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» Tu corrientes
Fecha: 16/07/2025 22:46
El más reciente es la incorporación al expediente de la pericia caligráfica sobre los manuscritos presentados por Melanio Alberto Meza López, el encargado del edificio de Hidalgo 140, donde vivía la ensayista. La causa por la sucesión de Beatriz Sarlo, fallecida en 2024, sigue sumando capítulos complejos, tensos y llamativos. El más reciente es la incorporación al expediente de la pericia caligráfica sobre los manuscritos presentados por Melanio Alberto Meza López, el encargado del edificio de Hidalgo 140, donde vivía la ensayista. Sin embargo, su contenido aún no fue dado a conocer, ya que el juzgado que actualmente lleva el caso no lo ha sustanciado. La jueza Cecilia Kandus, del Juzgado Nacional Civil Nº 24, fue quien ordenó el inventario del departamento y el cambio de cerradura, luego de que el exmarido de Sarlo, Alberto Sato —de quien estaba separada de hecho hace medio siglo pero legalmente seguía casada— iniciara el juicio sucesorio en febrero. El detonante fue la aparición de Meza López en el expediente, con dos manuscritos supuestamente firmados por Sarlo, donde lo habría dejado "a cargo" del departamento y de su gata Niní. Este episodio generó una serie de recusaciones y traslados del expediente: primero, el juez Carlos Goggi excluyó a Sato, pero una apelación revirtió esa decisión. Luego, Goggi se excusó, y lo mismo hizo el juez Fernando Cesari, por vínculos personales con el abogado de Sato. Tras la intervención de la Cámara, la causa quedó en manos de Kandus, pero ahora ha regresado a Cesari, aunque podría volver a cambiar de juzgado si alguna de las partes insiste en su recusación. La clave: ¿es testamento o no? La pericia caligráfica se centra en determinar si los manuscritos pertenecen efectivamente a Sarlo. Aunque su letra y firma puedan ser reconocidas, eso no convierte automáticamente al texto en un testamento válido. Para ello, el juez deberá evaluar también si fue escrito en pleno uso de sus facultades mentales, algo que requerirá pruebas médicas y testimonios de su entorno cercano. Un detalle no menor es que los manuscritos no mencionan año, solo indican “9 de junio” seguido de un trazo ilegible. Además, no transmiten derechos reales como el usufructo, ni propiedades, sino que nombran a Meza “a cargo” del departamento y de la mascota. En términos legales, esto podría interpretarse como un comodato —un préstamo de uso— que no otorga ningún derecho de herencia, y que puede ser revocado por los herederos. Melanio, el portero y la gata Mientras tanto, Melanio Meza permanece en el departamento, con las llaves y cuidando a Niní, la gata de Sarlo. Según vecinos, Meza tuvo relaciones largas pero sin hijos, y su actual pareja está embarazada. Eligió mantener el silencio tras haber mantenido conversaciones con varias personas tras la muerte de la ensayista. La situación podría derivar también en una intervención del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad, atento a eventuales irregularidades en el uso de propiedades, especialmente bajo una administración como la de Jorge Macri, que se ha enfocado en recuperar inmuebles ocupados de manera indebida. Un legado en disputa Con el departamento en juego y un manuscrito bajo la lupa judicial, la herencia de Beatriz Sarlo abre múltiples interrogantes no solo sobre la propiedad, sino también sobre el vínculo afectivo con quienes la rodearon. Por ahora, Niní sigue esperando que alguien se haga cargo formalmente de ella. Quien herede el departamento, también heredará su cuidado. Y en un proceso donde abundan las tensiones, tal vez la gata sea el único punto de ternura que aún permanece intacto. Fuente: Clarin
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