Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Sapukái, de Guillermo Roz

    » El litoral Corrientes

    Fecha: 13/07/2025 10:19

    Sapukái. Editorial Hoja de Lata, Asturias, España, 2024 Autor: Guillermo Roz. El nuevo libro del autor radicado en Madrid se centra en un sangriento conflicto ocurrido en el norte argentino a principios del siglo XX. La mayoría de los correntinos hemos oído alguna vez un sapukái y más, quienes hemos crecido en un ámbito rural. En mi caso he tenido la oportunidad de oírlo en variadas circunstancias por lo que puedo afirmar, como otros lo han hecho, que no todos los sapukái suenan de mismo modo ni son gritados con la misma carga emocional: puede significar alegría, tristeza, adversidad, miedo, pero también corolario por la tarea cumplida. Recordemos el testimonio del General Balza, ya retirado, que rindió un especial homenaje a los correntinos y litoraleños que, en la guerra de Malvinas, soltaban sapukái en cada disparo de artillería propios o del enemigo. Este grito singular es astilla dura que sostiene parte de una identidad: “De todo aquello que tengo/ para mostrarme yo mismo/ mi sapukái desbordante/ es lo que tengo más mío”, dice el poeta. Y estas palabras muy populares en Corrientes parecen definir y sostener la novela titulada “Sapukái” del argentino Guillermo Roz, publicada en España, en 2024, por el sello Hoja de Lata. El protagonista de la novela se llama justamente Sapukái, un muchacho hijo de un alcohólico que, junto a su amigo Lito, se va a trabajar como hachero a los montes chaqueños. Allí se enfrentará a la crueldad e injusticia a las que son sometidos los “mensú” en manos de los mandamases de La Forestal, una empresa inglesa cuyo cometido es depredar los quebrachales a través de un sistema de explotación humana al borde de la esclavitud, regido por leyes propias, ajenas a las del Estado argentino. En ese contexto Sapukái se enfrenta no solo a su propia iniciación emocional sino al nacimiento de una fuerza alimentada por el sufrimiento propio, pero que pronto irradiará en lo demás, a tal punto que se convertirá en el líder de un alzamiento a rigor de machetes, que intentará terminar con el maltrato e injusticas por parte de la compañía. Y en medio del crecimiento de la peripecia del héroe: el amor: sus maravillas y pesadillas; la camaradería; la noción de no haber perdido el lazo con la naturaleza como ámbito sagrado del mundo. Veamos un fragmento: “Pocas horas después, antes del atardecer, Sapukái hace honor a su nombre dando su primer grito. El grito nace abajo, donde las hormigas. El sapukái se lanza como una flecha por encima de la tierra roja y negra. Atraviesa los matorrales, la sangre caliente de los tapires y pumas, la frescura de gotas de lluvia conservadas sobre las hojas verdes y moradas. Atraviesa su dolor y su orgullo, su historia, su destierro. Atraviesa el grito de todos los hacheros que le precedieron, sube al cielo abierto de los indios, y se clava en el corazón de ese hombre comiéndose el corazón de ese niño. Su voz informa a los compañeros y al mundo entero que ha talado su primer árbol”. Tanto los personajes principales como secundarios están perfilados, mejor dicho vivificados, con maestría. Sucede que Guillermo Roz sabe “mostrar”, sabe de permutas químicas y psicológicas; cada uno de ellos nos convidan o escupen los posos de sus pozos, se van aquerenciando en el ánimo del lector, llámese sutil puñalada o machetazo en las vértebras. El hábil despliegue actancial de la narración permite la entrada y salida de los personajes con naturalidad. Se puede intentar escribir una novela basada en hechos reales tal como lo ha hecho Guillermo Roz, pero otra cosa muy distinta es acometer con éxito el mundo ficcional, es decir hacer que esos hechos se transformen en “hecho literario”; y Guillermo lo logra, hace que en la novela “suceda” aquello que el narrador quiere que suceda. Entiéndase que no intento instalar tautologías sino más bien señalar el mérito y alcance del texto que pone en práctica con creces la siempre vigente observación de Aristóteles en su Poética: “Se debe preferir lo imposible verosímil a lo posible increíble”. Escrita en un estilo impecable, cuidado, poético por momentos: en juego de explosión y contención. Fraseos cortos y largos, cuya alternancia van dando un ritmo sostenido a la narración que se impone por sus vívidos recursos expresivos, para así realizar un fresco de la condición humana en un contexto “auspiciado por la más cruel y extravagante de las versiones del colonialismo económico del principio del siglo XX”, tal ha señalado el autor. Si quisiéramos hacer dialogar a la novela Sapukái con otra de la literatura argentina, la pondríamos, sin duda, frente a “El río oscuro” de Alfredo Varela publicada en 1943. Esta fundamental novela, que más tarde dio lugar a la película “Las aguas bajan turbias”, relata también la explotación humana de los mensú, aunque en los yerbatales de Misiones; bien valen traer aquí los versos de Borges: “¿Qué importa la palabra que me nombra/ si es indiviso y uno el anatema?”. Nos despedimos con un fragmento del poema Sapukái del poeta correntino Florencio Godoy Cruz, celebrando la aparición de esta novela qué, en definitiva, no hace más que poner voz a nuestro noreste arisco, postergado; pero también amoroso y esperanzador: I No sé qué extraño fuego de tigre, de ceibo, de lagarto esta sangre mía, correntina antiguo semental de toro, abierto corazón de cardo. No sé qué oscuro relinchar de viento, rebelión de voces sepultadas, es este grito mío, refucilo de espuelas, de lazos y de tabas. No sé qué antiguo signo de flechas, de daga, de tacuara, es esta marca mía, india y goda, que llevo hasta los huesos, nomás como si nada. (…) III Canto o temblor, grito o alarido resalta el sapukái entre lapachos, montando a horcajadas sobre el viento y deslomando el viento a chicotazos. En punta de la lengua erguida yarará sibila y revienta con el lazo, se encarna con la doma la doma y empuja el alma en el destajo. Y así anda el sapukái entre mi tierra, grito, alarido, alma-palabra desatando el ansia, la rebelión, el gozo, ardiente pulsación en llamarada para erguirse, extenderse y renacer, nomás como si nada.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por