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Gualeguaychu » Nova Comunicaciones
Fecha: 08/07/2025 10:35
Según información publicada por el Departamento de Defensa de EE. UU. el miércoles 2 de julio, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, sostuvo una reunión de alto nivel en el Pentágono con el ministro de Defensa de Argentina, Luis Petri, para fortalecer las relaciones bilaterales de defensa y abordar las preocupaciones de seguridad regional. El secretario Hegseth elogió el compromiso de Argentina con la modernización de la defensa, en particular la adquisición de aviones de combate F-16 y vehículos blindados Stryker 8×8 de origen estadounidense, lo cual describió como un hito fundamental en el avance de la interoperabilidad entre las fuerzas armadas de ambos países. La reunión formalizó las transferencias de equipo de defensa mediante la firma de Cartas de Aceptación (LOA), lo que marca una nueva etapa en la alianza estratégica impulsada por el presidente argentino Javier Milei y el presidente estadounidense Donald Trump. El plan de modernización de la defensa de Argentina incluye la adquisición de 24 aviones de combate F-16AM/BM, anteriormente operados por Dinamarca, que reemplazarán las anticuadas flotas de Mirage III y A-4AR Fightinghawk y restaurarán la capacidad supersónica de la Fuerza Aérea Argentina. Las primeras entregas están programadas para diciembre de 2025, y las siguientes aeronaves llegarán en 2026, lo que permitirá a Argentina reincorporarse al grupo de países que operan aviones de combate multifunción occidentales de cuarta generación. Simultáneamente, Argentina recibirá un primer lote de ocho vehículos de transporte de infantería (VCI) Stryker M1126, lo que representará una importante mejora en la movilidad y preparación para el combate del Ejército Argentino. Los Stryker, equipados con montajes para ametralladoras de 12,7 mm y sistemas avanzados de movilidad, están diseñados para mejorar la capacidad de despliegue rápido de Argentina en operaciones nacionales y multinacionales. Se espera que estos vehículos entren en servicio a finales de 2025 o principios de 2026 y representen la transición de Argentina hacia la adopción de plataformas estándar de la OTAN. Las conversaciones entre Estados Unidos y Argentina también se centraron en cuestiones más amplias de seguridad regional. Ambos líderes de defensa expresaron su preocupación por la influencia maligna en el hemisferio occidental, haciendo referencia específicamente a la creciente presencia económica y política de China en Sudamérica. El Departamento de Defensa de Estados Unidos reafirmó su intención de colaborar con Argentina en ámbitos estratégicos como el espacio, la ciberdefensa, la seguridad de minerales críticos y las operaciones marítimas en el Atlántico Sur. El ministro argentino Luis Petri enfatizó que los esfuerzos de modernización de la defensa están alineados con la estrategia de seguridad nacional del presidente Milei, que busca reintegrar a Argentina al marco de defensa occidental y aumentar su capacidad para contribuir a las labores de mantenimiento de la paz y antiterrorismo. Esta iniciativa también refleja la intención de Argentina de fortalecer su soberanía y alinearse con sus aliados democráticos para abordar las amenazas globales. La evolución de la relación de defensa entre Estados Unidos y Argentina refleja un importante reajuste geopolítico. Durante la última década, Argentina diversificó sus alianzas de defensa, pero a menudo tuvo dificultades para conseguir plataformas occidentales de alta gama debido a restricciones presupuestarias y vacilaciones políticas. La actual cooperación en defensa señala una reorientación decisiva, ya que Washington reconoce a Argentina como un socio regional confiable y cada vez más capaz. Estados Unidos considera el renovado interés de Argentina en el equipamiento estándar de la OTAN como un factor estabilizador en el Cono Sur y un contrapeso estratégico a las influencias externas en Latinoamérica. El anuncio del 2 de julio de 2025 marca uno de los pasos más importantes en la cooperación en defensa entre ambas naciones en las últimas décadas, transformando a Argentina de un aliado periférico a un socio clave en materia de seguridad en el hemisferio occidental. Con el apoyo sostenido de Estados Unidos, Argentina está preparada para restablecer su papel como importante contribuyente a la estabilidad regional y como futuro participante en iniciativas conjuntas multinacionales de defensa.
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