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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 08/07/2025 08:44
El eczema afecta a más de 200 millones de personas y su origen está vinculado al intestino y la inmunidad (Freepik) Más de 200 millones de personas en todo el mundo padecen eczema, una afección cutánea crónica que suele tratarse con cremas y medicamentos tópicos. Sin embargo, de acuerdo con el biólogo Gary Brecka, el origen real de esta condición no se encuentra en la piel, sino en desequilibrios internos, especialmente en el intestino y el sistema inmunológico. Así lo sostuvo en el podcast Ultimate Human, donde abordó las causas sistémicas del eczema y propuso estrategias respaldadas por la ciencia para tratar la enfermedad desde su raíz. Esta condición es más que una simple irritación superficial: representa una señal visible de alteraciones internas en el organismo. Qué es el eczema y cómo se manifiesta El eczema, o dermatitis atópica, es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel. Se caracteriza por zonas secas, enrojecidas y con picor intenso, que pueden agrietarse y supurar en casos graves. El biólogo explicó que esta condición puede afectar a personas de todas las edades, aunque suele presentarse en la infancia y puede persistir o reaparecer durante la vida adulta. Gary Brecka sostiene que el eczema es una condición sistémica y no solo un problema cutáneo (YouTube: Ultimate Human Podcast with Gary Brecka) Entre los síntomas principales se incluyen la sequedad, inflamación, enrojecimiento y picazón, que derivan en lesiones visibles. Si bien los tratamientos convencionales buscan aliviar estos signos mediante cremas, antihistamínicos o lociones, estas soluciones no resuelven el origen del problema. La mayoría de los tratamientos actuales se enfocan exclusivamente en la piel, empleando cremas con esteroides, hidratantes o antiinflamatorios. No obstante, Brecka cuestionó su eficacia a largo plazo. “El eczema no es un problema de la piel, sino una condición sistémica, una respuesta inmune que comienza en el interior del cuerpo”, afirmó durante el podcast. Además, sostuvo que tratar solo los síntomas equivale a ignorar los factores subyacentes. Según explicó, esta enfermedad está relacionada con desequilibrios del sistema inmunológico, el intestino y el procesamiento de la histamina. “La piel es un espejo de lo que ocurre dentro del cuerpo”, expresó en el programa. El “eje intestino-piel” y el microbioma intestinal El eje intestino-piel y la disbiosis intestinal son claves en el desarrollo de la dermatitis atópica (Freepik) Uno de los conceptos clave es el del “eje intestino-piel”, que describe la relación constante entre el tracto digestivo y la salud cutánea. Según explicó, alrededor del 80% del sistema inmunológico se encuentra en el intestino, lo que lo convierte en un actor central en enfermedades inflamatorias como el eczema. Muchas personas con eczema presentan disbiosis intestinal, es decir, un desequilibrio en la flora bacteriana que habita el intestino. Esto se traduce en una menor diversidad microbiana y una reducción de especies beneficiosas, como Lactobacillus y Bifidobacterium, esenciales para mantener la integridad de la barrera intestinal y regular la inflamación. Cuando esta barrera se debilita, puede producirse el llamado intestino permeable, una condición en la que partículas de alimentos, toxinas y microbios atraviesan la pared intestinal y entran al torrente sanguíneo, activando una respuesta inmune generalizada que puede manifestarse en la piel. “No puedes sanar completamente el eczema sin sanar el intestino”, enfatizó Brecka. Histamina y eczema: una conexión subestimada La histamina y su metabolismo deficiente pueden desencadenar brotes recurrentes de eczema (Freepik) La histamina es un compuesto que participa en funciones digestivas, inmunológicas e inflamatorias. Aunque se asocia comúnmente con alergias, la acumulación excesiva de histamina o una eliminación ineficaz pueden desempeñar un papel relevante en el desarrollo del eczema. Según un estudio citado en el podcast, publicado en Mediators of Inflammation en 2018, existen cuatro tipos de receptores de histamina (H1 a H4), cada uno con funciones distintas. Los receptores H1 están relacionados con los síntomas típicos del eczema, como picor e inflamación, mientras que los H4 amplifican procesos inflamatorios crónicos mediante la activación de células inmunitarias. Cuando el cuerpo no logra metabolizar la histamina correctamente, se genera un ciclo inflamatorio persistente. Esto explicaría por qué muchos pacientes sufren brotes recurrentes, incluso al evitar alérgenos. El manejo eficaz de la histamina requiere restaurar la salud intestinal y apoyar las rutas naturales de eliminación del compuesto, además de reducir alimentos ricos en histamina como el vino, quesos curados y productos fermentados. Un estudio reciente publicado en el Medical Research Archives profundiza sobre la relación entre la histamina, los alimentos y la dermatitis atópica, confirmando que una dieta rica en esta sustancia puede exacerbar los síntomas. Además, los investigadores explican que los niveles elevados de histamina en individuos con dermatitis atópica agravan la picazón y la inflamación, y que la eliminación de estos alimentos de la dieta puede reducir la gravedad de la enfermedad. Nutrientes clave: vitamina D3, zinc y omega-3 La vitamina D3, el zinc y los omega 3 son nutrientes esenciales para controlar el eczema (Imagen ilustrativa Infobae) El biólogo también destacó el rol del equilibrio nutricional en el control del eczema, centrando su atención en tres elementos esenciales: vitamina D3, zinc y ácidos grasos omega-3. La vitamina D3 es fundamental para la producción de péptidos antimicrobianos y la regulación inmunológica. Estudios mencionados en el podcast indican que niveles bajos de esta vitamina aumentan el riesgo de infecciones cutáneas y comprometen la proteína filagrina, vital para mantener la integridad de la barrera cutánea. Esto explicaría el agravamiento del eczema en invierno, cuando disminuye la exposición solar. El zinc contribuye a la regeneración de la piel y al fortalecimiento del sistema inmunológico. Su deficiencia puede dificultar la cicatrización y aumentar la reactividad cutánea. Por su parte, los omega-3 reducen la inflamación sistémica y mejoran la elasticidad de las células cutáneas. Estrategias propuestas para tratar el eczema desde su raíz El manejo del estrés y el descanso adecuado contribuyen a la mejoría de los síntomas del eczema (Freepik) En el podcast Ultimate Human, Gary Brecka propuso una serie de recomendaciones integrales para abordar el eczema de forma sistémica. Estas sugerencias no sustituyen una consulta médica, pero buscan ofrecer una guía basada en evidencia científica: Eliminar alimentos inflamatorios: evitar azúcar refinado, aceites de semillas, gluten, lácteos y productos ultraprocesados. En casos de sensibilidad a la histamina, reducir temporalmente el consumo de fermentados y sobras de comida. Reparar la mucosa intestinal: incorporar nutrientes como colágeno, glutamina y alimentos fermentados (yogur de coco, kimchi, chucrut), siempre evaluando la tolerancia individual. Mejorar la hidratación: comenzar el día con agua con limón y sal marina para optimizar la absorción celular; incorporar agua con hidrógeno o ingredientes como pepino, menta o jengibre. Apoyar la eliminación de histamina: considerar una dieta baja en histamina durante dos a cuatro semanas; utilizar suplementos de enzima DAO, y asegurar una ingesta adecuada de vitamina C y B6. Gestionar el estrés: técnicas de respiración, estiramientos suaves y caminatas cortas postcomida; uso de aplicaciones de meditación para reducir el cortisol. Priorizar el descanso: mantener horarios regulares de sueño, evitar pantallas antes de dormir y crear un entorno oscuro y fresco. Restaurar el equilibrio intestinal: introducir probióticos nocturnos, enzimas digestivas y alimentos prebióticos como batatas, puerros, semillas de chía y espárragos.
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