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» Elterritorio
Fecha: 13/07/2025 10:53
domingo 13 de julio de 2025 | 6:05hs. Desarmar, reparar, volver a armar, el ciclo de Érika. Foto: marcelo rodríguez “Lo que yo tengo es un oficio, así como la gente de antes que tenía un taller y reparaba”, comenzó diciendo Érika Krieger, destacando los años de formación y práctica que la llevaron a trabajar hoy como técnica informática. Desde observar a su padre muy niña hasta ingeniarse en como restaurar completamente una computadora de 30 años tirada en la calle, Érika destila oficio. En medio de cables y placas madre, su oficina combina algunos chiches vintage como una colorida disketera y modernas herramientas en una compu que resguarda atentamente. Entre las curiosidades está la PC de los 90 que pasó de abandonada a totalmente restaurada, como fiel reflejo de que constancia y expertise hacen mella. Érika heredó la pasión informática de su padre, profe de matemáticas devenido en técnico de computación. Aunque ni bien terminó la escuela se inscribió en la carrera de profesorado de inglés, lo que persistió fue su afición por las máquinas y paso a paso fue creando su propio camino en el rubro. Hoy, familias enteras le llevan sus PC. El boca en boca es su aliado y la sinceridad con la que se maneja, su mayor garantía. Sin embargo para muchos era inverosímil que fuera una joven mujer la que estaba detrás de estas reparaciones. Erika lleva años sosteniendo, contra viento, prejuicio, mercado y algoritmo, un rol que el sistema intenta volver innecesario. Habla con claridad de la obsolescencia programada, esa estrategia por la cual los dispositivos están diseñados para durar apenas unos años y se sorprende con la baja de calidad imperante, hasta en los plásticos utilizados. El consumo es cada vez más fugaz, los aparatos duran cada vez menos, a pesar de que el poder adquisitivo no acompaña esta pseudo evolución. Por eso, desde la trinchera de lo sostenible, la ahora llamada moda circular, lo de Érika también es una forma de resistencia. La resistencia del conocimiento técnico, de la honestidad comercial, de entablar un lazo con el cliente apuntando al cuidado y no a la simple transacción. Además, muchas de sus recomendaciones son públicas, las transmite en las redes a través de su Instagram @krieger_sistemas. La formación y el generar redes son constantes. Así llegó a la muestra de Cybercirujas en octubre, con su compu noventera toda renovada y gracias a esos años de estudio de inglés (le quedaron sólo algunas materias para completar el grado) accedió a tutoriales del mundo entero. “Y así fui aprendiendo cosas que no llegan a ser ingenieriles, pero que me sirvieron para reparar”, adujo. Hoy el oficio de reparadora es su mayor ingreso. Desde 2009 no para de crecer en el rubro que destaca como artesanal, más allá de lo técnico, de esa minuciosa tarea netamente táctil, de desarmar, ajustar tornillos, ensamblar. Sin hacer alarde, Erika es parte de una generación en la que la comunidad sostiene, con consejos honestos, discos rescatados y sobre todo, resistencia reparadora. Compartí esta nota:
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