16/07/2025 00:44
16/07/2025 00:43
16/07/2025 00:41
16/07/2025 00:41
16/07/2025 00:40
16/07/2025 00:37
16/07/2025 00:37
16/07/2025 00:36
16/07/2025 00:36
16/07/2025 00:35
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 15/07/2025 17:02
Las nuevas resoluciones obligan a los actores del sector a revisar sus esquemas logísticos y operativos (Imagen: Shutterstock) El Gobierno nacional actualizó las condiciones de comercialización de los biocombustibles utilizados en la mezcla obligatoria con gasoil y nafta. Mediante dos resoluciones publicadas el 14 de julio en el Boletín Oficial, la Secretaría de Energía fijó nuevos precios mínimos para el biodiesel y el bioetanol y ajustó los plazos de pago para su adquisición. Estas medidas impactan de lleno en la logística de abastecimiento de combustibles líquidos, ya que alteran los flujos financieros, operativos y contractuales entre productores, refinerías, plantas de mezcla, transportistas y terminales. Además, el nuevo esquema podría influir en el costo final del gasoil, generando presión sobre las empresas del sector transporte, que dependen de este insumo para operar. Nuevos precios y plazos Por un lado, la Resolución 296/2025 establece que durante julio el bioetanol deberá comercializarse a un precio mínimo de $800,043 por litro si es elaborado con caña de azúcar, y de $733,260 por litro si proviene de maíz. Además, fija un plazo de pago máximo de 30 días corridos desde la fecha de facturación. Por otro lado, la Resolución 297/2025 fija el precio mínimo del biodiesel en $1.302.411 por tonelada, y reduce drásticamente el plazo de pago a solo 7 días corridos. Este biocombustible es utilizado para la mezcla obligatoria con gasoil, por lo que cualquier variación en sus condiciones comerciales impacta directamente en el sistema de transporte y distribución de mercancías y personas. Ambas resoluciones obligan a los actores del sector a revisar sus esquemas logísticos y operativos. El acortamiento del plazo de pago del biodiesel —de 30 a 7 días— exige una mayor eficiencia en los procesos de entrega, facturación y cobro. Las empresas de transporte, refinación y comercialización deberán optimizar sus flujos para cumplir con los nuevos tiempos sin generar cuellos de botella ni interrupciones en la cadena de suministro. En el caso del bioetanol, si bien el plazo de pago se mantiene en 30 días, el ajuste de precios requiere actualizar contratos y prever un posible efecto en los costos operativos de la logística, especialmente para quienes participan en el transporte y almacenamiento intermedio de este insumo. Además, el transporte de biocombustibles implica normativas de seguridad específicas, trazabilidad precisa y coordinación entre múltiples actores. Cualquier cambio en las condiciones de compra repercute en la planificación de rutas, la disponibilidad de unidades de carga y la gestión de inventarios, aumentando la necesidad de herramientas digitales, monitoreo en tiempo real y control documental eficiente. La doble resolución refuerza la importancia de los biocombustibles en la matriz energética nacional y su impacto en la cadena logística (Foto: Shutterstock) ¿Habrá impacto en el precio del gasoil? Si bien las resoluciones no afectan directamente el precio del gasoil en surtidor, sí podrían generar un efecto indirecto en los costos de producción y comercialización de este combustible. El biodiesel representa un porcentaje obligatorio en la mezcla con gasoil. Por lo tanto, un aumento en su precio o una exigencia más estricta en el plazo de pago puede trasladarse al valor final del producto, dependiendo de cómo se absorban o redistribuyan los nuevos costos en la cadena. Esto es especialmente relevante para las empresas de transporte de cargas y pasajeros, que ya enfrentan un contexto de alta presión inflacionaria, aumentos en los costos operativos y necesidad de previsibilidad para sostener su actividad. Si el nuevo esquema encarece el gasoil o genera dificultades de abastecimiento, el impacto podría sentirse tanto en las tarifas como en la competitividad del sector. El bioetanol, por su parte, también influye en los precios de las naftas, por lo que su evolución no es ajena al escenario energético general ni a la planificación logística de las estaciones de servicio, redes de distribución y operadores de transporte liviano. Mayor trazabilidad, digitalización y eficiencia Las nuevas condiciones aceleran una tendencia que ya venía tomando fuerza: la digitalización de la cadena logística de combustibles. Para cumplir con los nuevos plazos y precios, será clave contar con sistemas integrados de gestión, plataformas de monitoreo en tiempo real, facturación electrónica, control documental y trazabilidad de cada etapa. Además, estas medidas pueden estimular la profesionalización del sector, promoviendo mejores prácticas logísticas, mayor control operativo y estrategias más dinámicas para adaptarse a un mercado regulado, pero en constante movimiento. Un escenario desafiante para el transporte y la logística La doble resolución refuerza la importancia de los biocombustibles en la matriz energética nacional y su impacto en la cadena logística. Tanto el bioetanol como el biodiesel son piezas clave para sostener el abastecimiento de combustibles líquidos en todo el país. En este contexto, el sector logístico enfrenta un nuevo desafío operativo y financiero, que requerirá capacidad de adaptación, inversión en tecnología y coordinación entre todos los actores. A su vez, el transporte —uno de los principales consumidores de gasoil— deberá estar atento a cómo evolucionan estos cambios, ya que cualquier variación en los costos de los biocombustibles puede modificar sus márgenes y planificación. Las medidas adoptadas por el Estado nacional apuntan a ordenar el mercado y garantizar el abastecimiento, pero también abren un debate sobre cómo equilibrar eficiencia, sustentabilidad y costos en un sector clave para el desarrollo económico del país.
Ver noticia original