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Parana » El Once Digital
Fecha: 23/07/2025 00:30
“Celulares en el aula: ¿herramienta educativa o distracción constante?”, fue una de las temáticas de este martes en el programa El Ventilador que se emite por Elonce. Tras el receso invernal, Salta y Neuquén implementan una medida clave: se prohíbe el uso de celulares en las aulas de todas las escuelas, tanto públicas como privadas. Aunque se contemplan excepciones pedagógicas, la norma busca reducir distracciones y mejorar el rendimiento académico. En Salta, la ley marca un antes y un después en la relación entre tecnología y educación. En Neuquén, la norma diferencia entre niveles escolares, con restricciones más firmes en inicial y primaria. Entre Ríos, por su parte, ya cuenta con una normativa desde 2019, pero su aplicación es más difusa porque depende del criterio de cada institución y no hay un control sistemático sobre su cumplimiento. ¿Puede el celular seguir siendo un aliado del aprendizaje o ya es una amenaza al clima escolar? ¿Cómo se equilibra el uso responsable con las exigencias del aula digital?. “Ni en la mochila” Especialista pidió regular el uso del celular en el aula según la evidencia científica. El licenciado en Ciencias de la Educación, psicólogo e investigador del Conicet, Santiago Resett, brindó una contundente mirada sobre el uso del celular en el aula durante su participación en el programa El Ventilador. Desde una perspectiva científica, cuestionó la presencia de estos dispositivos en el ámbito escolar, advirtiendo sobre sus efectos negativos en el desarrollo cognitivo y emocional de niños y adolescentes. “Todos los estudios de países del primer mundo, como Estados Unidos y Europa, indican que el celular es un distractor que interfiere mucho en el aprendizaje, en la cognición y genera más impulsividad en los menores de edad”, sostuvo Resett. En ese sentido, remarcó que, según la evidencia disponible, “ni siquiera es bueno que lo tengan en la mochila, ni siquiera en el recreo”. Adicción, impulsividad y lectura: los riesgos del uso compulsivo A lo largo de su exposición, el investigador subrayó que el problema no es la tecnología en sí, sino el uso compulsivo del celular vinculado a redes sociales e internet. “Esto no es prohibir las tecnologías en el aula. La inteligencia artificial, por ejemplo, es fantástica. Pero el celular, con internet y redes sociales, es el gran problema”, indicó. Además, Resett mencionó que el uso excesivo del dispositivo impacta en aspectos clave del desarrollo infantil: “Genera mucha dependencia, adicción, problemas emocionales, interfiere la lectura, la escritura y estimula la impulsividad”. También compartió observaciones de su experiencia en escuelas: “Antes de que suene el timbre, los adolescentes, e incluso los docentes, sacan el celular automáticamente. No salen al recreo; se quedan chequeando la pantalla”. La necesidad de límites y el rol de la familia Al referirse al control del uso del celular en el aula, Resett fue categórico: “No se puede delegar la responsabilidad únicamente al docente. Si en casa no se establecen límites, no podemos esperar que la escuela lo solucione todo”. Explicó que los niños cambian su comportamiento cuando acceden al celular: “Se disocian, se desconectan de la realidad. Hay que decir ‘se terminó’ y guardarlo. El celular debe ir a un cajón”. Asimismo, recomendó “evitar la introducción precoz y sin supervisión” de estas tecnologías. “No es prohibirlo, sino usarlo con un fin constructivo”, agregó. Propuso, como alternativa, fomentar actividades offline: “La literatura habla de aumentar experiencias presenciales: salir al patio, hacer experimentos, jugar, interactuar con la naturaleza. Todo eso estimula la atención, la creatividad y la socialización”. Escritura manual, dopamina y el desarrollo neurológico Resett también abordó los efectos del celular sobre el cerebro en desarrollo. “La sobreexposición a las pantallas afecta el desarrollo del lóbulo prefrontal y la memoria de trabajo, que es clave para leer, escribir y hacer cálculos”, explicó. Alertó que el bombardeo constante de estímulos visuales genera un exceso de dopamina, “el neurotransmisor del placer”, y señaló que este fenómeno puede compararse con una adicción similar al alcohol o a las drogas: “El cuerpo, para equilibrarse, luego cae en un bajón. Eso es lo que genera dependencia”. En la misma línea, destacó la importancia de seguir escribiendo a mano: “No es ser cavernícola. La escritura estimula la motricidad y el encéfalo. Hoy, los adolescentes necesitan más contacto con lo tangible”, consideró el investigador del Conicet. A qué edad entregar un celular, según la ciencia El especialista fue claro sobre los tiempos adecuados para el acceso a la tecnología. “Antes de los dos años, cero celular”, enfatizó en diálogo con Elonce. Y recomendó que las redes sociales no se introduzcan antes de los 15 o 16 años. “Esto lo dice la ciencia. El problema es que los efectos no se ven inmediatamente, es como una enfermedad silenciosa. Por eso, no se le da la misma urgencia que a otras adicciones”, concluyó.
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