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Parana » Radio La Voz
Fecha: 08/08/2025 03:30
En el último piso del Palacio de Justicia, todos sabían que Bernardo —famoso sirviente de Diego de la Verga en la leyenda del Zorro Polla— usaba su posición para favorecer a sus amantes. Esto generaba ruido —y del fuerte— entre los empleados del Palacio. Dicen que el murmullo no se apagó ni cuando dejó el cargo, ya que el nuevo encargado no podía resolver consultas legales básicas ni apoyar en trámites importantes. En resumen: el mancebo era un inútil. Cuentan en los pasillos que los Perros y Grillos odiaban entrar al baño después de que Bernardo lo usara porque el inodoro quedaba apestando a yogur fermentado. —¿Este Bernardo no era de U? —preguntó un Perro con cejas arqueadas. —Sí, sí… locura tenía con U —respondió otro, encogiéndose de hombros—. Siempre votó a favor, siempre oficialista. Y en la última curva se hizo alemán, volvió a los orígenes. —La realidad —terció Perro Viejo— es que Bernardo debía jubilarse por la ANSES, porque ahí tenía más años de aportes por todos los cargos políticos que le dieron los radicales. —Y debía hacerlo con el sueldo de ANSES, no con el 82% de la provincia —agregó un Grillo, golpeando suavemente la mesa con un dedo. —Pero gracias a su obsecuencia —intervino Perro Auditor— hubo “peronistas” que le sacaron una resolución para que cobre sus haberes en la provincia. Y ahora… lo pagamos todos los entrerrianos que aportamos a la Caja de Jubilaciones. —Bernardo lleva un collar de baja estofa moral —dijo un Grillo con sorna—. Uno de esos adornos que se asocian con personas de dudosa reputación. —¡Además, buchón! —ladró Perro Vizcachón—. Nunca visto… contando cosas que después firmaba. —Memoriosos recuerdan —añadió Perro de Archivo— que él defendía un ‘STJ amplio’ con salas especializadas para garantizar la tutela judicial y respuestas rápidas a los justiciables. Destacaba el debate entre miembros colegiados como garantía. —Y ahora resulta que se volvió un fundamentalista de La Libertad Avanza —se rió Grillo Marrón—. Un mileísta de paladar negro. Solo propone achicar, achicar y achicar. Recorta derechos… salvo los suyos, como la jubilación. —Sí, pero viste… está gagá —susurró Perro del Rincón—. No entiende nada, está como De la Rúa saliendo del programa de Tinelli. —Un abogado del foro local —interrumpió Perro Auditor— estaría armando un pedido de informe a la Caja de Jubilaciones. El daño al Tesoro es inmenso. Y siguiendo la lógica del gobierno nacional: si no aportaste, no tenés derecho a jubilación. --- Esta es una obra de ficción. Los diálogos y contenidos de las Charlas de Pasillo son inventados. Salvo indicación contraria, todos los nombres, personajes, negocios, lugares, eventos e incidentes son producto de la imaginación, alucinaciones, fantasías o visiones del autor. Cualquier parecido con personas reales, vivas, muertas o condenadas, o con eventos reales, es pura coincidencia. Las Charlas de Pasillo contienen humor negro y lenguaje fuerte. Se recomienda discreción.
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