente presencia de Brasil en los BRICS, y la intención del grupo de reemplazar al dólar en las transacciones internacionales, todas cuestiones que enfurecen al presidente estadounidense. “Trump primero golpea, luego espera, y si se da, finalmente negocia –dice este especialista-. Si no hay acuerdo, Estados Unidos dejará de recibir las 350 mil a 400 mil toneladas que aportaba Brasil a su mercado de consumo. No hay otro país en condiciones de ofrecer volúmenes y precios similares en el corto plazo”. Por otro lado, todo indica que el grueso de lo que no pueda vender Brasil en Estados Unidos irá a China, que hasta hace un mes venía comprando volúmenes crecientes a valores también crecientes. “Si llegan esas 350 mil a 400 mil toneladas al mercado del gigante asiático, habrá que pensar en una baja de precios”. Estados Unidos vive un escenario particular. “Con una oferta récord de carnes sustitutas, los consumidores de este país están descubriendo el significado de la palabra ‘preferencia’, después de la corrida que ha llevado el valor del novillo en gancho a los USD 8.30-8.40”, subraya el analista. En buen romance, a pesar del aumento de los precios, gastan una proporción creciente en carne vacuna, y el consumo ha trepado 4%. La guerra de tarifas de Trump literalmente descompaginó el mercado global de la carne vacuna. Alta incertidumbre (Reuters) El punto es que en el país de las barras y las estrellas la restricción de oferta se va a acentuar en los próximos dos años. Estados Unidos tiene el stock bovino más bajo en más de 7 décadas, y le faltará además el fenomenal ingreso de terneros que viene de México para engordarse en los feedlots de Texas, Nuevo México y Arizona. Si además se prescinde de Brasil, el mercado americano va a volar. “Habrá que ver cómo quedan definidos los tantos para nuestro país y a partir de ahí analizar las chances en materia de exportación”, razona Iriarte. Los últimos datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) dicen a las claras que este país seguirá con poca carne por bastante tiempo más. “Aun no se está dentro de una etapa de recomposición, que es cuando supuestamente los precios son más altos debido a la menor oferta de vientres a faena”, advierte el consultor uruguayo Rafael Tardáguila. Por lo tanto, lo esperable en Estados Unidos es una producción baja este año, el próximo y, probablemente también en 2027. Esto hará que sus necesidades de importación se mantengan elevadas durante bastante tiempo más. Tardáguila subraya que la salida de la carne brasileña de Estados Unidos cambia los equilibrios en el mercado internacional. Genera mayores oportunidades en esta plaza, pero también desafíos en las ventas a China y otros potenciales destinos donde la competencia con Brasil será más intensa. Tanto es así que desde que Trump avisó de su castigo al socio del Mercosur, los importadores chinos comenzaron a presionar a la baja, y surgieron rumores acerca de una poderosa empresa brasileña colocando grandes volúmenes en algunas de las principales compañías estatales importadoras de carne vacuna en China. “Parece bastante claro que los precios de importación en este país corregirán algo a la baja”. El stock estadounidense es el más bajo en 75 años. Necesitará reemplazar la oferta brasileña para lograr abastecer su mercado interno (AP) Sin embargo, dado que el principal mercado para la carne brasileña es el doméstico, eso ayudaría a moderar su agresividad fronteras afuera. En tanto, seguramente Uruguay, Australia, Nueva Zelanda, Argentina y Paraguay, encontrarán más oportunidades para colocar el producto en el mercado estadounidense, en especial carne magra para industrializar. Y los precios tendrán que ser más altos, más allá del arancel del 36,4% que se debe pagar para ingresar fuera de la cuota autorizada. Todas las piezas de este rompecabezas están en el aire. Mientras la Argentina trata de conseguir excepciones al arancel de castigo del 10%, algunas plantas brasileñas estarían usando sus filiales en nuestro país, Paraguay y Uruguay para no caer en la megatarifa que les ha fijado Trump, lo cual modifica algunas de las especulaciones previas. Por lo demás, el Instituto Matogrossense de Economía Agraria (Imea), siembra dudas acerca de las chances de Paraguay y Uruguay en cuanto a ganar mucho terreno en el mercado estadounidense. Argumenta que ambos ya tienen clientes consolidados, que absorben una parte importante del excedente de producción. La Argentina tampoco daría hoy garantías de un gran crecimiento en el mercado estadounidense. Los gigantes del negocio global de la carne son brasileños, y el nuevo escenario va a perjudicarlos. Podrían exportar desde la Argentina para evitar los aranceles de Trump (rReuters) Antes de las medidas del presidente de Estados Unidos, Brasil iba hacia un nuevo récord en exportación de carne en este mercado, superando a Australia y Canadá, gracias a sus precios competitivos. Con el tarifazo -así lo llaman en el vecino país-, la industria prevé suspender las ventas de carne a Estados Unidos, el segundo mayor consumidor del producto brasileño. El socio del Mercosur sabe que tiene que replantear totalmente su estrategia como exportador líder. “El cambio no es fácil. Algunas plantas tienen departamentos que procesan un corte específico. Quizás por razones sanitarias y de certificación, no podamos utilizarlos para diluir el volumen de carne que quedará retenido en el mercado interno“, señalan los industriales. Y en cuanto a los posibles destinos para redireccionar esa carne, Japón avisó al gobierno brasileño que la habilitación exportar hacia la nación nipona solo involucraría a los estados de Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul. La novedad frustró parte de las expectativas de la industria cárnica del vecino país. En este contexto, Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carne (Abiec) insiste en continuar negociando con Trump, y rechaza todo tipo de represalias por parte del gobierno de Lula. También solicita acciones específicas del Ministerio de Agricultura y Ganadería para abrir nuevos mercados de consumo para la carne brasileña. Mientras tanto, este conglomerado de empresas que tiene en su seno a líderes del negocio global como JBS y Marfrig, estimó pérdidas en torno de los USD 1.000 millones. La medida de Trump tiene un alto componente político, al golpear a una pieza clave del movimiento que pretende ir contra el dólar y Estados Unidos (Reuters) Los asesores de Lula creen que nunca hubo transparencia en la actitud de la Casa Blanca. Una importante publicación del vecino país dice que las guerras comerciales de Trump carecen de una estrategia coherente y abundan en la improvisación. “El resultado es un colapso de la confianza que socava el sistema comercial global. Un día el enemigo es China, al siguiente, Brasil, México, Canadá, Europa, o todos a la vez. El objetivo nunca es solo comercial”. Pero la pesadilla no termina ahí. Hay un proyecto de ley en Estados Unidos que prevé imponer un arancel secundario a los países que mantienen relaciones comerciales con el gobierno de Vladimir Putin, específicamente en cuanto a la compraventa de petróleo, gas natural, uranio, productos petrolíferos o petroquímicos. La tarifa aplicada a los socios comerciales de Putin no debe ser inferior al 500 %.; la idea es aislar comercialmente a Rusia. Además, la nueva tarifa “será acumulable con cualquier derecho antidumping o compensatorio aplicable en virtud de la Ley Arancelaria de 1930”, enfatiza el texto. Brasil está en la mira. Australia es uno de los que ha cedido a las pretensiones de Trump. Flexibilizará las restricciones a las importaciones de carne vacuna de Estados Unidos, para facilitar las conversaciones comerciales con el republicano. Aun así, es poco probable que esto impulse significativamente los envíos estadounidenses, ya que los precios de la carne son mucho más bajos en la nación de Oceanía. Australia aceptó darle preferencias al ingreso de carne vacuna estadounidense. El objetivo es no incomodar a Trump y evitar el castigo (Reuters) Todo el mercado global de la carne vacuna se está reacomodando. Si no hay acuerdo entre Estados Unidos y Brasil, este negocio mostrará en unos meses pocos puntos de contacto con lo que conocimos hasta mitad de año. Habrá que ver cómo se reordenan las piezas para las exportaciones desde nuestro país.

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