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» Comercio y Justicia
Fecha: 01/08/2025 17:02
La divisa verde tocó 1.380 pesos, casi en el techo de la banda acordada con el FMI. Caputo ponderó la mayor competitividad que genera, sin traslado a precios. Sin embargo, el Banco Central subió tasas y Economía prepara una estrategia para intervenir hoy y dejar a la divisa en torno a $1.300. Por ahora, el alza no impactó en los precios en góndola, indicó a Comercio y Justicia el supermercadista Víctor Palpacelli. La visión del economista José Simonella. Fuerte golpe para la deuda de Córdoba Por Alfredo Flury El dólar mantuvo ayer su tendencia alcista aunque con un salto de 4,1% sólo este jueves, evolución que lo llevó al récord de 1.380 pesos para la punta vendedora, esto es casi en el límite superior de la banda de flotación, hoy levemente por encima de 1.400 pesos. El aumento fue relativizado por el ministro de Economía, Luis Caputo, quien eligió celebrar una mejora de los términos de intercambio que implica ese dólar más alto para la economía, es decir, un valor de la divisa más conveniente para las exportaciones y las importaciones. El déficit externo del primer trimestre de 2025 había sido el doble de lo esperado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para todo el año. Caputo replicó un posteo de un usuario en X en el que se destacaba que la última tendencia de suba del dólar impactaba de manera favorable en el equilibrio de las cuentas externas sin haber tenido, por el momento, un efecto sobre la inflación local. Los números del Banco Central, que miden este índice, muestran una mejora de esta métrica, que responde a distintas razones. “Una daga para la oposición. Tipo de cambio real multilateral en 102,67 (base 100=salida del cepo de Macri). Es decir casi 3 por ciento por encima de enero de 2016, y sin traspaso a precios”, mencionó el jefe del Palacio de Hacienda, aunque luego aclaró ese número tras una corrección del economista Amilcar Collante, que detalló que ese número corresponde a la comparación sólo entre la Argentina y los Estados Unidos. El índice de tipo de cambio real multilateral incluye a otros socios como Brasil, China o la Unión Europea. Más tarde, el ministro restó importancia a las recientes tensiones en el mercado cambiario y aseguró que se trata de episodios ya conocidos durante su gestión. “No es nada que no hayamos vivido durante este Gobierno”, afirmó, al recordar que en febrero y julio de 2024 el dólar también se había movido con fuerza. Según planteó, el fenómeno responde a un “riesgo kuka” que lleva a algunos actores a cubrirse, pero no representa una amenaza macroeconómica estructural y que el movimiento cambiario de estos días “no es algo que nos preocupe”. Distintos informes de mercado plantearon esta cuestión en los últimos días. De acuerdo con el análisis de LCG, la economía argentina continúa sujeta a una restricción estructural para generar divisas, lo que condiciona su capacidad de crecimiento. En ese marco, afirmaron que el objetivo sigue siendo “vender cada vez más bienes y servicios al exterior”, aunque advirtieron que, a pesar del aumento en las ventas de combustibles, las exportaciones permanecen estancadas. La consultora planteó dudas sobre la efectividad de un tipo de cambio más elevado, como el que se espera en las próximas semanas, para corregir los desequilibrios del sector externo. “La principal inquietud de acá en adelante es si un tipo de cambio más elevado será suficiente para equilibrar las cuentas externas”, señalaron. GMA Capital también identificó que parte de la mejora reciente se vincula con la debilidad del dólar a nivel global, lo que favoreció la apreciación de muchas monedas emergentes. Según evaluó la consultora, este nuevo tipo de cambio más alto “podría jugar a favor de la cuenta corriente en la segunda mitad del año”. Sin embargo, señaló que el escenario externo sigue siendo complejo, en especial por la proyección de una baja en las exportaciones agropecuarias luego del pico que alcanzaron en el primer semestre del año por la baja temporal de retenciones, que tres semanas después fueron establecidas como permanentes. Agregó que esa misma dinámica impactaría en el sector energético, que hasta mayo había generado exportaciones por 4.258 millones de dólares. Invecq subrayó que “desde una perspectiva de equilibrio macroeconómico general, resultaría favorable un tipo de cambio real más alto, acompañado de tasas de interés reales en pesos positivas pero inferiores a las actuales”. Según la consultora, esto permitiría reforzar la sostenibilidad externa sin frenar la expansión del crédito que mostró la economía desde 2024. Por su parte, Abeceb señaló que la posibilidad de que la cotización toque la banda inferior se fue desvaneciendo, reduciendo así la chance de intervenir para acumular reservas. La planteó que “la buena noticia es que el aumento del tipo de cambio real juega a favor de la estabilidad en la medida que contribuye a acotar el desequilibrio que mostró la cuenta corriente en los primeros meses del año”. Estrategia Más allá de las palabras de Caputo, lo cierto es que hay evidencias claras que el Gobierno buscará evitar que el dólar lleve a la banda superior. De hecho, ayer el Banco Central volvió a subir las tasas de referencia, medida que se complementó en los últimos días con la intervención en los mercados de futuros y en la convalidación de tasas muy elevadas para eliminar la liquidez tras la liquidación de las LEFI. Por ahora, el alza del dólar no se transfirió a los precios. “No hubo movimientos. Sí hubo proveedores que enviaron listas con subas de 4% pero que, a su vez, aplicaron bonificaciones por igual porcentaje, por lo que en la práctica no hubo aumentos. De todas formas, habrá que esperar unos días más. En los hechos, no hay mucho margen para aplicar subas porque el consumidor no va a convalidar aumentos. De hecho, las ventas siguen planchadas”, explicó a Comercio y Justicia el titular de la Cámara Argentina de Supermercados. La visión de Simonella En tanto, el economista José Simonella, titular de la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas, enumeró a Comercio y Justicia las causas que llevaron a que el dólar llegara a tamaño valor. “Hubo varias causas. Por un lado, el campo dejó de liquidar por lo que mermó la oferta de divisas. En paralelo, por el lado de la demanda, aumentaron los adelantos de cobertura propios del clima preelectoral. También la balanza turística aportó un fuerte saldo negativo. Pero además hubo un error no forzado que fue haber salido a desprenderse de las LEFI que inundaron de liquidez en pesos que luego Economía buscó absorber vía Lecaps que los bancos no acogieron de manera masiva y que hicieron que el Gobierno tuviera que convalidar tasas que esta semana llegaron a 65% para renovar sólo parte de los vencimientos pendientes. Parte de los pesos sobrantes fueron a comprar dólares y eso llevó a que la divisa suba”, enumeró Simonella. Para el economista, el Gobierno buscará que el dólar baje y se ubique en torno a 1.300 pesos para evitar que el valor de la divisa no se traslade a precios e impacte en la inflación. ¿Cómo actuará ahora el Gobierno?. “Entiendo que van a intervenir a través de ventas del Tesoro o el Banco Nación para aumentar la oferta. Pero además creo que también apostarán al carry trade, esto es que quienes tengan dólares y saben que difícilmente la divisa siga subiendo, vendan y se pasen a pesos para colocar en plazos fijos que hoy pagan entre 30% y 35% anual”, completó. En cuanto al impacto en precios, consideró que si el Gobierno logra bajar la divisa a 1.300 pesos, difícilmente haya aumentos importantes. El tema hoy es más que una cuestión racional, un tema de expectativas y confianza, un punto que ya conocemos de sobra los argentinos, concluyó. Deuda Por lo demás, la fuerte suba del dólar, entre otras consecuencias, impactó en el stock de deuda de la Provincia de Córdoba. El último dato disponible, del 31 de marzo pasado, informó un pasivo de 2,24 billones de pesos. Sin embargo, de ese monto, 85% está nominada en moneda dura principalmente dólares. Concretamente, 1,61 billón era deuda en divisas, euros o dinares kuwaitíes. El cálculo del pasivo al 31 de marzo fue hecho con un dólar a 1.074 pesos. Hoy, con una divisa a 1.380 pesos, la deuda nominada en moneda dura subió más de 600 mil millones de pesos.
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