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Parana » Analisis Litoral
Fecha: 25/07/2025 00:41
Por Mauricio Retamar Presidente del Partido Libertario Concordia – Vocal de La Libertad Avanza Entre Ríos El reciente proyecto impulsado por el concejal Felipe Sastre y aprobado por el Concejo Deliberante, con el respaldo del intendente Francisco Azcué, para cerrar la radio municipal de Concordia, no solo es una medida legítima, sino también valiente y necesaria. Durante años, la emisora pública funcionó como un órgano propagandístico de gestiones anteriores, con escasa pluralidad real y altos costos para los contribuyentes. En un contexto económico apremiante, donde miles de concordienses enfrentan dificultades para llegar a fin de mes, no se puede justificar el sostenimiento de estructuras estatales que no cumplen un servicio esencial. La austeridad no es un eslogan: es un principio de gestión que debe aplicarse con firmeza y racionalidad. La existencia de una radio financiada con fondos públicos, que muchas veces fue utilizada con fines partidarios, representa un privilegio que la ciudadanía ya no está dispuesta a sostener. Y no se trata de “silenciar voces”, como algunos sectores quieren instalar, sino de poner fin a un gasto innecesario en tiempos donde cada peso cuenta. Desde el Partido Libertario Concordia y como vocal de La Libertad Avanza en Entre Ríos, respaldo plenamente esta decisión. El Estado no debe competir con el sector privado en materia de comunicación, ni financiar medios para instalar discursos favorables a una gestión. La verdadera libertad de expresión surge en un ecosistema mediático libre, donde cada proyecto se sostiene por su mérito y por el respaldo genuino de su audiencia, no por subsidios eternos. Celebramos que el intendente Azcué y su equipo estén dando pasos firmes hacia una administración más austera, moderna y enfocada en las prioridades reales de los ciudadanos. Hay que dejar atrás el modelo del “Estado omnipresente” y construir una Concordia donde los recursos públicos se destinen a lo esencial: salud, seguridad, infraestructura y asistencia social para quienes más lo necesitan. Cerrar la radio municipal no es apagar una voz. Es encender el camino hacia un Estado más responsable, eficiente y respetuoso del bolsillo del contribuyente.
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