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» Elterritorio
Fecha: 02/08/2025 01:46
Ayer en el estreno de agosto, y como manda el saber popular, los posadeños bebieron y compartieron los tres sorbos sábado 02 de agosto de 2025 | 1:00hs. Los vecinos compartieron los tres tragos de caña con ruda. Foto: Joaquín Galiano Como cada 1 de agosto, ayer la tradición volvió a tomar protagonismo con los tres tragos de caña con ruda en ayunas. Más allá de la creencia popular que le atribuye propiedades para espantar los males del invierno, la costumbre se resignifica año tras año como un gesto de identidad cultural y encuentro comunitario. De esta manera, el ritual de recibir agosto probando los tres sorbos del especial brebaje se compartió en las casas y hasta se convidó en las calles, para que a nadie le falte esta pócima de la buena salud y la buena fortuna. Y como una manera de poner en valor las tradiciones ancestrales de nuestra tierra, la Secretaría de Cultura de la Provincia sirvió el potente preparado frente al Museo Juan Yaparí, en el centro posadeño. Así, quienes pasaron por allí hicieron una pausa para degustar su caña “al paso”, reír entre vecinos y hacerse alguna selfie para el recuerdo. “Agosto es un mes largo, por eso las tradiciones invitan a esta bebida potente a la que se le atribuyen propiedades limpiadoras”, explicó Laura Lagable, desde la Subsecretaría de Coordinación de Fomento y Regiones Culturales. La vereda de la calle Sarmiento frente al Yaparí fue el punto de encuentro. Foto: Joaquín Galiano La iniciativa buscó mantener viva una práctica ancestral que forma parte del patrimonio inmaterial de la región. “Queremos que estos rituales sigan vigentes, no solo como creencia sino también como símbolo de unión entre vecinos”, señaló Lagable. Entre quienes se detuvieron a cumplir con el ritual estuvo Jorge Barrionuevo, que rumbo al trabajo hizo una parada obligada para beber sus tres traguitos. “En ayunas la tomamos para espantar los males. En mi familia lo cumplimos a rajatabla, al igual que con nuestros compañeros”, comentó. Y, entre risas, agregó: “Con esta parada ya cumplí. En la oficina no repito, esto alcanza”. La caña con ruda sigue marcando el calendario y se reafirma cada agosto como una costumbre que, entre mito, medicina natural y folclore reúne generaciones y cruza creencias en un mismo sorbo.
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