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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 02/08/2025 06:51
Reforma laboral (imagen ilustrativa) La reforma laboral se está convirtiendo en un nuevo terreno de enfrentamientos ideológicos que dejan en un segundo plano lo verdaderamente importante: sancionar una nueva normativa que permita incluir a los más de 9 millones de trabajadores argentinos que hoy están afuera del sistema formal. No se trata de una problemática nueva, pero sí lo es su magnitud, por lo que urge consensuar una reforma laboral progresiva que logre adaptar las leyes y regulaciones laborales a las nuevas realidades económicas y sociales, con el objetivo de brindar mayor previsibilidad y mejorar la productividad. Las legislaciones vigentes fueron diseñadas hace ya muchas décadas, en un contexto completamente diferente; sin tecnología, en un mundo mucho menos globalizado y con PyMEs con otras realidades. Sin ir más lejos, la Ley de Asociaciones Sindicales tuvo pocas modificaciones desde su sanción en los ‘80 y la mayoría de los Convenios Colectivos fueron redactados durante la década del ‘70. La reforma que necesita la Argentina no es una cruzada ideológica ni un ensayo de ingeniería sindical. Es una política de Estado que debe tener como eje central la inclusión, la formalización y la adaptación al mundo del trabajo actual mediante un trabajo conjunto y colaborativo entre gobierno, empresarios y sindicatos, recurriendo incluso al asesoramiento de expertos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en algunos casos. En ese sentido, hay una serie de medidas fundamentales para la nueva legislación si se quiere incluir a los que hoy están afuera del mercado laboral informal. Regímenes laborales diferenciados La informalidad laboral sigue siendo una de las grandes deudas del sistema argentino. Más del 40% de los trabajadores está fuera de cualquier marco de protección legal. Aferrarnos a la Ley de Contrato de Trabajo como regulación central de la definición de derechos y obligaciones en el marco del contrato de trabajo se ha convertido en un árbol que nos impide ver el bosque. La respuesta a esta problemática se encuentra en el dictado de regímenes legales diferenciados por tamaños de empresas -micropymes, pymes, medianas y grandes empresas- y sectoriales. El debate y definición de nuevos estatutos profesionales podrían comenzar a brindar algún tipo de respuesta. Incentivos fiscales Por otro lado, la reforma laboral debe incluir un régimen de registración simplificada, con una estructura de incentivos fiscales temporales para que empleadores (principalmente en sectores como gastronomía, construcción y logística) puedan formalizar trabajadores sin temor a sanciones retroactivas ni cargas impositivas asfixiantes. Premiar la formalización, no castigar el pasado. Actualización y descentralización de la negociación colectiva La actualización del contenido de la negociación colectiva, con un mayor grado de regionalización, posibilitaría estar más cerca de las realidades locales. La descentralización no tiene que ser vista como una herramienta de debilitamiento sindical. Por el contrario, las soluciones a los desafíos que enfrenta el mundo laboral es con todos adentro La obsolescencia del contenido actual de los convenios colectivos de trabajo que datan de hace cincuenta años no resiste el menor análisis. Esta situación ha sido posible por la pereza en la preparación del contenido de la negociación colectiva, al amparo de la excusa de la existencia de crisis económicas recurrentes que nos llevaron a focalizar la negociación en su contenido salarial y la falta de impulso y de interés por lograr el contenido de su actualización por parte de la autoridad laboral. Marco legal específico para trabajadores de plataformas digitales La cuestión de un trabajo colaborativo a nivel regional resulta indispensable, a fin de contemplar la posibilidad de regímenes de la seguridad social que se integren dando respuesta al trabajo deslocalizado. Hoy un trabajador vive en Argentina y trabaja para un empleador en Chile, Brasil o cualquier otro país, dónde él y su empleador deben aportar a la seguridad social. En ese aspecto, los esquemas tributarios y de seguridad social superan el ámbito del territorio argentino, por lo tanto, la legislación local y las administraciones gubernamentales deberán hacer un gran esfuerzo intelectual y político para estar a la altura. No encontrar una solución a esta problemática sólo coloca a los trabajadores en un absoluto estado de indefensión. Cuando se debatan las reformas laborales, ya que la respuesta no puede ser única, la cuestión tributaria, del costo laboral, de la productividad laboral y la capacitación laboral permanente, no podrán encontrarse ausentes. Foco en las nuevas generaciones Hoy existen grandes transformaciones en la percepción que las nuevas generaciones tienen sobre por qué, cómo y para qué se trabaja. Este dato no es menor y también amerita una respuesta en la nueva legislación laboral a debatir. Si los legisladores son capaces de definir regímenes laborales diferenciados, actualizar y descentralizar regionalmente la negociación colectiva y establecer sistemas contributivos a la seguridad social susceptibles de ser respetados por las micropymes, pymes y medianas empresas, a través de establecer cierta gradualidad en la imposición, seguramente se comenzará a desandar el camino de las respuestas que la sociedad necesita en materia de empleo decente. Estas propuestas no son abstractas ni maximalistas. Son posibles. Y más importante aún: son urgentes.
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