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» Diario Cordoba
Fecha: 31/07/2025 16:06
¿De verdad no acabaremos con los incendios y más incendios hasta que no tengamos un árbol que heredar? ¿De verdad seguirán asesinando mujeres y sus hijos hasta que los recuerdos sean sólo cementerios? ¿De verdad no acabaremos nunca con la contaminación de los mares, los ríos, los paisajes? ¿De verdad seguiremos, generación tras generación, sin tener acceso a una vivienda digna? ¿De verdad no acabaremos con las listas de espera en tantos hospitales? ¿De verdad no conseguiremos nunca una equiparación salarial en hombres y mujeres? ¿De verdad no acabaremos nunca con los accidentes de tráfico? ¿De verdad seguiremos ahondando en las diferencias de oportunidades según los territorios? ¿De verdad no pudo evitarse alguna muerte con el covid? ¿De verdad no pudo evitarse algún barro, alguna vida en la riada de Valencia? ¿De verdad seguiremos aspirando siempre a ser libres? ¿De verdad pasaremos una vida y otra vida anhelando una patria en paz? ¿De verdad podremos seguir siempre a base de mentiras, a base de corrupción, a base de convertir la realidad en un trágico teatro? Entonces, ¿para qué las leyes?, ¿para qué tantas palabras, gestos, promesas, coches oficiales, guardaespaldas, debates, campañas electorales, una y otra vez, una y otra vez, y un político que viene, y otro político que se va, mientras el alma del pueblo se desangra impotente? ¿De verdad vivimos, construimos, deseamos algo con sentido? ¿En esto consiste la esclavitud de la resignación? Preguntar y más preguntar al vacío de un precipicio, a la oquedad del silencio, a la nada; preguntar de un pueblo que nace, que vive, que espera y que muere, y sólo come cada día más burlas, más humillación, más mentira, más silencio. *Escritor
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