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Parana » AnalisisDigital
Fecha: 05/07/2025 05:18
El sector azucarero argentino en su conjunto rechazó de forma categórica la propuesta del presidente de Brasil, Lula da Silva, de avanzar hacia la liberalización del comercio de azúcar dentro del Mercosur. La iniciativa, expresada durante la Cumbre del bloque regional celebrada en Buenos Aires, fue calificada como “inadmisible” por las principales entidades de la cadena azucarera del país, debido a las profundas asimetrías estructurales con la producción brasileña. Entre las entidades firmantes del comunicado se encuentran el Centro Azucarero Argentino, la Unión Cañeros Independientes de Tucumán (UCIT), el Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán (CACT), la Unión Cañeros Independientes de Jujuy y Salta (UCIJS), Cañeros Unidos del Este y la Unión Cañeros del Sur, quienes advirtieron que la medida generaría un grave perjuicio para la economía del Noroeste Argentino (NOA), dada la desventaja competitiva frente al azúcar brasileño, que se produce bajo un modelo fuertemente subsidiado por el Estado. Desde el sector se recordó que la industria del azúcar en Brasil ha recibido, durante décadas, apoyo a través de políticas como el Plan Proálcool, lanzado en 1975 para sustituir importaciones de combustibles fósiles mediante etanol de caña. Este programa incluyó subsidios directos e indirectos, créditos blandos, incentivos fiscales y precios regulados, generando una estructura altamente competitiva que difícilmente podría haberse desarrollado sin intervención estatal. Estas políticas crearon condiciones de producción artificialmente favorables, con un exceso de capacidad instalada, acumulación tecnológica y un mercado energético interno cautivo, donde el azúcar y el etanol gozan de mecanismos de subsidio cruzado. Tales distorsiones fueron incluso reconocidas por el Mercosur como asimetrías justificadas para mantener regímenes arancelarios diferenciados, según lo establece el Acta de la VI Reunión del Grupo Mercado Común (1992). En contraste, la industria azucarera argentina no cuenta con subsidios equivalentes y cumple un rol clave como economía regional en el NOA, generando empleo, arraigo y valor agregado en zonas vulnerables, sin contar con los beneficios estructurales de su par brasileño. Por ello, las entidades remarcaron que la política comercial de Argentina respecto del azúcar, que incluye aranceles y medidas de administración del comercio, está en plena conformidad con las normativas del Mercosur y del comercio internacional. “Se trata de un mecanismo legítimo para evitar el impacto negativo de distorsiones externas acumuladas durante décadas”, señala el documento.
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