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Parana » Informe Digital
Fecha: 12/07/2025 07:08
Se está configurando una nueva realidad de dos velocidades en el agro argentino. Aunque no deseada, la evidencia muestra que la ganadería y la producción láctea presentan mejores perspectivas comerciales que la agricultura, al menos en términos promedios. No parece casualidad que ambas actividades, ganadería y lechería, disfruten de esta visión positiva, ya que el Gobierno ha aliviado significativamente la presión impositiva y desregulado los mercados en estos sectores. En contraposición, la gestión de Milei ha adoptado un enfoque más conservador hacia la agricultura. La carga tributaria continúa en niveles altos, lo que pone en riesgo cultivos como la soja en las regiones donde los márgenes para la próxima campaña ya anticipan cifras negativas. Este panorama ganadero se reflejará a partir del jueves próximo, cuando abra sus puertas la Exposición Rural de Palermo. Con genética de primer nivel, el pulso de esta tradicional muestra nuevamente resaltará las oportunidades que el país tiene para desarrollarse a través de la ganadería. En un reciente encuentro con la prensa especializada, productores ganaderos a cargo de feedlots explicaron que los desafíos más relevantes consisten en continuar abasteciendo el mercado interno y profundizar la salida hacia la exportación. “Los precios internacionales están aumentando nuevamente, la demanda exterior es saludable”, afirmaba un empresario del sector. El desafío radica en aumentar la presencia de la carne argentina en el mercado chino. “Hay una pirámide social dividida en tres segmentos. En la actualidad, llegamos al nivel más bajo con vaca y manufactura, pero hay un segmento medio que está cambiando sus hábitos de consumo y demanda cortes de mayor valor. También alcanzamos, aunque en menor volumen, al segmento de altos ingresos que actualmente domina Australia; son quienes cuentan con mayores recursos y un consumo más sofisticado”, añadía. La recuperación de los precios internacionales de la carne está siendo plenamente aprovechada por los países de la región. Según el último informe de Rosgan, las exportaciones brasileñas incrementaron un 27,7% en términos de facturación durante el primer semestre del año; en Paraguay, el aumento fue del 37%, y en Uruguay, el precio promedio de la carne exportada creció un 19% en los primeros seis meses del año. Desde la perspectiva de los feedlots, el aumento en las exportaciones no debería depender de una devaluación, sino de una reducción en la presión impositiva y los costos laborales (no salariales). “Ya experimentamos con la devaluación y no funcionó”, comentaba un empresario. Un bombero rocía un desinfectante en un camión proveniente de Eslovaquia para contener un brote de fiebre aftosa en el cruce fronterizo en Lanzhot, República Checa, el viernes 11 de abril de 2025. (AP Foto/Petr David Josek)Petr David Josek – AP Parte de esos desafíos también están ligados a cuestiones sanitarias. Al respecto, persiste el debate sobre la fiebre aftosa. El descontento de los ganaderos patagónicos con el Gobierno, tras la flexibilización de la barrera sanitaria (que permite el ingreso de carne con hueso plano, como el asado), es un claro indicativo de que la discusión está lejos de cerrarse. La decisión de Brasil de dejar de vacunar contra la fiebre aftosa será seguida por Paraguay. ¿Está Argentina preparada para suspender la vacunación o debe enfocarse en reducir los costos de la inoculación? Más allá de las disputas entre los laboratorios veterinarios, es evidente que desde el regreso de las campañas de vacunación ha habido escasos cambios en la política de vacunar a todo el rodeo nacional, afirman los especialistas en el negocio ganadero. ¿Llegará el momento de actuar como solicitó en marzo pasado la Mesa de Enlace? Los ruralistas pidieron al Gobierno que excluyera a los novillos en la segunda campaña de vacunación del año y, a partir de 2026, realizar una única vacunación anual. Agricultura optó por no innovar. El contexto no es sencillo, ya que en Europa han resurgido casos de fiebre aftosa. No solo en Alemania, sino también recientemente en Turquía, que tuvo que cerrar su mercado debido a un foco de infección. Si Argentina decide seguir el camino de la no vacunación, como se insiste cada vez más, los especialistas aconsejan no repetir la experiencia de finales de la década de 1990, tan elogiada por el actual Gobierno, en la que se optó por cesar la vacunación de un año para otro sin adoptar las medidas de precaución adecuadas. El desenlace de esa historia es conocido: el costo político fue asumido por el gobierno de la Alianza, al confrontar una realidad que en aquel entonces era apenas una ilusión. En última instancia, corresponde al Gobierno definir el rumbo a mediano plazo en lo que respecta a la cuestión sanitaria de la fiebre aftosa, en consenso con toda la cadena, adoptando una visión estratégica que no se limite únicamente a reducir costos, lo cual es necesario, pero que no debe realizarse apresuradamente.
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