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Diamante » Neonetmusic
Fecha: 03/08/2025 00:31
La WNBA enfrenta una situación insólita y preocupante tras dos episodios consecutivos en los que se arrojaron objetos sexuales a la cancha durante partidos oficiales. El último incidente ocurrió en el enfrentamiento entre Golden State Valkyries y Chicago Sky, cuando un dildo fue lanzado al parqué, obligando a detener el juego. El hecho se suma a otro similar ocurrido días antes, también con las Valkyries en cancha, lo que ha encendido las alarmas sobre la seguridad en eventos deportivos femeninos. La jugadora Sophie Cunningham, de Indiana Fever, expresó su indignación en redes sociales, advirtiendo sobre el peligro físico que estas acciones representan. “Dejen de lanzar dildos a la pista, nos harán daño”, escribió en X, reflejando el malestar creciente entre las atletas. Su mensaje se viralizó rápidamente, generando un debate sobre el respeto hacia las deportistas y la necesidad de medidas más estrictas en los estadios. El primer episodio tuvo lugar durante el partido entre Valkyries y Atlanta Dream, cuando un consolador verde fue arrojado en los últimos segundos del encuentro. Aunque el objeto fue retirado por el personal de seguridad y el juego continuó, la reiteración del hecho en el siguiente partido contra Chicago Sky —con un objeto idéntico— dejó en evidencia que no se trata de un caso aislado, sino de una conducta repetida que pone en riesgo la integridad de las jugadoras. La liga y la opinión pública han comenzado a cuestionar la eficacia de los controles en los accesos a los estadios. La coincidencia de los incidentes con los partidos de las Valkyries ha generado inquietud, y se espera que el próximo encuentro ante Las Vegas Aces cuente con refuerzos de seguridad para evitar nuevos episodios. Mientras tanto, las jugadoras exigen respeto y protección para poder competir en un ambiente seguro. Más allá del resultado deportivo —una victoria 73-66 para las Valkyries—, el foco está puesto en la necesidad de erradicar comportamientos irrespetuosos que afectan no solo el desarrollo del juego, sino también la dignidad de quienes lo protagonizan. La WNBA enfrenta ahora el desafío de garantizar que sus eventos sean espacios libres de violencia simbólica y física, donde el espectáculo deportivo no se vea opacado por actos repudiables. Noticia vista: 181
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