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Parana » NSA
Fecha: 13/07/2025 17:50
Fueron a rescatar a unos cachorros y se encontraron con una situación tan tierna como inesperada La increíble secuencia se desarrolló en un shopping abandonado al que acudieron las rescatistas por un llamado. Lograron poner a todos los animales a salvo. Un grupo de rescatistas salvó a unos cachorros que habían sido abandonados en un shopping en la isla de Saipán, que es un Estado libre asociado a los Estados Unidos. En medio del operativo notaron un detalle que les causó entre ternura y admiración: el perro adulto que intentaba proteger a los jóvenes no era su madre sino un macho. El sentimiento de jauría fue mucho más fuerte que el miedo al ver a dos mujeres totalmente desconocidas acercarse a los cachorros que estaba cuidando. Así podría resumirse la actitud del perro adulto que se acercó a las rescatistas de la organización Boonie Babies fue fueron días atrás al shopping, que está abandonado y hoy en día es una estructura derruida. Apenas llegaron al sitio escucharon los lloriqueos de los cachorros y siguieron el sonido hasta dar con los animales. «Yo había asumido, inmediatamente después de ver al perro adulto, que debía ser la madre de los cachorros. Quedé impresionada al darme cuenta de que en realidad era un macho», comentó la rescatista Aria Keilbach, que fundó Boonie Babies con su hermana. Keilbach le explicó al sitio The Dodo que hay 21.000 perros callejeros en la isla de Sipán -que es la más grande del archipiélago de las Marianas del Norte, en el océano Pacífico- y ningún veterinario, lo que «resulta en muchas llamadas sobre perros abandonados y callejeros en aprietos». Una de esas llamadas llevó a las hermanas Keilbach al shopping derruido en el que encontraron a los dos cachorros y a Kai, que es como le pusieron al macho que los cuidaba y que empezó a seguirlas cuando las vio llevárselos. «Cuando recogimos a los cachorros empezó a saltar sin parar alrededor nuestro y a seguirnos de cerca, lo que nos reveló cuán conectado estaba», recordó la mujer, a quien le pareció «muy extraño» el comportamiento de Kai «considerando que rara vez vemos a perros machos mostrarse protectores de este modo, como lo hacen las madres». La actitud del perro nunca se tradujo en agrgesividad para con las mujeres, a pesar de que siguió de cerca a los cachorros y hasta se subió al auto de las rescatistas. Ya en el predio de la organización de rescate de animales, Kai y «sus cachorros», como los describió Keilbach, están «todavía completamente enamorados entre ellos», y los más jóvenes incluso juegan y descansan sobre su padre putativo, que está echado «como si no quisiera estar en ningún otro lado».
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