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» El Ciudadano
Fecha: 30/07/2025 15:01
Por José Odisio Foto: Prensa NOB Newell’s arrancó el torneo con un andar irregular. Cuatro puntos en tres partidos no es un desastre, incluso lo pone a la Lepra entre los ocho mejores de su zona, pero la expectativa de los hinchas y del cuerpo técnico era un poco más alta. Y si bien hay múltiples razones para explicar este comienzo errático, uno de los principales motivos es la falta de refuerzos dentro de la cancha. Hay que hacer una aclaración en el tema refuerzos. Los jugadores pretendidos por Fabbiani, o los puestos a cubrir, están. El Ogro pretendía un arquero suplente y luego tuvo que salir por un titular por la conflictiva salida de Keylor Navas, y llegaron Juan Espínola y Williams Barlasina. También pretendía un cuatro para pelear con Montero y arribó Jherson Mosquera. Insistió por la contratación de Gaspar Iñíguez, que llegó en marzo y un cinco por la venta de Jacob y la dirigencia contrató al uruguayo Fernández Figueira. Pidió un nueve y la apuesta fuerte fue Pipa Benedetto. Y en el puesto de extremo la Lepra contrató a Franco Osorio y aún busca liberarse de Saúl Salcedo para traer al colombiano Luis Díaz. Y por esa salida de Salcedo, ya tiene a Fabián Noguera. Los refuerzos están. Con más o menos rodaje, el entrenador tiene los casilleros completados. El problema es que aún no están dentro de la cancha, y eso genera que Newell’s sea un equipo parecido al que terminó el torneo, con dos bajas claves: Navas y Jacob. No poner en cancha a los refuerzos tiene distintas aristas. Benedetto, el jugador más renombrado y en el cual hay depositada mayor expectativa, se desgarró en la gira mexicana y recién debutará con Central Córdoba. Se espera mucho del Pipa, en especial goles. Y lo físico era un tema a seguir cuando llegó temprano en la pretemporada, un riesgo que se corrió. Al Ogro le gusta jugar con línea de tres/cinco, por eso llegó Noguera. Experiencia y buen juego aéreo, similar a Lollo y Cuesta. Pero Fabbiani considera que le falta rodaje y aún no estuvo un minuto en cancha. Algo similar sucede con Fernández Figueira y Gaspar Iñíguez, que por ahora calentaron el banco con Sotelo y Regiardo ocupando el lugar dejado por Jacob. Lo que más sorprende es que Fabbiani no haya puesto a Iñíguez cuando hizo tanto por traerlo. Seguramente el cambio físico (bajó 20 kilos) influye, pero el Ogro sabía eso. Lo del arco fue un problema. La salida de Navas fue desprolija y un dolor de cabeza. Barlasina atajó los dos primeros partidos de emergencia y Espínola llegó un jueves y dos días después estuvo en cancha. Acá la necesidad obligó a Fabbiani a dejar los tiempos de lado. Y el que ataje será juzgado con rigor con la sombra de Navas detrás. Una situación que el DT no esperaba y ahora debe sobrellevar. Con Mosquera el Ogro esperaba ponerlo como carrilero por derecha con línea de tres, por eso jugó en el debut. Pero con Banfield lo puso de ocho y no anduvo bien. Y eso lo mandó al banco. Falta el extremo. Llegó Franco Osorio y sin conocer a sus compañeros fue titular. Muy distinto a lo que sucede con Noguera, Fernández Figueira e Iñíguez. Pero el Ogro espera a Luis Díaz, alguien más parecido al rendidor Luciano Herrera. Con los casilleros completados, ahora el entrenador debe poner en cancha a los futbolistas. Y buscar ese salto de calidad que le permita seguir sumando puntos. El Clásico y el choque con Atlético Tucumán por Copa Argentina son las dos pruebas de fuego. Y para superarlas será necesario poner lo mejor,
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