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» Rafaela Noticias
Fecha: 18/07/2025 22:32
La mujer que apuñaló a su pareja en Plaza Clucellas quedó en libertad: ¿era violenta o se defendió legítimamente? Por Redacción Rafaela Noticias Una joven de 19 años, madre de una niña de dos, quedó en el centro de una causa judicial en Rafaela tras ser imputada por provocar lesiones dolosas graves a su pareja, tal como informó este medio el día jueves. El hecho ocurrió en una vivienda de calle Córdoba al 79 de Plaza Clucellas el pasado 2 de julio y, tras una serie de intervenciones médicas y policiales, derivó en una compleja investigación que tuvo su primera definición judicial este viernes, donde RAFAELA NOTICIAS asistió como único medio presente en la audiencia de Medida Cautelar. Durante una extensa audiencia desarrollada en la Oficina de Gestión Judicial, el juez Nicolás Stegmayer escuchó los argumentos de la fiscal Fabiana Bertero, quien solicitó la prisión preventiva de Nerea Aylén F., y del defensor oficial Carlos Farías Demalde, quien pidió su libertad bajo medidas alternativas. El magistrado optó por la opción planteada por la defensa. La posición de la Fiscalía: ocultamiento, riesgos procesales y violencia previa La fiscal Bertero basó su pedido de prisión preventiva en la gravedad del hecho y en el contexto en el que se produjo. Según su acusación, Nerea F. lesionó a su pareja con un cuchillo durante una discusión, en medio de una relación con antecedentes de violencia de ella hacia él. Para la representante del MPA, la imputada intentó ocultar lo ocurrido, proporcionó distintas versiones de los hechos, e incluso hizo desaparecer el cuchillo, lo que podría interpretarse como entorpecimiento de la investigación. Además, Bertero señaló que no se trató de un accidente ni de un intento de suicidio por parte del joven - como se quiso hacer pasar en primera instancia-, sino de una agresión directa, sin una justificación legítima. La fiscal también remarcó que la imputada carece de medios económicos estables, no tiene una red de contención sólida y podría fugarse, a pesar de que fue localizada en la ciudad de San Vicente, donde vive con su madre y su hija. A su vez, presentó relatos de familiares, vecinos y personal médico que, según la Fiscalía, evidencian un comportamiento manipulador y violento por parte de la imputada, con un posible historial de maltrato hacia el joven. Incluso citó mensajes de audio y conversaciones de WhatsApp donde se describían situaciones previas de conflicto. Todo esto, para Bertero, constituía un riesgo procesal concreto, con la posibilidad de coacción a testigos o entorpecimiento probatorio. La defensa: legítima defensa, vínculo conflictivo y arraigo familiar Por su parte, el defensor Carlos Farías Demalde construyó una narrativa muy diferente. Reconoció la existencia de un vínculo entre imputada y acusado, pero negó que se tratara de una convivencia estable. Alegó que el joven era violento, celoso y agresivo, y que la joven madre actuó en legítima defensa al momento del hecho, luego de una secuencia de agresiones físicas y verbales. El letrado cuestionó la tipificación jurídica elegida por la Fiscalía, al considerar que no se configura el tipo penal atribuido por la Fiscalía, y sostuvo que la acusación no podía sostenerse en esta etapa sin pruebas concluyentes. También subrayó que su defendida carece de antecedentes penales, tiene domicilio fijo, y es madre de una niña de dos años, a quien amamanta y cuida con la ayuda de su madre. Para reforzar su pedido de libertad, el defensor explicó que la imputada no tiene posibilidades reales de fugarse ni de obstaculizar la investigación, y que el impacto de una prisión preventiva sería perjudicial para el desarrollo de su hija. Propuso como medidas sustitutivas el arraigo en Plaza Clucellas, bajo el cuidado de su progenitora, y la prohibición de contacto con la víctima y testigos. La resolución del juez: sin riesgos procesales concretos, con mirada de perspectiva de género y derechos de la niñez Tras escuchar ambas posturas y luego de un extenso repaso del caso, el juez Nicolás Stegmayer resolvió rechazar el pedido de prisión preventiva solicitado por el MPA. En su fundamentación, consideró que no se daban los presupuestos para ordenar la medida de coerción, y valoró especialmente el interés superior de la niña, así como el arraigo y el contexto socioeconómico de la imputada. Stegmayer reconoció que existe una relación conflictiva y posiblemente violenta entre la imputada y la víctima, pero aclaró que ello no justifica automáticamente la prisión preventiva, sobre todo cuando pueden imponerse medidas de menor impacto procesal. Destacó también las declaraciones del entorno de la joven, la inexistencia de antecedentes, y su colaboración en la investigación. Finalmente, dispuso la libertad de Nerea Aylen F., bajo las siguientes medidas alternativas: Fijar domicilio en Plaza Clucellas. Quedar bajo el cuidado de su madre. Prohibición de contacto por cualquier medio con la víctima y testigos de la causa. Presentarse semanalmente en la Subcomisaría 7 de Plaza Clucellas. Prohibición de ingresar a la ciudad de San Vicente, donde reside la víctima. La causa sigue su curso mientras se esperan pericias complementarias y la evaluación de testimonios pendientes. El debate de fondo —si fue una agresión injustificada o una reacción en defensa propia— será motivo de análisis en la etapa de juicio.
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