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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/07/2025 22:34
Científicos vincularon por primera vez daño en ADN por contaminación del aire a cáncer de pulmón en personas no fumadoras. (Imagen ilustrativa Infobae) El consumo de productos del tabaco está asociado a al menos 17 tipos de cáncer distintos según la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer. Entre ellos se incluyen el cáncer de pulmón. Sin embargo, una cuarta parte de los casos de cáncer de pulmón se dan en personas que no han fumado nunca. Como esos casos están en aumento, existe preocupación para explicar los motivos. Un equipo de investigadores de los Estados Unidos, España, Francia, Italia, Canadá, Hong Kong, Rusia, Japón, entre otros países, demostraron por primera vez cuál es la relación entre el cáncer de pulmón y el daño que provoca en el ADN la exposición a la contaminación del aire. Lo hicieron al analizar el ADN de 871 personas que tienen cáncer de pulmón y que nunca habían fumado. Publicaron los resultados en la revista Nature. Una cuarta parte de los casos de cáncer de pulmón ocurre en personas que nunca fumaron. (Imagen Ilustrativa Infobae) La contaminación del aire se vuelve cada vez más común y, junto a otros factores específicos, puede favorecer la aparición de mutaciones en el ADN. Estas mutaciones se suman con el tiempo y pueden convertirse en tumores. “Nuestro estudio demuestra que la contaminación está fuertemente asociada con los mismos tipos de mutaciones que típicamente relacionamos con fumar”, explicó Ludmil Alexandrov, uno de los autores e investigador de la Universidad de San Diego, en La Jolla, California. Por qué tantos no fumadores tienen cáncer de pulmón Un equipo de investigadores de varios países descubrió que la contaminación del aire puede provocar telómeros más cortos. Sugiere un envejecimiento prematuro celular. (CNIO) Por mucho tiempo, se consideró al cáncer de pulmón como una enfermedad que solo sufrían personas que fumaban. Pero a medida que menos personas fuman alrededor del mundo, el porcentaje de quienes nunca probaron un cigarrillo pero igual reciben este diagnóstico va en aumento. Este tipo de cáncer afecta especialmente a mujeres. Es más frecuente entre quienes tienen ascendencia asiática, según datos recogidos en diferentes países. En diálogo con Infobae, el presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica, el médico oncólogo y especialista en cáncer de pulmón, Claudio Martin, comentó: “Ya había evidencias que asociaban a la contaminación del aire con el riesgo de aumento de cáncer, independientemente del antecedente de fumador o no fumador”. Además, agregó: “El cáncer de pulmón en no fumadores está en aumento y aún no se conocen bien las causas. Es importante que se haya llevado a cabo este estudio publicado en Nature porque prueba cómo la contaminación del aire se asocia a personas no fumadoras en particular“. Exposición prolongada a partículas nocivas incrementa las mutaciones genéticas asociadas al cáncer. (Freepik) Ya se sabía que podía haber una relación entre la contaminación del aire y el cáncer en quienes nunca fumaron, pero no se había comprobado cómo ocurría eso dentro de las células. “Tampoco se diferenciaba claramente entre tumores de fumadores y no fumadores”, señaló el doctor Martin. Por eso, no se entendía cuál era el verdadero origen de la enfermedad en pacientes sin contacto directo con el tabaco. El objetivo del equipo fue descubrir si la contaminación y otros factores ambientales podían explicar el aumento de estos casos. Para eso, compararon datos genéticos de tumores de personas nunca fumadoras que vivían en lugares con distintos niveles de contaminación. Cómo hicieron la investigación Analizaron tumores de 871 personas no fumadoras en 28 regiones de varios continentes. (Imagen Ilustrativa Infobae) Los expertos analizaron tumores pulmonares de 871 personas que nunca fumaron, de 28 regiones diferentes de África, Asia, Europa y América del Norte. Usaron tecnologías de secuenciación genética muy precisas, conocidas como secuenciación de genoma completo, para estudiar los cambios en el ADN de estos tumores y compararlos entre sí. Luego, cruzaron esos datos con información sobre la calidad del aire a la que estuvo expuesta cada persona, al utilizar imágenes satelitales y resultados de sensores instalados en las ciudades. Así, pudieron saber cuántos años cada paciente vivió respirando aire con muchas partículas nocivas. Observaron que quienes respiraban más contaminación mostraban una cantidad mayor de mutaciones en sus tumores pulmonares. Cuáles fueron los hallazgos Estudios encontraron mutaciones en genes de tumores similares a las inducidas por fumar tabaco (Imagen Ilustrativa Infobae). Uno de los hallazgos más llamativos fue que la contaminación del aire provocaba mutaciones similares a las que causa el tabaco, en especial en ciertos genes que impulsan la formación de cáncer. “Vimos que la contaminación está conectada con un aumento en las mutaciones somáticas, incluidas aquellas que también produce el tabaco y el envejecimiento”, explicó a través de un comunicado Marcos Díaz-Gay, el primer autor y jefe del Grupo de Genómica Digital del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) en España. Por ejemplo, los tumores de personas en áreas más contaminadas tenían casi cuatro veces más de una firma genética común en fumadores, y un 76% más de otra asociada al envejecimiento. El estudio no solo midió cuántas mutaciones había, sino también si estas mutaciones tenían capacidad de causar cáncer y en qué parte exacta del ADN aparecían. Pilar Gallego y Marcos Díaz-Gay fueron dos de los investigadores que hicieron el estudio publicado en la revista Nature / Esther Sánchez. CNIO Detectaron que los tumores de quienes vivían en lugares con mucho smog mostraban telómeros más cortos, lo que indica un envejecimiento prematuro de las células. Descubrieron que cuanto mayor la exposición a partículas dañinas, mayor era el número de mutaciones asociadas al cáncer. Además, los investigadores encontraron que los llamado "ácidos aristolóquicos", que se encuentran de forma natural en muchos tipos de plantas conocidas como Aristolochia (hierbas de nacimiento o plantas de pipa) y algunos tipos de plantas conocidas como Asarum (jengibre silvestre) también puede causar cáncer de pulmón en personas que nunca fumaron. Los investigadores planean ampliar estudios a América Latina, Medio Oriente y otros países africanos. (Imagen ilustrativa Infobae) Detectaron una firma genética diferente en pacientes de Taiwán, lo que sugiere que el uso de estas hierbas produce mutaciones peligrosas en las células. “Esto genera nuevas preocupaciones sobre cómo los remedios tradicionales pueden, sin quererlo, aumentar el riesgo de cáncer”, destacó María Teresa Landi, una de las líderes del estudio, quien trabaja en el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos. Para seguir con la investigación, los científicos informaron que analizarán muestras de América Latina, Medio Oriente y más países africanos. También quieren estudiar si el consumo de marihuana y cigarrillos electrónicos produce efectos parecidos en el organismo humano. Los resultados del nuevo estudio ponen en evidencia que se necesita medir más la calidad del aire en las ciudades (Imagen Ilustrativa Infobae) Consultado por Infobae, Enrique Puliafito, investigador en calidad del aire del Conicet en la Universidad Tecnológica Nacional en Mendoza, Argentina, consideró que “el nuevo estudio profundiza sobre las concentraciones de material particulado de pm 2.5. que son aerosoles o partículas ultra finas en suspensión en el aire, derivados de la combustión, escapes de vehículos, humo, quema de pastizales, entre otras fuentes”. Los pacientes que viven en zonas con mayores niveles de PM2.5 (a mayor a 20 ug/m3) mostraron mayores cargas mutagénicas (de diversos tipos) que aquellos que viven en zonas con mejor calidad del aire. Es decir, resaltó, “las poblaciones sujetas a niveles de contaminación del aire alto están más expuestas a adquirir mutaciones somáticas que podrían derivar en cáncer de pulmón, aún siendo no fumadores. Esto sería una nueva confirmación de la necesidad de actuar en favor de reducir el nivel de emisiones y contribuir a un nivel de mejor calidad del aire”. Otro detalle es “la necesidad imperiosa de medir la calidad del aire para prevenir la enfermedad de cáncer de pulmón, entre otras posibles afectaciones a la salud”, subrayó Puliafito. “El trabajo advierte que se hace una determinación del nivel de contaminación de los pacientes a partir de modelos globales y no conoce el nivel de exposición particular de largo plazo de cada paciente”, indicó.
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