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  • 45 años de Superman II

    » Diario Cordoba

    Fecha: 26/07/2025 19:25

    Ahora que sé bien lo que es la vida, o que iba muy en serio -en ese decir lúcido de Jaime Gil de Biedma-, regreso, una vez más, al estreno de ‘Superman II’ hace 45 años. El cine es una máquina de sueños, y esas viejas salas portentosas que ahora sólo existen en nuestra imaginación pueden convertirse en un refugio nebuloso y sonoro de emociones precisas. En mi caso, sigo viendo a Christopher Reeve/Superman descendiendo como un pájaro azul en la espuma infinita de las cataratas del Niágara, recogiendo a ese niño que ha caído al vacío sideral de las aguas tras soltarse de la barandilla. «Creerás que un hombre puede volar», se decía en la publicidad de la primera película, la estrenada en 1978: como nuestra Constitución, que es el cristal puro de nuestra democracia. Seguramente inestable, seguramente mejorable, como los recuerdos de Kal-El de sus padres de Krypton, como las vivencias encendidas junto a Jonathan y Martha Kent en el atardecer de su granja de Kansas, en Smallville. Claro que antes hubo otras versiones, pero hoy me parece curioso que Superman, el héroe supremo de los cómics, se estrenara para el cine moderno con nuestra norma suprema, cuando la democracia se inicia en España y yo mismo comienzo a acumular mis primeros recuerdos en el cine. Nuestra democracia joven no podía volar, aunque lo pareciera por algunos momentos, pero sí sostenerse entre vientos cambiantes. Es lo que sigue haciendo, es lo que hacemos todos: sostenernos aquí y allá lo mejor que podemos, lo mejor que sabemos, por encima de lo que pueda parecer o incluso lo que ofrezca nuestra propia coraza. Me impresionó entonces y me sigue impresionando que Superman renuncie a sus poderes para poder estar con Lois Lane -conflicto ya superado, desde hace muchos años, en la línea actual del cómic-, y que, al llegar a un bar, un matón vulgar le acabe dando una paliza. Ella responde que quiere al hombre de quien se enamoró, mientras tres kryptonianos como él, enemigos lejanos de su padre, han llegado a la Tierra para conquistarla, justo cuando Clark Kent ha perdido todo su poder. También la vida es eso: el golpe que recibes a destiempo, sin tener ya argumentos para asimilarlo. Vuelvo mucho al Cine Cabrera-Vistarama a ver Superman II en mi recuerdo porque me hace feliz. Quizá eso tenga alguna influencia en que siga leyendo cómics de superhéroes, que ahora me regala mi hijo con cariño también superheroico, mientras yo le cuento algunas viejas historias de héroes viejos. ‘Superman’ acaba siendo el viaje de un hijo en busca de su padre: el de Krypton y el de aquí. Pero padre es el que te cría, es Jonathan Kent. Somos todos historias que nos guardan, y también nos recogen antes de caer por la cascada. Suscríbete para seguir leyendo

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