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  • Despejando dudas sobre cómo mantener una correcta hidratación, con la nutricionista Aldana Hamm

    Concordia » Despertar Entrerriano

    Fecha: 25/07/2025 08:35

    La hidratación cumple un rol esencial en el bienestar general, pero muchas veces no le damos la importancia que merece. En invierno, por ejemplo, solemos tomar menos agua simplemente porque no sentimos tanta sed. Para conocer cuánta agua realmente necesitamos, cómo detectar una hidratación deficiente y qué estrategias usar para mejorar este hábito, hablamos con la Lic. Aldana Hamm, nutricionista especializada en salud integral y educación alimentaria. —¿Cuántos litros de agua se recomienda tomar por día? ¿Varía según la edad, el peso o el nivel de actividad física? En líneas generales, la recomendación es consumir entre 1,8 y 2,5 litros de agua por día, siendo los 2 litros una referencia básica bastante conocida y útil para la mayoría de las personas. Sin embargo, si lo analizamos de forma más personalizada, la cantidad puede variar según varios factores como la edad, el peso corporal, el nivel de actividad física, el tipo de alimentación, el clima (especialmente si hay mucho calor o humedad), e incluso si hay alguna condición médica que modifique los requerimientos. Por eso, más allá del promedio general, siempre es mejor adaptar el consumo a cada persona. —¿Por qué es tan importante mantener una buena hidratación? ¿Qué beneficios concretos tiene para la salud? El agua está presente en prácticamente todas las funciones del cuerpo. Algunos beneficios concretos de una buena hidratación son: -Regulación de la temperatura corporal. -Buen funcionamiento renal, ayudando a filtrar desechos y prevenir cálculos. -Salud digestiva, favoreciendo el tránsito intestinal y evitando el estreñimiento. -Mejora de la concentración, la memoria y la función cognitiva. –Cuidado de la piel, el cabello y las uñas. -Mejor absorción y metabolismo de los nutrientes. Cuando hay déficit de agua, pueden aparecer dolores de cabeza, migrañas, fatiga, calambres, piel opaca y hasta dificultades para pensar con claridad. A veces convivimos con estos síntomas sin darnos cuenta de que la causa es tan simple como la falta de hidratación. —¿El mate, té, café, jugos u otras bebidas cuentan como parte de la hidratación diaria o solo se contabiliza el agua? Todas las bebidas y hasta los alimentos como frutas y verduras aportan líquidos al cuerpo. Sin embargo, cuando hablamos de los litros recomendados por día, nos referimos exclusivamente al agua potable en su estado natural, sin cafeína, azúcar ni aditivos. Esto se debe a que bebidas como el café o el mate tienen efectos diuréticos leves, es decir, pueden aumentar la eliminación de líquidos, y muchas veces también contienen azúcares, edulcorantes o estimulantes que no contribuyen de la misma manera a una hidratación saludable. En invierno, donde cuesta más tomar agua, estas bebidas ayudan, pero la recomendación principal sigue siendo el consumo directo de agua pura. —¿Qué señales pueden indicarnos que estamos tomando menos agua de la que necesitamos? El cuerpo siempre habla, lo importante es aprender a escucharlo. Algunas señales claras de deshidratación leve o moderada son: -Sensación de sed, que ya indica una falta de agua. -Boca seca o falta de salivación. -Orina oscura o de color intenso: lo ideal es que sea lo más clara posible, parecida al agua. -Dolores de cabeza, cansancio, calambres o mareos. -Estreñimiento y digestión lenta. Muchas veces, convivimos con estos síntomas como si fueran normales, pero en realidad pueden mejorar notablemente con una hidratación adecuada. —En invierno, cuando sentimos menos sed, ¿cómo podemos mantenernos igual de hidratados? Es muy común que en invierno no tengamos tanta sed, pero eso no significa que necesitemos menos agua. La clave está en generar un hábito constante, independiente de la estación del año. Algunas estrategias para lograrlo: -Tener una botella de agua a la vista todo el día. -Colocar recordatorios o alarmas, especialmente al principio. -Entibiar el agua si cuesta tomarla fría. -Saborizar naturalmente con limón, menta, rodajas de frutas o hierbas. Una vez que el hábito se incorpora, el cuerpo empieza a pedir agua por sí mismo, y ya no se depende del clima ni de la rutina diaria para cumplir con la hidratación adecuada. —¿El exceso de agua puede ser perjudicial? ¿Qué precauciones debemos tener? Sí, aunque no es habitual, el exceso de agua también puede generar complicaciones, especialmente si se ingiere en cantidades muy grandes en poco tiempo. Puede alterar el equilibrio de electrolitos en el cuerpo y generar lo que se conoce como hiponatremia (bajo nivel de sodio en sangre). No obstante, en personas sanas y con hábitos normales, esto no suele ocurrir. Es más común en casos especiales, como en deportistas de alta resistencia o personas con ciertas enfermedades renales. Por eso, la recomendación es no forzar la ingesta, sino escuchar al cuerpo y buscar una hidratación natural, progresiva y constante a lo largo del día. Aldana Hamm MP 70 Psiconutricion/ Cambio de hábitos/ Ig @nutri.aldanahamm WhatsApp 3455237010

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